¡Vaya semana! ¡Los dos debates! ¡Los cuatro
"debatientes" y el no "debatiente"! Éste ha calificado a
los cuatro muy contundentemente: "el traidor, la decepción, el marketing y
el odio". ¡Vaya mañana!
Me he levantado hoy, ya en Pascua, mirando al Cielo y al
panorama terreno en lo político.
La sensación se concreta en esta cuestión: ¿El techo,
la loza, el muro, impuesto o elegido, en cada caso, separa lo terreno y el
cielo, separa de la trascendencia? Quizá sí ¿Porque esta realidad separa del
otro, deja, y queda preso, a cada uno en su "cárcel", en su
"lado", en su "yo" sin poder amar ni servir, sin poder
donarse por nada ni por nadie? Pues quizá sí. Esto en el cada día lo puede
padecer en cierto grado toda persona. Todo hombre o mujer sin sentido de
trascendencia. También lo puede padecer el creyente hipócrita. Lo padecen
también los tibios y lo padecen también los creyentes 'seguros' de sí mismos
¿Mucha gente, no?
¡Qué cosas! Pero con la fe y la razón intento discernir.
¿Qué podrán decirse mutuamente todos éstos candidatos políticos el día 29 de
abril de 2019? Parece que nada, ¿no? Pues no. Tendrán que hablar, negociar y
pactar. ¿Qué nos podremos decir mutuamente los ciudadanos?Tendremos que seguir
pa'lante.
Advierto que desde "la progresía" se habla mucho
de "tolerancia y de diálogo sobre las mesas, propias e impropias".
¡Mentira! En política prácticamente nunca se dialoga con quien no se
necesita como apoyo para sacar adelante las alternativas de política económica
y social. Esta es una máxima inexorable, al uso, hasta de abuso, nada ingenua,
ajena de buenismo y voluntarismo (aunque suenen bien o mal a algunos). Esto ha
sido, es y será así en la política presupuestaria democrática en España.
¿Pero en los asuntos importantes, cruciales en el sostenimiento
del país, de la nación, de la patria, España, cómo vamos? Cojeando. De ahí la
necesidad de firmeza y altura de miras para las correctas negociaciones en lo
pragmático para el cuidado extremo de lo fundamental. El arte de envejecer
juntos no es una opción, es una obligación, una gran restricción. De esta
restricción junto a los talentos brota el alcance de los logros.
Es preciso a mi juicio el respeto a uno mismo y al otro, es
preciso abrirse a la Providencia, al rearme moral, realmarse, para toda tarea
social, política y económica.
Ojalá, es mi deseo, el centro derecha sume y sepa responder
con sus alternativas pragmáticas negociadas a toda España.
Hubo un consenso para la transición. Pero escasa en la
historia de España es la praxis del consenso.
Los consensos fueron sustituidos con mucha naturalidad
democrática por los apoyos presupuestarios nacionalistas que requirieron PSOE y
PP. Apoyos nacionalistas, algunos con "sibilina" deslealtad a España
o con ceguera por su ignorancia. En las filas de todos los partidos,
nutrían y/o succionaban 'el veneno' que narcotizaba y que iba, consciente
o inconscientemente, intentando romper la Patria, España.
Hay muchos enemigos de España. ¡España es inmensa!, su corazón
dilatado da cabida a todos los que en España residen. Lamentablemente aún, en
relación al consenso patrio democrático, no respondemos de la misma manera, con
la misma altura de miras, con la que lo hace USA, Alemania, Francia o
Inglaterra,.... Nuestro camino debemos trazarlo. El centro derecha deberá estar
a la altura en la defensa de la libertad y del cuidado de la confianza mutua.
La izquierda también, pero su papel hoy genera mucha incertidumbre, dudas,
respecto a su ruta. Reconozco que a todos necesito, que todos nos necesitamos
en España, porque somos individuos libres tremendamente interdependientes.
Cuidemos la confianza. Cuidémonos sin ingenuidades, con claridad y firmeza.