SUSPENSIÓN DE LA DECLARACIÓN SOBERANISTA CATALANA

Ya es hora de que se pongan límites constitucionales a la aniquilación sistemática de la soberanía nacional, de la unidad y la identidad histórica de España, que han realizadolas autárquicas legislaciones anticonstitucionales de los nacionalismos independentistas.

Las soberanas mentiras de la mitología historiográfica de los etnonacionalismos secesionistas anticonstitucionales, se vienen repitiendo hasta al vómito, desde el Siglo XIX en España, y ya va siendo hora que los responsables directos de la soberanía nacional de la nación española, que además del Tribunal Constitucional, son los españoles de los cuatro puntos cardinales de las regiones históricas, les pongan punto y final, punto y final definitivo, porque, de este modo, las regiones históricas de España que forman su identidad, que son todas porque las singularidades nacionalistas son invenciones ideológicas, no saldrán de la quiebra institucional, política, económica, cultural y moral de la que han sido responsables, ante todo, las partidocracias de izquierda y derecha que para mantenerse el poder han alimentado a los nacionalismos radicales, terroristas y secesionistas, corruptos y corruptores del ordenamiento jurídico, civil y sociopolítico.

Los parlamentos autonómicos desde el siglo XX hasta hoy en día, se han degenerado, ya que se han convertido en parlamentos autocráticos, que, han roto no sólo con el sentido constitucional del Estado de las Autonomías, dado por la ya agotada y falsificadaConstitución Española de 1978, sino también y al mismo tiempo, con el sentido histórico que tenían las Cortes en la Edad Media, cuando en la Península Ibérica, invadida por islam, surgen los distintos reinos de las Españas que van forjando la identidad y la unidad histórica de lo que será España a partir del siglo XV con los Reyes Católicos, Isabel y Fernando.

El falsario y panfletario texto[2] de "Propuesta de Resoluciónde la Declaración de Soberanía" aprobado por la mayoría radical independentista de un parlamento autocrático, el del etnonacionalismo secesionista catalanista, con el pretexto eufemístico del derecho a decidir, que, es lo mismo que la imposición totalitaria de unanacrónico voluntarismo nacionalista,se atreve a definir a una autonomía, la Comunidad autónoma de Cataluña, como "sujeto político y jurídico soberano", con autogobierno, soberanía, legitimidad y legalidad democrática; con transparencia y diálogo;con cohesión social, europeísmo y participación. Todo este panfletario nacionalista secesionista, es una burla del Estado de Derecho de la democracia monárquico parlamentaria del Reino de España, es una burla reaccionaria y anacrónica de "la soberanía nacional que reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado"[3].

Las soberanas mentiras de las ficciones políticas e historiográficas del etnonacionalismo secesionista catalanista o vasco etarra, forman parte de la misma ralea que se viene repitiendo desde el Siglo XIX, por culpa de un liberalismo cantonalista o regionalista y del absolutismo monárquico del carlismo guerra-civilista, y luego en los siglos XX y XXI por culpa del socialismo, del centro neoliberalismo progresista, del comunismo y el terrorismo nacionalista de la izquierdista marxista y leninista de ETA.

[1] Constitución Española de 1978, "Título IX. Del Tribunal Constitucional, Art. 161. 2., en www.lamoncloa.gob.es

[2] Libertad Digital, "Texto íntegro de la declaración soberanista aprobada", en www.libertaddigital.com, 29 de Abril de 2013.

[3] Constitución Española de 1978, "Título Preliminar, Art. 1.2., en www.lamoncloa.gob.es