¿Draghi y Errejón de la mano? ¡Hay que ver cómo
son las cosas! Mi padre me decía no te lances a juzgarlas. Sopésalas.
Pondéralas y fórmate opinión razonada, con sentido. Me sorprendió escuchar a I.
Errejón sentado en su escaño 'arropándose' en Mario Draghi presidente del Banco
Central Europeo (BCE) al haber dicho éste que los salarios en Europa debieran
subir. Que conste que me encantaría que me subieran mi salario. Mi sorpresa no
fue sólo por lo de la subida salarial, sino porque se agarrara a la opinión de
Draghi. Algo que afirmaba Errejón llevaba diciéndolo desde hace dos años. Me
sorprendieron las dos cosas. ¿Con anterioridad a esos dos años no reclamaban
Podemos e IU subidas salariales? Creo que esa reclamación es crónica, genética,
en tales filas mientras no asuman la perspectiva empresarial, mientras no sean
ellos quienes paguen esos salarios más altos. ¡Que sean siempre otros los que
procedan a pagarlos! Contrasté la verosimilitud de la opinión de Draghi y
efectivamente la afirmó, tal cual. Amparándose en que 'ya había transcurrido
demasiado tiempo en que los salarios crecían menos que la productividad'. Me
extrañó esta manera de alongarse al mercado de trabajo del presidente del BCE,
máximo responsable de la política monetaria ¿Porqué la 'testa' de la Autoridad
Monetaria (A.M.) dice tal cosa? Aunque es normal ver la perspectiva
macroeconómica en los informes y discursos de la A.M.
¿Por qué entra así en
competencias que no le son propias? ¿Qué puede estar pasando aquí para que de
repente se vea el mundo económico al revés? Tratar sobre los salarios se
corresponde con políticas de Oferta y
esto le queda, por ahora, lejos a Draghi. Es cuestión de los agentes sociales,
del respectivo gobierno nacional, de la competitividad y la productividad
existente. Busco posibles justificaciones. Hay una, que creo ingenua, que
descansa en el agotamiento del margen de la política monetaria para expandir la Demanda, los tipos de interés más no
pueden bajar. Como esto no tira. ¿Qué se le ocurre a Draghi? Pues
nada. Que tiren otros. ¿Quiénes? Los empresarios. Y se queda tan pancho.
¿Estarán hablando Draghi y Errejón con los datos de la Economía española? No.
Ni el uno, ni el otro. La productividad en España tiene deficiencias
estructurales y ese diagnóstico de que ha crecido más que los salarios en
general no se sostiene. Quizá sí en algunos entornos europeos y en
empresas concretas. Si así fuera aquí los empresarios españoles habrían
renunciado a maximizar sus posibles beneficios no contratando más trabajadores.
Esto no ha sido así en España. Hemos vivido una tremenda crisis y las
pérdidas y los cierres de empresas han sido tremendas. En el mercado de
trabajo hay instalada mucha rigidez y un exceso de oferta que colocó el
paro en el 27% aunque vamos mejorando poco a poco hasta situarmos sobre el 19%
tras los ajustes y las reformas.
La rigidez salarial a la baja ha sido y es
causa primera del paro salvo que la causa sea que las empresas no vendan por
insuficiencia de demanda, por exceso de oferta en los mercados de bienes
o por rigidez de precios a la baja. Si los empresarios no vendieran, por
mucho que caiga los salarios los empresarios no contratarían más trabajadores.
Si así fuera, la mejor estrategia sindical es la reivindicación de mayores salarios
para los ya ocupados. Pero los parados estarían 'condenados'. Si no se
incrementan las ventas nadie contratará más trabajadores. Esto es el paro keynesiano o de exceso de oferta generalizado en los
mercados de bienes y de trabajo. Se trata pues de que los empresarios
vendan más. La subida salarial sólo se justificaría en sectores con incrementos
en productividad, de ahí la virtud de la
reforma laboral apostando por la flexibilidad de convenios de empresas
respecto a los caducos e inoperativos, por rígidos, convenios colectivos por
sectores y territorio. Racionalmente, choca con la existencia de paro las
subidas salariales. Es una demanda voluntarista, un deseo mio y de los
trabajadores (oferentes) que no es factible. Porque alguien lo tiene que pagar
y ese alguién no está en condiciones, ni en el sector privado ni el público. No
aparece. Sin embargo, Draghi con su inoperante instrumento monetario mira para
otro lado y dice a los empresarios págenlo. ¿Por qué? ¿Cómo bajaría el
paro de los 3,7 millones y del 19% si subieran los salarios? Yo no lo
veo. Tal opción creo no tiene fundamento económico sino sólo voluntarismo
político, cosa que, por lo que se ve, parecen compartir I.Errejón y M. Draghi.
¿Preocupante coincidencia?
No obstante, un gran colega, mi amigo D. Cova,
me apunta que Draghi dice más cosas. Errejón se agarra sólo a lo que más le
interesa. Seguramente no le gustaría el discurso de más reformas de los mercados, de la racionalización
del gasto público y de un mejor
esquema fiscal. ¿La subida del salario mínimo y la reducción de
impuestos pudieran ser medidas adecuadas para una economía con el instrumento
de política monetaria inoperativo por la 'LM plana' (esto es expresión técnica
de existencia de trampa de la liquidez en la que estamos)? Quizá. Aunque
no acabo de verlo. ¡Quizá la subida del salario mínimo y la reducción de
impuestos tenga algún efecto positivo si no aumentara el paro, pero eso no es
posible con la subida de los salarios. El paquete, apunta mi amigo D. Cova,
debiera ser completo y muy coordinado para que sea algo efectivo. Pero insisto,
no acabo de creérmelo por descansar en el reclamo no razonado ni sostenible de
mayores pagos de salarios por las empresas y porque va de la mano de mayor
rigidez laboral. La verosimilitud de la expansión de la producción, de las
ventas y del empleo (reducción del paro) pasa por mayor flexibilidad y
competitividad en los mercados de bienes y de trabajo (en precios y salarios),
mejorar las tecnologías y la productividad, por la acumulación de capital,
el ahorro y la inversión productiva. Si la gente que hoy no consigue trabajar,
3,7 millones de personas, se pudiera emplear con los salarios vigentes o
menores la Demanda sí podría crecer.
Los incrementos salariales son factibles si van asociados a incrementos de
productividad y ventas. En pretensión fallida queda toda política y política
económica que se olvide de esto. Espero papá sólo contribuir al debate
exponiéndolo razonadamente y sin lanzarme.