La otra crisis: Recorte religioso popular

¿A alguien le puede extrañar que a un valenciano le guste la paella o a un catalán la butifarra? Entonces, ¿sería comprensible que alguien recogiera miles de firmas para presentar una queja por semejantes preferencias culinarias que la ley permite? Pues algo parecido está pasando en Andalucía con la Junta y la asignatura de Religión.

Y es que varios cientos de miles de andaluces han firmado un escrito para que el gobierno andaluz no reduzca a la mitad la carga lectiva de esta asignatura. Esto supondrá que los alumnos solo recibirán 45 minutos semanales de Religión, una sesión en vez de dos, y que la mitad de la plantilla de maestros se irá al paro.

A los sindicatos, delegaciones diocesanas, agrupaciones de profesores, Hermandades y todas las familias andaluzas que eligen cada año para sus hijos la asignatura de Religión, no les debería de extrañar que la Junta de Andalucía, presidida por una mujer socialista gracias al apoyo de Izquierda Unida, se decante por un laicismo que la ley educativa del Partido Popular le permite.

Así es, pues al ministro Wert no le ha dado la gana cambiar ese punto de la LOMCE que ofrece la posibilidad, a criterio de la consejería de educación de cada comunidad, de otorgar a la Religión una carga lectiva semanal mínima de 45 minutos u otra máxima de hora y media.

Pues eso, que ya sea por ideología; donde gobiernan partidos de izquierda; o por economía rastrera; donde gobierna el Partido Popular; la actual ley de Educación del Gobierno del señor Rajoy ha iniciado el proceso, que ninguna otra ley socialista anterior se atrevió a proponer, para que la asignatura de Religión desaparezca a corto plazo de nuestro sistema educativo. Para que luego digan que con Zapatero estábamos peor…