Harta de que su hija cometa “bullying” la expone en Facebook como castigo

"Para aquellos que critican a la mamá, nótese que el castigo debe ajustarse al acto cometido. La hija tiene que ser consciente del impacto de sus acciones", otro usuario apuntó a que la decisión de la madre fue la mejor pues "así pudo detener algo que podría convertirse en algo peor". "La madre no hace 'bullying' a su hija, simplemente la puso en su lugar por algo que la menor hizo mal", agregó alguien más.

Sin embargo, a la madre parecen no importarle los malos comentarios pues no ha retirado la imagen de su perfil en la popular red social, además de reafirmar que la pequeña debe actuar apropiadamente. Y es que Cara señaló que "era la última vía que me quedaba para que mi hija entendiera lo que había hecho", pues en múltiples ocasiones la había castigado sin salir de casa y la había obligado a que portara siempre un manual de buena conducta".

La especialista Verónica González apunta a que "es muy importante que como padres enseñemos a nuestros hijos que tenemos que hacernos responsables de nuestros actos y que a toda acción hay una reacción, sin embargo nunca debemos utilizar estrategias negativas o 'castigos' que atenten contra su integridad física y dignidad humana".

Asimismo, expone que la disciplina de nuestros hijos "no debe ser basada en castigos sino en consecuencias, y estas consecuencias siempre deben  ir encaminadas a corregir  el acto negativo con su opuesto. Es decir, la estrategia que utilizó esta madre en Carolina de Norte fue totalmente equivocada, ya que está realizando la misma acción que supuestamente intenta 'corregir', pues utilizó las redes sociales para exhibir a su hija".

Agrega que "la idea central  de deshacerse de su iPod para apoyar una fundación de 'bullying'  era una consecuencia adecuada para que la niña  reflexionara  que la tecnología no debe usarse para dañar a otras personas, pero el exhibirla de esa manera en las redes sociales como si fuera una delincuente, nos da a entender que justamente el comportamiento de la niña es derivado a que ha crecido en un ambiente hostil y  la respuesta de agredir y dañar a otros es lo que ha aprendido de su madre. Tengamos presente que el mejor método de disciplina que podemos implementar es aquél que conjuga la bondad, la firmeza y se orienta con la responsabilidad".

De acuerdo a la especialista Karen García Madrigal, el problema del "bullying" inicia en el hogar pues pone en evidencia la falta de comunicación que existe entre padre e hijos. Asimismo,  considera que es necesario que los padres comuniquen a sus hijos que el acoso no es normal y que por tanto, nadie puede molestarlos, y que de hacerlo, deben reportarlo con las autoridades escolares y a ellos mismos para poner alto a estas amenazas físicas y psicológicas.

Inconformes o no con la decisión de Schneider, lo que es cierto es que la violencia entre menores es un problema real, no sólo en Estados Unidos sino en el mundo entero. Para muestra, en nuestro país este mal aumentó en 10 por ciento entre 2010 y 2012 de acuerdo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por su parte, expuso que México encabeza la lista con este problema ya que 18 millones 781 mil 875 alumnos de primaria y secundaria sufrieron acoso escolar, tanto en escuelas públicas como privadas.

En Estados Unidos la situación no es mejor pues anualmente 90 mil menores ingresaron a la zona de urgencia de los hospitales víctimas de bullying como lo dio a conocer la revista Pediatrics. De los ingresados, 40 por ciento sufrieron lesiones menores como cortes y moretones, 12 por ciento; fracturas, 10 por ciento; daños cerebrales y un siete por ciento, daños musculares