Pocos recuerdan ya, excepto los protagonistas de tan lamentable suceso, el accidente de helicóptero sufrido por el señor Rajoy y la señora Esperanza Aguirre hace más de catorce años. Y nadie en su sano juicio se imaginaría jamás que, a la hora de salir de aquel helicóptero, el señor Rajoy hubiera perdido el tiempo por querer encontrar un consenso "de evacuación" entre todos los accidentados. Pues claro que no.
Por eso a muchos no les entra en la cabeza que el ahora presidente Rajoy haya aparcado la Ley de Gallardón de protección a la maternidad y al no nacido con la excusa de que no existe consenso entre todos los partidos políticos. Esta decisión muestra a las claras que el señor Rajoy no se acaba de creer que en el seno de toda mujer embarazada existe un nuevo ser humano. Esta dejación es imperdonable porque demuestra su falta de carácter e incapacidad para tomar decisiones, le pese a quien le pese. Pues aunque su ley se aprobara ahora y fuera derogada al día siguiente de dejar el poder; que será el próximo mes de noviembre; salvaría la vida a miles de españoles y haría felices a muchísimas familias que llevan años en las listas de espera de adopción.
Más aún, señor Rajoy, por una sola vida que su "ley aparcada" salvara, ya habría valido la pena su aprobación. ¿No lo cree usted?