La otra crisis: Gracias a Rajoy, podemos

Esta legislatura ha llegado a su fin y aún resuenan en nuestros oídos los gritos alborozados de los diputados de Podemos abandonando el Parlamento entre risas y posados de foto. Y es que aún no se acaban de creer que millones de españoles les hayan regalado un voto en blanco de confianza. Y no se lo acaban de creer porque ese escaño, que han ocupado durante estos cuatro meses, les viene grande. Porque una cosa es manifestarse en la calle, acampar en una plaza, impedir un desahucio o estar de ocupa en un edificio abandonado, y otra muy distinta es ser un referente para la sociedad, un modelo a seguir por los buenos modales mostrados y la honradez vivida. La toma de posesión de los diputados de Podemos, saltándose al gusto la fórmula establecida, es la clara demostración de que cualquier español podría llegar a ser diputado. Y eso, aunque nos pese ser realistas, no debería ser posible, pues la inmensa mayoría no tenemos la formación académica y humana requerida para tan alto cargo.

Hace tiempo que Pablo Iglesias afirmó que su partido no necesitaba hacer campaña, que ya se la estaba haciendo el Partido Popular y el PSOE por sus continuos escándalos de corrupción. Pero los antiguos votantes del PP pueden ir más allá y culpar a Rajoy de esta crisis institucional por incumplimiento de su programa electoral durante la pasada legislatura y por consentir que el Partido Popular haya dejado en papel mojado el humanismo cristiano que lo sustentaba.

Ya estamos en otra campaña electoral y los partidos ya no tienen nada nuevo que ofrecer a la ciudadanía. Eso significa que el resultado de las próximas elecciones volverá a repetirse. Rajoy, como candidato popular, podría ser fiel a sus principios y no sólo prometer el pleno empleo, una educación de élite o asegurar la unidad de España. Ahora que ya es sabedor de la intención del “borrón y cuenta nueva” de sus opositores, podría anunciar que si vuelve a ser presidente derogará las leyes injustas que Zapatero aprobó y que nos han precipitado en esta crisis que es más moral que económica. Señor Rajoy, de usted depende recuperar millones de votos o condenar a este país a un nuevo fracaso y a un futuro más que incierto. Ya dirá… o no.