CAMINEO.INFO.-
Ha tenido que sobrevenir en el siglo XXI, otra
pandemia, la del coronavirus chino COVID-19, pero con más criminalidad que anteriores
pandemias, para darnos a conocer cómo han caído en el abismo infernal, las
denominadas democracias más antiguas del planeta Tierra, antiguas, y según se
autoproclaman ellas mismas, progresistas, avanzadas, hiperdesarrolladas por los
avances biomédicos, biotecnológicos y cibernéticos, debido a las manos
buenistas del estado del bienestar tecnocrático materialista del consumismo
compulsivo y el hedonismo promiscuo sin limitaciones.
Todas ellas, en el abismo del infierno inmoral, han
caído, cuando el derecho prioritario de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos (1948),
el derecho a la vida, ha sido todavía más inhumanamente más violentado,
colocando como pretexto y subterfugio la utilización de las herramientas,
palabra ésta muy recurrida en la política, de la eutanasia y el aborto en
centros abortivos, y ahora, con la excusa inicua del rojo coronavirus chino
COVID-19, debido a la imposición de los líderes tecnócratas del G-20, en casa,
por medio de la peligrosa telemedicina, el aborto libre con todos los riesgos
para el niño y la madre. El G-20, conformado por las naciones industrializadas
y emergentes, las totalitarias democracias eutanásicas y aborteras.
¿Cuántas serán los seres
humanos fallecidos o asesinados por la pandemia y el aborto provocado, cuando
se haya concluido la expansión pandémica?: Nunca lo sabremos. Habrá sido una
multitud de millones de personas, pero sin darnos a conocer las cifras
concretas, que, nos ocultarán las democracias totalitarias de la eutanasia y el
aborto libre, como ya vienen haciendo.
Por Europa, conocemos los
modelos de democracias eutanásicas y abortistas como Holanda o Países Bajos, en
la vanguardia del terror sanitario eutanásico y abortero. Y para no seguir con
tantos ejemplos, acabaremos con la también democracia totalitaria avanzada y
progresista de la eutanasia camuflada con el falso derecho al suicidio
asistido, y el aborto libre, España.
En la descristianizada, en
la descatolizada España, la España, donde la sociedad civil ha fabricado la
tiranía de las partidocracias sin principios morales ni éticos, como se nos ha
fotografiado en la pandemia china del coronavirus COVID-19: los ancianos y
enfermos crónicos, y los abortos provocados en las clínicas abortistas, no son
útiles, ya no son productivos sino un estorbo para las administraciones del
estado o para el cambio climático global en manos del estado del bienestar
materialista del progresismo reaccionario.
En España, cuando estaban
falleciendo miles de personas, la democracia totalitaria eutanásica y
abortista, demostraba encontrarse psicopáticamente enferma, el Congreso de los
diputados, el parlamento de la nación, el parlamento de la representación
soberana de la nación, sus irresponsables políticos estaban obsesionados por la
aprobación de una agenda para la ley de la eutanasia.
Por España, por Europa, los
parlamentos se han convertido en impositores de unas totalitarias democracias,
eutanásicas y abortistas.