CAMINEO.INFO.- Los
indultos, según la prepotente actitud del gobierno neonacionalsocialistacomunista,
también deberían conllevar la condonación de la malversación traidora y
descarada de los golpistas catalanes, los cuales, se comportaban como siempre
en la Historia, dentro y fuera de España.
Cuando
la Corona de Aragón dominaba en la Edad Media en buena parte del Mediterráneo,
los funcionarios catalanes eran conocidos por su avaricia y codicia, y para
ello no dudaban en participar y provocar revueltas y guerras civiles en las
feudalistas repúblicas italianas que controlaban y se enriquecían con el
comercio por el Mediterráneo y Oriente Medio.
El
inmenso ingenio poético cristiano católico del italiano Dante Alighieri
(1265-1321), en otro tesoro de la Literatura Universal, en su obra de título
original, Comedia, más tarde denominada por su compatriota, Giovanni Boccaccio
(1313-1375), Divina Comedia, se alude a ellos, a los catalanes funcionarios o mercaderes, cuando
condena a las eternas penas en los cantos trágicos y tremendos de los Infiernos
a los personajes avaros y codiciosos, traidores y sanguinarios, tanto de la
curia antievangélica como de los linajes de las familias de los nobles,
banqueros y mercaderes.
De estas
revueltas y guerras civiles, los funcionarios y mercaderes catalanes de la
Corona de Aragón, que desestabilizaban y ensangrentaban a los reinos feudales
de Italia, como fueron las cainitas guerras civiles entre güelfos y gibelinos,
sacaron pecuniarios beneficios.
En
nuestra Historia de España, las muestras de semejantes tropelías contra el bien
común de la gobernabilidad de nuestra nación española, de los políticos o
funcionarios catalanes, han sido y son incontables, como también las de otros
políticos de todas las ideologías.
Los
politicastros del autocrático ejecutivo del gobierno catalanista secesionista, han
dado ejemplo histórico de ello, al aprobar un decreto ley donde, con el dinero
de todos los contribuyentes, se crea un fondo complementario de riesgos de diez
millones de euros con el fin de avalar las fianzas que estipula el Tribunal de
Cuentas para los malversadores golpistas catalanes, con lo cual, se está
robando por partida doble a los contribuyentes. Un aval, tan encubridor y
prevaricador como las malversaciones del golpismo secesionista llevadas a cabo.