Notre Dame, Occidente, libertad, fe y razón, asideros.

¡Cicerón, gran discernimiento!, véase la cita, aunque bien es cierto que caso no le hicieron en el dispendio. Habló desde el centro de la metrópoli de un imperio mayor que Europa hoy (no caigo en anacronismos).

Roma cayó y se refundó con la sabia grecorromana y judeocristiana, se fundó la Iglesia. Desde los clásicos, dando paso al paso siguiente, con toda la historia completa. No hay brincos imposibles en la historia, todo pende y se apoya en el escalón previo, en el paso anterior, del cual Occidente siempre ha intentado aprender y evolucionar desde su fundamentos. Así, con todo, Occidente transitó la fantástica  Edad Media, falsamente motejada de oscura, donde desde los monasterios y conventos cuajaron las universidades analizando todos los escalones y pasos anteriores y orientando sobre los futuros.

Occidente se adentró en el renacimiento, retornó a los clásicos, la ilustración, el escepticismo, la revolución francesa, Notre Dame, el necesario diálogo entre Fe y Razón, sus tensiones,... los iluminati, entró en la revolución francesa, revolución industrial, el capitalismo, el discurso del marxismo, y sus consecuencias nefastas, arrastramos las pretensiones dicotómicas entre fe y razón, entre fe y ciencia, pasó por la primera guerra mundial,  el periodo de entreguerras y crack del 29, la segunda guerra mundial, las relecturas keynesianas y liberales frente a las marxistas.... ¡Occidente! ¿Dónde estás?, ¿Dónde estamos?  ¿Cuál es tu oriente? ¿O estás, o estamos desorientados?

En un punto de relativismo, postmodernismo, plagados de eufemismos, en que se reniega del pasado, se desprecia lo viejo, no se quiere saber de dónde venimos. Lo disfrazado  como nuevo, los nuevos derechos, muchos espurios, se endiosan en los ardientes afanes de novedades, Rerum Novarum Cupidine, experimentos sociales colmados de utopías no sostenibles, pues no se sustentan en deberes, obligaciones o responsabilidades. Todo esto también nos lo enseñan los clásicos y las tradiciones, las raíces de Occidente, cuando tratan las idolatrías, en sus múltiples formas.

Pero como ocurrió siempre, con Cicerón, con Jesucristo, como con los profetas, como con Descartes, como con Inmanuel Kant, muchos no hicieron caso, entretenidos y alienados en tareas propias e impropias. Necesitando, darnos cuenta, eso sí, siempre, lo ya enunciado por Cicerón, de que "la gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado". Churchill, Margareth Thatcher,..., mis padres y mucha gente, como atalayas, lo advierten, yo mismo, permítanme, también.

¡Cuidémonos! Lloro por Notre Dame, necesitamos los dos asideros, beber de nuevo de las fuentes: de la Razón, la ciencia, y del Evangelio, la fe.

Con  ellos nuestros pasos y los siguientes recuperarán y orientarán el tino de Occidente.

Ahora nos toca a nosotros caminar, cabalgar y trasladar el testigo. Los que debemos realmente cabalgar somos todos y cada uno.

Hoy es Jueves Santo día del amor fraterno. Día profundo para la cristiandad, también para Occidente y para todo el mundo, desde sus maneras y lecturas. ¡Dimensión sublime! Íntima y exteriorizada, cada uno a su manera.

¡Hay mucho que hacer y cabalgar! Debemos también recordar y aprender de lo andado, al paso, al trote y al galope en nuestro cabalgar y el de nuestros padres y abuelos.

¡Sorpréndanse los "nuevos" y revisemos nuestras flojeras! Hoy comenzaba por los años 60 del siglo XX las mayores vacaciones que al año tenía mi padre, el abuelo Manolo y la abuela Charo, 2 días libres. Único "finde" del año que empezaba un miércoles tarde. Insisto, único al año. ¡Ah y el sábado el abuelo, mi padre,  venía a las 7 la mañana a trabajar a Santa Cruz de Tenerife y regresaba a las Américas a las 4 de la tarde. Cansado y contento. ¡Historia concreta importantísima!, como la de cada uno. "Ora et labora", Peldaño para sostenerse y avanzar.  Asideros el orar y el trabajar en el que me he apoyado porque me los transmitieron. Y asideros firmes para nuestros hijos y generaciones venideras, para Occidente y el mundo entero, porque seguimos y seguirán transmitiéndoles el Amor Fraterno, La Fe y la Razón. Un abrazo amigos, La Paz. ¡Ánimo y a Servir!