¡SOS! A LAS INTELIGENCIAS

En España hay, tiene que haber, seguro que las hay, personas con inteligencia, buen hacer, trayectoria profesional y privada honesta, sentido del deber y la justicia…, además de preocupación por intentar resolver los problemas tan duros que afectan a un gran número de ciudadanos con los que convivimos. Digo, pues, que estas personas, existen y desempeñarían un papel decisivo en el gobierno de nuestra nación.

Estas inteligencias nos están haciendo falta y no pueden permanecer indiferentes ante las injusticias, engaños, corrupciones que se van cometiendo, como tampoco permitir que otras ideologías de corte marxista, seduzcan a buena parte del electorado con promesas que no dieron resultado en el pasado ni tampoco lo siguen dando en la actualidad. Lo que ya está plenamente demostrado y fracasado no hay por qué revivirlo. Solo los que ignoran al valor de la persona y lo que es trabajar por el bien común quieren repetir las mismas experiencias, porque ellos y sólo ellos, saldrían beneficiados.

Es urgente reconstruir la esperanza de los españoles dándoles un mensaje de esperanza creíble y no solo por sus promesas entusiastas, sus formas convincentes de hablar, sus gestos estudiados, sino por la transparencia y honestidad que ya han demostrado y siguen demostrando en sus quehaceres habituales. Es decir, para remachar por sobresalir en sus vidas en aquello de “obras son amores y no buenas razones”.

Existe demasiada corrupción sin castigo (habría material para empedrar las calles de nuestras ciudades). En muchos casos la justicia se ralentiza y se tambalea. El derecho a la vida retrocede, la educación está en la cola europea… Por eso, al carecer de criterios sanos permanentes, van sucediéndose los nuevos gobiernos montados en la ambición, el ansia de poder, el orgullo…

Nos hace falta, nos urge, encontrar personas que sepan renunciar a su bienestar personal, que sepan huir del individualismo para sentirse responsables del bien común, que no sean presas fáciles del dinero o del poder. ¿Difícil? Puede, pero no imposible.

Por eso lanzo un ¡SOS! a las inteligencias: economistas, ingenieros, abogados, médicos, profesores, catedráticos, empresarios…con deseos sinceros de ofrecer sus conocimientos y experiencias limpias para plasmarlas en una nación. ¿Por qué no os movéis? Perder la tranquilidad “pachorrona”, es crecer en paz, en satisfacción y alegría auténticas. Es aprovechar la corta vida de que disponemos para hacerla rendir al máximo, en una causa tan justa. Al hoyo sólo van los que no negocian diligente y transparentemente con sus talentos. ¡Todo tiene su premio o su castigo! Buscar, pues, entre familiares, amigos, conocidos, colegas… También valen los políticos cansados de tanta mentira: el recomenzar es animante y la experiencia bien aplicada, es un valor en alza.

¡SOS! también a todas las inteligencias más o menos cultivadas para que sepan reconocer las ofertas de los nuevos líderes con un práctico sentido común, no fiándose de las promesas ambiguas que tantas veces han fracasado. Es muy fácil ofrecer la luna, pero ¿saben esos líderes cómo tienen que construir las escaleras para bajar el satélite hasta el Parlamento?

El pueblo tiene que saber distinguir (ya no vale decir: “yo no entiendo”) las opciones y ofertas que compaginen con su dignidad; es muy importante reconocerse como persona para saber que no todo es aceptable.

Los que votan reflexionando tienen la cultura, al menos, del sentido común; los que ignoran ese deber cívico están perdidos, ni podrán exigir, ni sabrán exigir.