La identidad histórica de España, se basa en el
Cristianismo católico, que supo armonizar la sabiduría judeo-cristiano católica
con los saberes griego y romano y los
saberes científicos y humanísticos, durante los siglos más fecundos del Imperio
Español, los siglos XVI y XVII, siglos de la evangelización de América,
iniciada en el siglo XV, en el año 1492, tras la derrota y expulsión del islam
y el logro de la unidad religiosa y política de España, con los Reyes
Católicos, Isabel I de Castilla(1451-1504) y Fernando II de Aragón(1452-1516).
Nuestra Historia como la de Europa, está indisolublemente unida con la Religión
cristiana, y ella es la que ha mantenido las identidades de todas las naciones
del continente europeo, como también lo haría con otro gran continente, América.
Elogiar nuestra identidad histórica multisecular, es
recordar a las generaciones del siglo XXI y a las futuras, que, las ideologías
de izquierdas y de derechas de los siglos XIX y XX, como antes los feudos y las
monarquías medievales, o las modernas monarquías absolutistas o las monarquías
del despotismo ilustrado de todo para el pueblo pero sin el pueblo, han
contribuido con sus aciertos y errores históricos, como los conflictos socio-económicos
y las guerras nacionales y mundiales, a la consolidación de las identidades
históricas de las naciones.
Renegar de ellas, falsificarlas o bien pretender
borrarlas de la Historia, ha sido un intento fallido. En la España sometida a
los vaivénes las ideologías de los siglos XIX y XX, se intentó remontarse al
siglo XVIII, el siglo de la Ilustración, al siglo del despotismo ilustrado, para inventarse una
división entre los españoles monárquicos afrancesados del despotismo ilustrado
y los tradicionalistas del absolutismo monárquico, ambos, creyentes cristianos
católicos.
Una división historicista fruto de las ideologías
revolucionarias del siglo XIX y XX, el liberalismo del individualismo
progresista, jacobino-masónico y anticristiano católico, y del colectivismo
ateo materialista, igualmente masónico y totalitario del marxismo socialista y
comunista. Unos y otros se inventaron la dicotomía estructuralista del
guerracivilismo de las dos Españas, la del progresismo liberal capitalista o la
del progresismo socialista y comunista, que se enfrentan a la del
tradicionalismo cristiano católico de la monarquía absolutista o a las
ideologías autoritarias fascistas.
En esta mítica invención, dicotómico guerracivilista,
de España fracturada en dos, sobre todo por parte de las ideologías
izquierdistas en los siglos XIX y XX, y aún hoy en el siglo XXI, se busca la
eliminación del pasado histórico donde el Cristianismo católico es la cimentación
esencial de España. La Historiografía nos evidencia que nunca han existido dos
Españas, y semejante división es más un arma ideológica para destruir la
identidad histórica de España que nos dice lo que fuimos, somos y seremos. En
parte han logrado su objetivo, ya que, la conciencia histórica de ser españoles
en una sola Patria, en una sola Nación y en un solo Estado, ha sido combatida
por las ideologías de izquierdas y de derechas en confabulación con los
nacionalismos secesionistas y terroristas, en la España del siglo XXI, en una
anti-España que es una fracasada democracia basada en una Monarquía
constitucional y parlamentaria.
Estas ideologías nunca se han españolizado,
entendiendo por españolización, el conocimiento y reconocimiento de la
identidad histórica milenaria de España. Siguen sin conocer ni reconocer la
Historia de España, y cuando se acercan a ella, es para falsificarla y
denigrarla desde sus presupuestos ideológicos antihistóricos y
antihistoriográficos. Siguen en el siglo XXI con la misma anquilosada postura,
tanto el liberalismo, conservador o progresista masónico- jacobino, como el
marxismo y sus derivados revolucionarios y sanguinarios, el socialismo, el
comunismo y el anarquismo, bolcheviques y jacobino- masónicos, ahora, como el
liberalismo, neoprogresistas socialdemócratas y de la única ideología del Nuevo
Orden Mundial(NOM), la ideología sincretista y relativista anticristiana
católica, la ideología de género, del nomunacionalismo de la Organización de
las Naciones Unidas(ONU).
Aún estamos a tiempo para recuperar lo que nos define
como españoles y europeos. La Historia, la Historiografía, nos lo avalan, a
pesar de las perversas tergiversaciones antihistóricas de las ideologías antiespañolas
y anticristianas católicas, como el neosocialismo, el neocomunismo, el
neoliberalismo o los neonacionalismos secesionistas y terroristas del siglo XXI,
que controlan todos los mecanismos del Estado para someternos a sus apetencias
economicistas, enemigas de la libertad, la paz, la verdad y la justicia.