Expolio del patrimonio histórico-documental o de la identidad y la unidad de España

Entre los años 2006 y 2011, el nacionalsocialismo del PSOE, para mantenerse en el poder, fuera como fuera, entregó, entre otras barbaridades, al separatismo nacionalista catalanista los documentos históricos del Archivo de Salamanca, es el llamado "Caso de los papeles de Salamanca". Para ello el zapaterismo desintegrador de la identidad y la unidad de la Historia de España, se inventó otro más de los variopintos instrumentos ideológicos del guerracivilismo de la ideologizada memoria histórica: el Centro Documental de la Memoria Histórica en Salamanca, cuya finalidad ideológico-totalitaria, y en nada historiográfica, era reunir los fondos documentales comprendidos entre 1936 y 1979, es decir, entre la Guerra Civil Española y la Transición hacia la democracia.

Este método desintegrador de la identidad y la unidad histórica de España, propio de los regímenes totalitarios de izquierdas y de derecha, parecía que iba a ser arrinconado con la llegada al poder en la legislatura 2011-2015 de la otra partidocracia, la del relativista centro derecha liberal-socialdemócrata del Partido Popular (PP) del presidente Mariano Rajoy Brey, pero no ha ocurrido lo que el sentido común historiográfico, democrático y constitucional hubiera exigido, por más que el Partido Popular, en cuanto llegó de nuevo al poder, desde Gobierno, simulase presionar para que no se entregaran.

Más tarde, como era de esperar, y tal y como están ideologizados por las partidocracias gran parte de los fiscales, de los magistrados y jueces de los tribunales, hubo una sentencia del Tribunal Constitucional del 31 de enero de 2013, que obligaba la restitución de los documentos a los propietarios o sucesores legítimos, a las instituciones o a los particulares. El fallo del Tribunal Constitucional sentenciaba que no podía considerarse "arbitraria o irracional" la transferencia de documentación de pleno derecho a Cataluña, frente al restablecimiento de un procedimiento distinto para las demás Comunidades Autónomas.

La Ley 16/1985 de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, en su Título VII, capítulo I, regulaba las cuestiones relativas a la conservación del patrimonio documental, como parte integrante del Patrimonio Histórico Español.

En el artículo 55establecía que: la exclusión o eliminación de bienes del patrimonio documental y bibliográfico, y los demás de titularidad pública, tal y como se contemplaban en el artículo 49.2, debería ser autorizada por la Administración competente, pero a propuesta de sus propietarios o poseedores, mediante el procedimiento que se establecería por vía reglamentaria.

Los denominados "papeles de Salamanca", forman un conjunto de documentos incautados durante la Guerra Civil por las tropas del Generalísimo y Jefe de Estado, Francisco Franco Bahamonde (1892-1975), a la Generalitat republicana y a otras instituciones catalanas. Fueron depositados en Salamanca, y al final de la legislatura socialista, en el año 2011, se entregaron a través del Ministerio de Cultura a la Generalidad de Cataluña, tras veinticinco años de machaconas reclamaciones y exigencias de los nacionalistas catalanes. El montante aproximado de los documentos históricos y económicos, expoliados del Archivo Nacional, durante los gobiernos del PSOE y del PP, es de más de dos millones, los cuales pertenecen al Patrimonio Histórico Español, al patrimonio historiográfico de España.

De este otro expolio del patrimonio documental histórico español, han vuelto a ser culpables directos las dos partidocracias, las cuales han contribuido, en connivencia con los nacionalismos secesionistas y terroristas, al olvido y a la falsificación ideológica de la Historia de España: fatuas y fraudulentas suenan sus proclamaciones sobre la unidad de España, tanto del Partido Socialista Obrero Español como del Partido Popular. Y más fatuas y fraudulentas suenan sus palabras cuando se les ocurre pronunciar los sustantivos patriota o patriotismo, que significan amor a la Patria, y no al partido, a los partidos, los cuales abominan del patriotismo español, que ha sido arrancado del corazón del ser y el sentirse español.

El socialismo del Partido Socialista Obrero Español, nunca ha practicado el patriotismo, al contrario lo ha dinamitado desde que el socialismo obrerista industrial de su fundador- tipógrafo, llega a España a finales del Siglo XIX, arrastrado y obsesionado por las sanguinarias revoluciones marxistas bolcheviques soviéticas, ateas y anticristianas.

Y en cuanto al liberalismo del ahora relativista centro-derecha socialdemócrata Partido Popular, también llegado a España durante el Siglo XIX, pero mucho antes que el socialismo y el comunismo, de la mano de un liberalismo foráneo, con no menos sangrientas revoluciones, desamortizadoras y anticatólicas, dilapidó el patriotismo cuando nos maltrajo los cantonalismos y los nacionalismos guerracivilistas, secesionistas y anarco-terroristas, enemigos de la unidad y de la identidad de España, y ya no digamos de todo lo que éstas dos realidades históricas implican, pero que tanto desprecian las partidocracias: España como Patria, Nación y Estado.