El Cardenal argentino de origen italiano, Jorge Mario Bergoglio, Su Santidad Francisco, nuevo Obispo de Roma y nuevo Sumo Pontífice de la Santa Iglesia Católica, es el primer Papa de Argentina y de Hispanoamérica; el primer Papa de la Orden de la Compañía de Jesús, fundada en 1540 por San Ignacio de Loyola, y también el primero en tomar el nombre de Francisco, en honor del humilde y obediente San Francisco de Asís, misionero y el hermano de los pobres (Siglo XIII) y del patrón de lasmisiones y de la evangelización, el jesuita San Francisco Javier(1506-1552).
Francisco, como segundo Santo Padre del Siglo XXI, ha comenzado el camino de su Pontificado de la Iglesia de Roma, pidiendo de rodillas, antes de dar la bendición Urbi et Orbi, la bendición del Pueblo de Dios. Se ha puesto de rodillas y con oraciones por el Mundo y por la Iglesia Católica, para que se mantenga en la caridad y la fraternidad de la Humanidad con Jesucristo.
La oración, que es el fundamento de la vida espiritual, la oración comunitaria y personal, en la que se recibe la gracia de la Santísima Trinidad, será necesaria para el devenir de la Iglesia Católica por los senderos del Tercer Milenio, senderos enigmáticos, que tanto en América como en Europa, al igual que en los demás continentes, se presentan como tiempos de crisis moral y económica.
El Pontificado de Francisco, antes que nada, como todos los pontificados, habrá de estar al servicio permanente de Dios y de los hombres, para recuperación y fortalecimiento de la identidad histórica del Cristianismo, que, en Hispanoamérica, pero más en Europa, desde el siglo XX, sigue estando perseguida por las ideologías del neoliberalismo capitalista y del neosocialismo bolivariano, populista e indigenista. Ambos van de la mano de la ideología de género y de la dictadura del relativismo, que, tantísimo daño han hecho a la Hispanidad.
Recordemos, que la Hispanidad se desarrolló con plenitud a medida que el Imperio Español se fue extendiendo por medio planeta, que comienza tras el Descubrimiento de América por Cristóbal Colón, cuando los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, en 1492, terminan la Reconquista de España, al vencer al islam, tras ocho siglos de invasión.
La Hispanidad, como pensó con acierto, por 1929, el obispo católico natural de Vizcaya, residente durante varios decenios en Argentina, Don Zacarías de Vizcarra y Arana (1880-1963), y que, poco antes de morir, como obispo auxiliar del Arzobispo de Toledo y Cardenal Primado de España, Enrique Pla y Deniel (1876-1968)participó en la primera sesión del Concilio Vaticano II), la Hispanidad engloba al conjunto de todos los pueblos de cultura y origen hispánicos, España y Portugal, más América, África y Oceanía, cuyas cualidades los distinguen de los demás pueblos del mundo, pero a los que se acerca para intercambiar ideas y creencias, valores y corresponsabilidades.
La Hispanidad en el Siglo XXI, como intrínsecamente unida a la Cristiandad, es la unidad de la gran familia de las naciones hispánicas con un patrimonio histórico común que está por encima de la raza, la sangre, el color o la raza, pero que está presente en todos los continentesa través de la interculturalidad y el diálogo interreligioso. La Hispanidad Católica no es el mito de un imperio geográfico y económico como lo fue el imperio británico, y luego, los imperios, soviético, norteamericano o chino, la Hispanidad Católica es la fructífera unión de diversos pueblos por medio del idioma, la religión cristiana y la Historia, el idioma español junto a otros idiomas, y la Historia de Hispanoamérica, como parte esencial de la Historia Universal.
Con el nuevo Santo Padre, Francisco, la Hispanidad en el Siglo XXI ha de seguir teniendo un alcance universal, revitalizándose con la Nueva Evangelización y la Doctrina Social de la Iglesia, para bien común de los pueblos de los cinco continentes, para el bien común de la Humanidad.