La ministra del Interior, Theresa May, afirmó que Gran Bretaña ya no tolerará a los que rechazan los valores de la democracia, la libertad de expresión, la igualdad y el Estado de Derecho en el país, y agregó que el extremismo islamista representa el problema más grave y generalizado contra estos valores.
"Para aquellos que eligen conscientemente rechazar los principios básicos de nuestra sociedad, el mensaje es claro: se acabó el juego", afirmó May en un discurso en Londres. "Ya no vamos a tolerar su comportamiento."
Desde el atentado del 11 de septiembre de 2001 contra los Estados Unidos, Gran Bretaña ha luchado para evitar el extremismo y la radicalización entre sus 2,8 millones de musulmanes.
Esta preocupación ha crecido en las islas británicas tras los atentados suicidas en el sistema de transporte de Londres en 2005 y el asesinato de un soldado británico en 2013 por jóvenes musulmanes británicos. A ello se suma que recientemente unos 600 británicos han viajado a combatir en Irak y Siria.
May señaló que no todos los extremismos llevan al terrorismo, pero que aquellos que difunden el odio tienen que ser abordados. May también llamó a los musulmanes a unirse en "una alianza" para derrotar a los extremistas.