En este siglo XXI, por España, algunos partidos políticos quieren volver a repetir la misma historia negra pasada, y se encuentran en la izquierda y los independentismos vasco-etarra y catalanistas, ya que desde siempre han querido recuperar y repetir del siglo XX la definitiva liquidación del sistema democrático constitucional monárquico parlamentario, que ellos han ido socavando durante casi cuarenta años con el beneplácito y las componendas, para alcanzar y mantenerse el poder central del Estado, de la bipartidocracia PP-PSOE.
Las pluripartidocracias de extrema izquierda independentista vasco-navarro-etarra-terrorista y catalanista(Amaiur, Bildu, ERC, la CUP e Iniciativa per Catalunya)y de extrema derecha nacionalista vasco-catalana independentista(CiU y PNV), con la colaboración del neocomunismo bolivariano-bolchevique de la partidocracia de Podemos y los desesperados apaños poselectorales de poder de la partidocracia del Partido Socialista Obrero Español(PSOE), con la excusa de la crisis total y sus corrupciones de la que ellos también han sido protagonistas de primera fila, buscan acabar de forma definitiva con lo que es la Constitución Española de 1978 y sus instituciones más representativas, como la Monarquía de identidad cristiano católica y también de la Iglesia Cristiana Católica, y de paso con la unidad y la identidad histórico- territorial de España, y ello bajo la engañosa pretensión de un antihistórico y anticonstitucional confederalismo asimétrico de las desigualdades y la desaparición de España, que es la primera nación y el primer Estado histórico nacido en Europa.
Los nacionalismos secesionistas y terroristas en España y Europa, se han caracterizado por el pecado social y estructural de la concupiscencia del poder, por el deseo irracional de lograr el poder a costa de destruir las identidades históricas verdaderas, socavando y separando a las familias que cohesionan la sociedad civil de la Patria, la Nación y el Estado.
La prepotencia y la soberbia por el poder por el poder democrático totalitario de los nacionalismos en España y Europa, nos han conducido en los siglos XIX y XX, a la rebelión, a la sedición contra el Estado de Derecho, a los violentos y sangrientos enfrentamientos entre los partidos políticos, a los crímenes de lesa humanidad y lesa majestad como los genocidios, las persecuciones y los asesinatos religiosos; a los magnicidios, a la destrucción de la Patria histórica en nombre de una patria, una nación o un estado falsarios, en fin, a los conflictos bélicos terribles del siglo XX como fueron la I Guerra Mundial y la II Guerra Mundial.