Me plantea un joven amigo y brillante
ex-alumno su inquietud por la situación económica durante la crisis y también
se hacía eco de la buena gestión económica llevada a cabo por el gobierno, a la
vez de que insistía en la importancia que tiene cambiar el Producto Interior
Bruto (PIB) por otro tipo de Indicadores como el Índice de Desarrollo Humano
(IDH) u otros.
Mi respuesta fue: Eso de sustituir el pib por otros conceptos es
un discurso antiguo, recuerdo las preciosas clases que el profesor Gumersindo Ruiz
vino a darnos a la facultad de económicas de la universidad de La Laguna allá
por 1980, me sorprendía y excitaba su crítica al pib y a todo lo que se moviera
en la ortodoxia, siendo él muy ortodoxo. Estas cuestiones hasta catedráticos ha
producido, pero ahora mayormente creo es una cuestión sin recorrido ni fundamento verdaderamente práctico o
pragmático desde la microeconomía ni desde la macro.
Cuando vemos
objetivamente la prelación de países resulta que las correlaciones con el
pib y su ordenación prácticamente se mantienen con las del resto de
indicadores. Así que creo es un discurso mayormente espurio, sesgado e
inútil, salvo en algunos campos curriculares académicos o para entretenimiento
y/o ruido. Ni siquiera lo considero útil para quienes hoy lo suelen proponer,
comúnmente desde reivindicaciones políticas y sociales de la izquierda y
los populismos. Dado un indicador, el que sea, la mejora de un país
se mide respecto a su valor previo y punto. Estas discusiones, aún asumiendo
que las ciencias sociales no son deterministas, sobre que 'mi metro es mejor
que tu milla' o 'mi grado centígrado es mejor que el grado kelvin' para
mí sinceramente son meras estupideces, ganas de enredar y perder el
tiempo.
No hay posibilidad, o es muy improbable, de que mejore un país
según criterio del pib y no lo haga según el idh,.... Cosa por otra parte
normal porque la gente sabe distinguir cuándo está mejor y cuándo está peor.
Insisto, es una cuestión nada relevante
cuando medimos variaciones respecto de la posición previa de cada país.
Hay hasta Índices de la felicidad (IF) implementados en el Bután. ¿Eso,
el índice IF ayuda al Bután a mejorar su posición? No. Quizá salga, cuando sólo
se mira el mismo país, aparentemente o estéticamente mejor en la foto en tanto
usa criterios que le son más favorables respecto a los criterios del pib o del
idh, pero sólo mejorará si su valor crece y empeorará si decrece, sea cual
sea el indicador. Descansemos pues de estos empeños inútiles.
Creo
no debe ser objeto de mayor atención. Pero lo que sí hay que hacer es asumir la
fuerte interdependencia mutua entre agentes y países en los contextos abiertos
y global, cuidar el crecimiento, generando confianza, riqueza, ahorro,
inversión, productividad, competencia, producción, servicios y empleo.
¡Tranquilos pues al respecto y centrémonos en lo importante!, atentos a la
confianza y a generarla, atentos a la productividad, a la competitividad,
a la eficiencia, al riego, a las compras que son las ventas y viceversa,
pues eso sí genera mejora, crecimiento y desarrollo medido en el pib, en el idh
y en el if. Todos valen pero del que más me fío es del pib. Estas mediciones
son fruto de las convenciones que hayamos acordado.
Una vez acordado procedo,
procedamos, en el análisis sin complejos. Estas discusiones suelen generar
ansiedad, estrés y a veces rabia en los que salen en peores posiciones,
todas ellas relativas, nada es absoluto; no te lo permiten. ¡El relativismo
cansa, agota y no conduce a mejora alguna! ¡Ánimo y a servir!