Con el aval de la Historia, la de la Historiografía de los hechos y documentos históricos irrefutables, debemos decir sobre la región del Noreste de España, la tierra gótica- Gothlandia, Cataluña- Catalaunia, Catalonia(año 844[1]) que pertenecía a la Gotia o Marca Hispánica en la Eda Media cuando en la Reconquista contra el invasor islam, se seguía con la recuperación de la unidad histórica de Hispania, perdida por los nefastos reyes visigodos, que enfrascados en guerras civiles intestinas abrieron las puertas a la invasión del islam en el año 711 por el estrecho de las altas traiciones a España, el Estrecho de Gibraltar, con la colaboración de los godos proislámicos, y también, sin que se nos olvide, con el colaboracionismo de algunos judíos, que esperaban, como los godos traidores a Hispania, obtener privilegios y honores, que se tornaron luego en persecuciones, asesinatos y esclavitudes por parte del islam invasor.
Desde el reinado de Jaime I de Aragón, El Conquistador, (1214-1276), como soberanía hereditaria de los condes de Barcelona, desde 1350 hasta 1706 se denominó Cortes del Principado de Cataluña - Cathaloniae Principatus, pero nunca reino porque perteneció al Reino de la Corona de Aragón, y jamás nación y ni mucho menos estado, porque siempre ha pertenecido a la Nación española y al Estado español.
Para refutar las mentiras del historicismo nacionalista catalán, a finales de la Edad Media, el Principado no luchó por su independencia frente a la pujante Castilla de los Trastámara, ante el complejo pleito sucesorio del Reino deAragón, que luego se uniría a la Corona de Castilla. Hasta el siglo XV, las revueltas y perturbaciones sociales se debían a cuestiones más socioeconómicas que políticas[2] donde entraban las rivalidades de las clases sociales por dominar la vida económica de Cataluña y de modo especial de Barcelona, que era controlada por la burguesía urbana junto a los nobles, y de aquí su dominio abarcaba al resto de Cataluña. Mientras que otras clases sociales como la excluida plebe urbana, los buscaires de artesanos y mercaderes y la clase rural o campesinos de remensas, eran sometidos a toda clase de impedimentos legales debido a un durísimo sistema feudal, que hacía inviable su progreso social y económico. La crisis socioeconómica no sólo afectaba a Cataluña sino también al resto de España y a Europa.
Desde el siglo XIX y XX, los nacionalismos radicales desintegradores de naciones, como el nacionalismo catalanista, vasco y sus segundones el gallego o el andalucista, no han pretendido más que romper la arquitectura histórica de España y Europa para levantar falsas naciones y nacionalidades con pretensiones de estados, de estados subvencionados por las ideologías que han gobernado España, más por sus propios intereses de poder que por el bien común de la unidad, la identidad y la soberanía histórica de España.
El nacionalismo radical catalanista, de izquierda o derecha, parte de una falsificación de la Historia de España, más en concreto, pretende hablar de los orígenes de sus aspiraciones independentistas y soberanistas, poniendo el énfasis en las sublevaciones de las poblaciones de la Península Ibérica, que fueron por razones económicas meras sublevaciones, movimientos en los que nunca hubo motivos de independencia y secesión de España. Los nacionalismos radicales, que vienen de Europa y se instalan en España en los siglos XIX y XX, aprovechan cualquier ocasión interna o externa en la política para afianzarse con sus mentiras en el poder, a través de las falsificaciones de la Historia.
Una de sus mentiras elaboradas en el siglo XX fue la de decir que las sublevaciones que hubo en España en tiempos de Felipe IV, sublevaciones debidas a los impuestos elevados por causa de un Imperio que agonizaba y no podía mantenerse con tantas guerras fuera y dentro de Europa, no fueron tales, sino levantamientos por la independencia y secesionistas. Los franceses fueron los que instigaron y apoyaron también estas sublevaciones contra Felipe IV y su valido el Conde Duque del Olivares, en los Países Bajos, Portugal y Cataluña.
El nacionalismo radical catalanista, se inventa la mentira histórica de que Cataluña desde siglos y siglos siempre lucho contra Castilla o España por ser una nación. Lo mismo dirán y dicen, también a partir de los siglos XIX y XX, el nacionalismo radical vasco y los nacionalismos de tercera fila, el galleguista del mito céltico de Breogán o el andalucista filoislámico del mito de al-Andalus de Ahmad Blas Infante.
Veamos lo que nos dice la documentación histórica, la Historiografía sobre Cataluña, que ya en parte arriba ya hemos referido desde la Edad Media hasta 1706. Observemos los períodos históricos que ellos han ocultado y falsificado desde finales del siglo XX a las generaciones de españoles catalanes, ya que otra de las tremendas barbaridades que se han cometido contra la identidad y la integridad cultural y educativa de España, es haber cedido a las autócratas autonomías, las competencia exclusivas en materia de educación y enseñanza.
-Rebeliones, revueltas, conflictos e invasiones de Cataluña.
-En tiempos del Juan II (1397-1479), Rey de Aragón y de Navarra, sucesor de su hermano Alfonso V en el Reino de Aragón, cuando era ya anciano, y ciego, tuvo que hacer frente a una guerra civil de diez años en el Principado de Cataluña, debida a motivos sucesorios y también a motivos socioeconómicos[3]. Los catalanes eran partidarios de que el hijo de Juan II, el Príncipe Carlos de Viana, fuera el heredero del Reino de Aragón, pero muere envenenado, acusándose a su padre del crimen.
Apoyaban a Juan II, parte de la nobleza, la mayoría del clero y la mayoría de los campesinos o payeses de remensa. Frente a ellos, la baja nobleza, una porción de los artesanos y el patriciado urbano. Lo cual demuestra lo dividida y enfrentada que estaba la sociedad del Principado de Cataluña. Juan II pidió ayuda a Luis XI de Francia, pero con la condición de que debería entregar a los franceses los condados de Rosellón y Cerdaña (1462-1463), las cuales serían luego recuperadas a Francia, siendo Rey Carlos VIII (1470-1498), por su hijo y sucesor en la Corona de Aragón, el Rey Fernando el Católico (1452-1516) con el Tratado de Barcelona de 1493. Los contrarios, no lograron obtener la ayuda de Castilla ni de Portugal. Juan II alcanzó la victoria, pero no se vengó, sino que fue benévolo con los derrotados a la hora de las capitulaciones.
-Tradición y foralismo en tiempos de Felipe II (1527-1598).
De acuerdo con su fidelidad a mantener las tradiciones y fueros de los reinos de España en la Edad Media, Felipe II, conservó los fueros de Aragón en lo fundamental y en su integridad los fueros de Valencia y Cataluña. Tales fueros desaparecen con la llegada a España de la Casa de Borbón, al imponer un centralismo francés que fue matando poco a poco la tradición foral[4]. El foralismo ha reaparecido en los siglos XIX, XX y XXI por España, en las regiones cercanas a Francia, Vascongadas, Navarra o Cataluña, pero más como instrumento político ya que eran y son origen de estatutos muy limitados que buscan los beneficios políticos y económicos regionalistas, pero dañando al bien común de España. El mejor ejemplo son los estatutos anticonstitucionales a favor del nacionalismo catalanista, del nacionalismo filoislámico andalucista, y los que se avecinan, como el estatuto anticonstitucional del nacionalismo proetarra vasco.
--En la invasión de Cataluña por Francia en tiempos de Felipe IV, cuyo reinado va desde 1621 a 1665, intervienen grandes y anónimos personajes históricos tanto de la Península Ibérica como de Europa:
-En 1642, el escritor y filósofo moral, Baltasar Gracián (1601-1658) intercede ante el conde-duque de Olivares por el duque de Nochera, el cual no partidario de la Guerra de Cataluña, iniciada en 1640, frente a Olivares. El duque Fue procesado y preso[5].
-Andrés Cantelmi, nacido en Nápoles (1598), muerto en Alcubierre (Huesca) (1645), duque de Popoli, general español, fue nombrado virrey de Cataluña por Felipe IV. Le dio el mando de las tropas para sofocar las sublevaciones de Cataluña[6].
-Diego Mesía Felipez de Guzmán, Marqués de Leganés (¿-1635) y su ejército, intervino en la Guerra de Cataluña como capitán generalvenció al general francés Harcourt, el Invencible, en la famosa batalla de Lérida.
-El Conde Duque de Olivares, dimitió como valido de Felipe IV por los tremendos errores cometidos en la Guerra de independencia de Portugal y en la sublevación de los catalanes radicales.[7]
-Invasión de Cataluña por Francia en tiempos de Felipe IV, cuyo reinado va desde 1621 a 1665.
-Pablo Parado, caballero portugués, junto a Baltasar de Gracián, defendió Tarragona cuando la sitiaba el mariscal Mota.
-El Mariscal Felipe de Hondacourt, conde de la Motte(1605-1657), fue enviado por el Cardenal Richelieu a Cataluña para ayudar a los catalanes sublevados.
-El Mariscal Enrique de Lorena, conde Harcout, fue nombrado virrey francés de Cataluña. Sustituyó a la Motte. Tras combatir contra las tropas de Felipe IV, lo sustituye el Gran Condé, Luis II de Borbón (1621-1686) militar francés que antes en la Guerra de los Treinta Años había derrotado a los tercios españoles en Rocroi (1643), facilitando la derrota de los españoles en le Guerra de los Treinta Años(1618-1648). Por sus ansias de poder el Cardenal Mazarino lo hizo encarcelar. Liberado años más tarde, se puso al servicio de Felipe IV, para tras la Paz de los Pirineos (1659), regresar a Francia, Paz de los Pirineos que trajo la renuncia de los que fueron siempre una parte sustancial del Principado de Cataluña, la Cerdaña y el Rosellón, éste territorio no aceptó la entrega y por ello se rebeló y sufrió un castigo sangriento, hasta que fue sometido por Francia.
-Francisco de Orozco, Marqués de Mortara (inicios del s. XVII-1668). Participó activamente en la Guerra de Cataluña, primero bajo las órdenes del marqués de Leganés y luego derrotando al virrey La Motte. En 1650 fue nombrado virrey y capitán general de Cataluña y dirigió la parte final de la guerra, ya victoriosa para las armas de Felipe IV.
-Marqués de Borro, Alejandro (1600-1656), general italiano que tomó parte en la Guerra de Cataluña.[8]
-El Capitán Domingo de Osorio de Eguía, participó en la Guerra de Cataluña.[9]
-Barón de Sabac, austríaco al servicio de España en la Guerra de Cataluña, en tiempos de Felipe IV.[10]
-Francisco Fernández de la Cueva, octavo duque de Alburquerque (1619-1676), estuvo al mando de la caballería en la guerra de Cataluña.[11]
-Francisco Díaz Pimienta (¿-1652), almirante de la Armada, participó en la Guerra de Cataluña.
Portugal, participaba también en ayudar a España a recuperar Cataluña invadida por los franceses con otros dos personajes más, junto al ya referido arriba Pablo Parado:
-Felipe da Silva, general portugués del s. XVII, que mandó en jefe el ejército de Cataluña, después de la caída de Olivares.[12]
-Y Francisco Tutavila, duque de San Germán(1604-1679), fue gobernador militar de Tarragona, virrey de Cataluña(1673-1675), participó en la Guerra de Cataluña contra Francia entre 1673-78, derrotó a Schomberg y conquista Bellegarde[13].Un general portugués colabora con España para recuperar una parte de su territorio invadido.
La falsaria historia del nacionalismo radical catalanista, trata de ponerse al mismo nivel político de Portugal. Nada más antihistórico, ya que Portugal luchó contra Felipe IV para alcanzar la independencia como reino y nación, cosa que lograría, primero, porque en España, al estar sufriendo una crisis política, moral, social e institucional, a la población le importaba muy poco la recuperación de la unidad política de la Península Ibérica lograda con Felipe II; y segundo, porque nuestros ejércitos se encontraban ya envejecidos y desgastados, y no podían hacer nada frente a un ejército portugués más preparado y adiestrado ya que estaba apoyado por las potencias enemigas de España, Inglaterra y Francia. Muerto Felipe IV, y tras la Paz de Aquisgrán (1668) con la rendición ante la monarquía borbónica de Luis XIV, España acepta y admite la independencia de Portugal y todas sus colonias, menos Ceuta que decidió permanecer unida en España.
-Fin de la invasión francesa en tiempos de Felipe IV.
En 1652 don Juan de Austria entra en Barcelona, era hijo bastardo de Felipe IV. Se acababa la invasión francesa de Cataluña, cuyo ejército cometió explotaciones y barbaries de todo tipo contra los catalanes, por ello estaban ansiosos de recuperar la integridad nacional de España. Felipe IV olvidó las revueltas antifiscales de algunos catalanes contra España, y les reintegró sus derechos. Revueltas antifiscales de todas las clases populares por una situación de crisis[14] social y económica no sólo en España sino también en Europa.
-Nueva invasión francesa en tiempos de Luis XIV.
En 1697 Francia vuelve a invadir Cataluña, que se recuperará cuando Luis XIV firmó la Paz de Ryjswick, que no sólo devolvió Cataluña a España sino también tuvo que devolver a sus respectivos dueños y señores, los otros territorios invadidos de Europa como Luxemburgo y algunas ciudades de Flandes.[15]
Muchos fueron los anónimos soldados que murieron por la independencia política de España y Cataluña de otra invasión de un enemigo histórico de España: Francia. De los ingentes soldados muertos, se conocen los nombres de algunos deellos por su valor en las guerras invasores contra el enemigo francés:
-El capitán José María Calderón de la Barca, hermano de nuestro universal dramaturgo.
-José de Plaza, capitán de Caballería que participó en la Guerra de Cataluña.
-Los soldados Julián Romero y Villamayor.[16]
-Francisco de Soto, Alonso de Monroy y Pedro Estériz o Estélez, fueron valientes soldados que combatieron en Lérida durante la Guerra de Cataluña.[17]
-Siglo XVIII, Guerra de Sucesión por la Monarquía Española.
Más tarde, a los inicios del siglo XVIII, viene la Guerra de Sucesión por la Monarquía Española entre los desgastados augsburgos y los borbones franceses que aspiraban dominar la monarquía española. Fue una guerra civil entre españoles y europeos. El nacionalismo radical catalanista, se ha inventado, según su ficcionaria historia, que, Cataluña, luchó por su independencia. Más bien se luchaba por la libertad de España.
Comprobemos con otra prueba historiográfica más, cómo Cataluña luchó por la libertad de España y su servicio a la Corona. La prueba la tenemos en el Pregón que promulgaron en 1711 las autoridades barcelonesas, cuando estaban asediadas por el ejército franco-español del Borbón Felipe V(1683-1746),Duque de Anjou y nieto deLuis XIV, elegido por el anterior Rey Carlos II (1665-1700), como sucesor suyo.
Las autoridades barcelonesas eran partidarias de que subiera al trono de España el Archiduque Carlos de Austria, de la Casa de Austria, al que se aliaron, además de los españoles y los austriacos, otros, como los holandeses, ingleses, portugueses y saboyanos. Barcelona estaba sitiada por las tropas franco-españolas de Felipe V. Entre estas autoridades antiborbónicas, estaban, la autoridad civil que representaba Rafael Casanova i Comes (1660-1743),y la autoridad militar, Antonio de Villarroel. Ambas en el pregón buscaban dilatar el asalto y establecer unas negociaciones con Felipe V. Leamos el pregón, dado el día 11 de septiembre de 1714:
PREGÓN.
Ahora, [¿?], se hace saber a todos en general, de parte de los tres Excelentísimos Comunes, tomado el parecer de los Señores de la Junta de Gobierno, personas asociadas, nobles, ciudadanos y Oficiales de guerra, que cada uno por sus medios están impidiendo la penetración de los enemigos en la ciudad, teniendo en cuenta que la deplorable infelicidad de esta ciudad en la que hoy reside la libertad de todo el Principado y de toda España está expuesta al último extremo de quedar sujeta a una completa esclavitud, notifican, amonestan y exhortan, como padres de la patria que se afligen por la desgracia irreparable que nos amenaza a causa de la suerte e injusto encono de las tropas franco-españolas, que, una vez hecha una seria reflexión sobre el estado en el que los enemigos del Rey N.S., de nuestra libertad y patria están ya apostados ocupando todas las brechas, cortaduras y baluartes del Portal Nuevo, Santa Clara, Levante y Santa Eulalia:
Se hace saber que, inmediatamente después de haber sido escuchado este pregón, todos los naturales, habitantes y demás gentes hábiles para el uso de las armas se presenten en las plazas de Junqueras, Borne y del Palacio a fin de que unidos con todos los Señores que representan a los Comunes, se puedan rechazar a los enemigos haciendo el último esfuerzo, esperando que Dios misericordioso mejorará nuestra suerte.
Se hace saber también que, siendo la esclavitud cierta y forzosa, en obligación de sus empleos, explican, declaran y manifiestan a los presentes y dan testimonio a los futuros, que han realizado los últimos exhortos y esfuerzos [posibles], protestando por todos los males, ruinas y desolaciones que sobrevengan a nuestra común y afligida patria y por el exterminio de todos los honores y privilegios [recibidos] quedando esclavos con los demás engañados españoles, y todos en esclavitud del dominio francés.
Pero hay que confiar en que todos, como verdaderos hijos de la patria amantes de la libertad, acudirán a los lugares señalados a fin de derramar gloriosamente su sangre por su rey, su honor, por la patria y por la libertad de toda España.
Y finalmente dicen y hacen saber que, si tras una hora de haber sido publicado este pregón, no comparece suficiente gente para llevar a cabo el propósito concebido, es forzoso, preciso y necesario hacer un llamamiento al enemigo y pedir capitulación antes de que se haga de noche para no exponer a la más lamentable ruina a la ciudad, para no exponerla a un saqueo general, la profanación de los santos Templos y al sacrificio de niños, mujeres y religiosos.
Y para que sea conocido por todos, que en voz alta, clara e inteligible sea divulgado por todas las calles de esta ciudad.
Dado en la Casa de la Excelentísima Ciudad residente en el portal de San Antonio, estando presentes los citados Excelentísimos señores y personas asociadas, a 11 de septiembre, a las 3 de la tarde, de 1714.[18]
A Rafael Casanova i Comes, la falsaria historia nacionalista de los siglos XIX, XX y XXI, distorsiona su figura histórica y la transforma en otro falso mito del nacionalismo independentista catalán en la conmemoración de Diada Nacional de Cataluña del 11 de Septiembre.
La verdadera historia, es que Casanova, como otros tantos paisanos suyos, defendía al heredero al trono de la dinastía de la Casa de Austria, el archiduque Carlos de Austria que pretendía alcanzar el trono de España, después de la muerte sin heredero de Carlos II de Habsburgo (1661-1700). Otros catalanes, eran partidarios de que el trono fuera del primer Rey Borbón de España, Felipe V.
Las tropas francoespañolas partidarias del primer Rey Borbón de España Felipe V,sitian Barcelona. El conseller en cap, Rafael Casanova i Comes, enarbola la bandera de Santa Eulalia, mientras la defiende. Sufre una herida y hace que un médico le falsifique un certificado de defunción. No deja ni rastro de su nombre en los documentos de los archivos. Delega la capitulación en otro consejero, y sale huyendo disfrazado de fraile[19] para vivir escondido, hasta que pasado el tiempo y el peligro, solicita y obtiene el perdón del Rey Felipe V.
La ciudad de Barcelona, no tiene más remedio que aceptar la rendición ante las fuerzas francoespañolas. Tanto Casanova como los catalanes antiborbónicos, no fueron objeto de venganzas y represalias por parte de Rey Borbón Felipe V. Más bien, fueron amnistiados y el Principado de Cataluña, con el paso del tiempo recibió, como en otras ocasiones similares que hemos visto, privilegios fiscales y administrativas.
Felipe V, no quiso que los catalanes antiborbónicos, fueran vejadosy recordaran las barbaridades de los franceses cuando en tiempos de Felipe IV, las rebeliones antifiscales y la despiadada represalia de Felipe IV, motivaron que los catalanes decidieran separarse de España y someterse al ejército de Francia. Sin embargo se equivocaron al elegir a Francia, porque padecieron las tropelías del despotismo francés. No les quedó más alternativa que la rebelión contra los franceses. Loscatalanes se reintegran en 1652 a España, tras rendirse al hijo bastardo de Felipe IV, Juan José de Austria (1629-1679) quien olvidó la actitud rebelde de los catalanes y les restituyó sus derechos.[20]
La resistencia de Casanova y Barcelona, no fue ni antiespañola ni por la independencia de Cataluña, sino antiborbónica, porque los catalanes defensores de un bando u otro, lucharon tanto por la libertad y la paz de España, para que fueran gobernados o bien bajo la antigua la Casa de Austria, o bien bajo la nueva Dinastía de los Borbones.
Esta es la verdadera historia de Cataluña, que forma parte de la Historiografía de España. Los que se han inventado una falsaria historia nacionalista sobre las mentiras del independentismo nacionalista antiespañol, y quienes las apoyan y promueven, no hacen más que arrojar por los agujeros negros del nacionalismo radical catalanista, a Cataluña y a España.
Diego Quiñones Estévez.
[1]Villanueva, Viaje literario, tomo XIII, pág. 227, citado por Fidel Fita Colomé (1835-1918), en una tergiversación nacionalista de la Historia de España y Cataluña, El Principado de Cataluña. Razón de este nombre, Edición Digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2007, Sección Historia, www.cervantesvirtual.com
[2]Domínguez Ortiz, Antonio, "La España de las tres culturas", y "La España de los Reyes Católicos", en España. Tres milenios de Historia, Edic. Marcial Pons, Madrid, 2003, p. 94, y p. 98-99, Cap. III y Cap. IV.
[3]Domínguez Ortiz, Antonio, "La España de los Reyes Católicos", en España. Tres milenios de Historia, Edic. Marcial Pons, Madrid, 2003, p. 101, Cap. IV.
[4]Menéndez Pelayo, Marcelino, "España se hizo una", en LA HISTORIA DE ESPAÑA, Edit.Ciudadela de los Libros, S.L.,Madrid, 2007, p. 115.
[5]Gracián Baltasar, EL CRITICÓN, Edit. Cátedra, Madrid, 1980, p.13.
[6]Ibídem, p. 519.
[7]Domínguez Ortiz, Antonio,"El marco político del siglo XVII español", en España. Tres milenios de Historia, Edic. Marcial Pons, Madrid, 2003, p. 172-8,Cap. IV.
[8]Gracián Baltasar, EL CRITICÓN, Edit. Cátedra, Madrid, 1980, p. 279.
[9]Ibídem, p. 292
[10]Ibídem.
[11]Ibídem, p. 798.
[12]Ibídem, p. 327.
[13]Ibídem, p. 383.
[14] Domínguez Ortiz, Antonio, "El marco político del siglo XVII español", en España. Tres milenios de Historia, Edic. Marcial Pons, Madrid, 2003, p. 176, Cap. VI.
[15]Ibídem, p. 181.
[16]Gracián Baltasar, EL CRITICÓN, Edit. Cátedra, Madrid, 1980, p.804
[17]Ibídem, p. 389.
[18]Coroleu, de José, y, Pella y Forgas, José, Los fueros de Cataluña, en Manzano, Antonio, "11 de Septiembre de 1714. Diada de Barcelona", viernes 11 de septiembre de 2009, en Revista Atenea. Seguridad y Defensa, DIARIO DIGITAL, sábado 04 de septiembre de 2010, en www.revistaatenea.es
[19] Díaz Villanueva, Fernando, "Per la patria y per la llibertat de toda Espanya", PASAJES DE LA HISTORIA DE ESPAÑA, artículo del 7-9-2007 en www.libertadidigital.com /
[20] Domínguez Ortiz, Antonio, "El marco político del siglo XVII español", en España. Tres milenios de Historia, págs. 172-179, C. VI.