La castración de la Religión en la enseñanza pública.

El actual Excmo. Sr. Ministro Sr. Ministro de Educación, Cultura y Deporte, neoliberal retroprogre-laicista, ha dado una sólida respuesta a una petición a la Comisión de Peticiones del Congreso en el año 2012, por parte del Canal de Historia, que preguntaba por los motivos de la castración de uno de los dos leones. La ausencia de los testículos leoninos, según, dicho canal televisivo, no tenía justificación biológica, artística ni histórica.

La escultura se restauró en 1985, pero fue instalada en 1872, en tiempos del efímero reinado del rey impuesto, tras el exilio a Francia de la reina Borbón Isabel II (1830-1904), por los liberalesdel Sexenio democrático (1868-1874), el italiano que luego renunciaría, Amadeo I, rey entre 1870-1873. Esta época fue de crisis constante, por las guerras carlistas y las sublevaciones cantonales, origen de los nacionalismos secesionistas vasco-etarra y catalanistas de los siglos XX y XXI; por la Guerra de Cuba; por las insurrecciones republicanas de los republicanismos desaforados de liberales radicales o moderados y socialistas utópicos; por las injustas desamortizaciones eclesiásticas; por los intentos vanos de la abolición de la esclavitud en Ultramar; por la libertad de religión y culto pero también por un laicismo radical masónico liberal. Un tiempo convulso, parecido al actual, menos en los levantamientos militares y el guerracivilismo, que esperemos no vuelvan a reaparecer por España.

Con argumentaciones historiográficas y documentales, el actual Gobierno desaconsejaba añadir los testículos al león del Congreso porque así se hizo la escultura a cargo de la Real Fundición de Bronces de Sevilla, la cual empleó el metal de los cañones que fueron botín de la guerra en el Norte de África, en la batalla de Wa-Ras (1860: Marruecos), en tiempos de la Reina Isabel. Los leones, forman parte del Bien de Interés Cultural desde 1977, por lo tanto, se les aplica la Ley de Patrimonio Histórico Español parasu protección y conservación.

El actual Excmo. Sr. Ministro de Educación, Cultura y Deporte, neoliberal retroprogre-laicista, sabe por nuestra incuestionable Historia, que existen muchísimas más razones histórico-culturales, así como jurídicas, sociales, morales, espirituales, constitucionales y democráticas( en consonancia con la Declaración Universal de los Derechos Humanos(1948), la Constitución Española de 1978 y el Acuerdo Internacional entre el Estado Español y la Santa Sede(1979)) para no castrar de forma definitiva, lo que constituye la identidad y la unidad histórica de España: la presencia digna en la vida pública y en la enseñanza pública de la Religión cristiana católica, junto a las demás religiones judía, islámica y la confesión protestante, que no religión, evangélica, con las cuales hay también acuerdos.

El actual Excmo. Sr. Ministro de Educación, Cultura y Deporte, y su Gobierno, también neoliberal retroprogre-laicista, aún están a tiempo para evitar la castración definitiva del hecho religioso en la enseñanza pública, que ya se venía realizando con las inicuas leyes laicistas de educación de los gobiernos neosocialistas con la LOGSE (1990) y la LOE (2006) y ahora con la actual LOMCE (2014) del gobierno neoliberal laicista.

Porque la castración o la implantación genital de una de las esculturas de uno de los leones del Congreso de los Diputados, no tiene la gravísima responsabilidad histórico-patrimonial, y en sobremanera espiritual, cultural y moral de que las generaciones presentes y futuras de España, se les ampute, se les castre el derecho y el deber al conocimiento digno de los valores humanos y transcendentes a través de la enseñanza religiosa, que, forma parte de la educación plena y completa del ser humano.

El actual Excmo. Sr. Ministro de Educación, Cultura y Deporte, neoliberal retroprogre-laicista, atendió con diligencia a la solicitud del Canal de Historia, debido al interés enciclopedista y su apoyo a las instituciones que demostró dicho canal, pero, la Religión, más que los leones de las Cortes: "son el símbolo de nuestras más preciada institución democrática, y preocuparse por los símbolos que mejor nos representan, es una forma de trabajar por y para la democracia".