Acabo de publicar una monografía dedicada a la Nueva Estética, desde sus primeras iniciativas hasta las manifestaciones más recientes vinculadas especialmente a la renovación del arte sacro en el seno del Camino Neocatecumenal. El libro ha sido publicado por la editorial Bendita María y se puede adquirir por internet a través de este enlace: http://www.buenanueva.es/tienda/lectio/hacia-una-nueva-estetica/
En el arte sacro se puede detectar una vuelta a modelos iconográficos del pasado. No son pocas las obras e iniciativas artísticas donde se intenta una recuperación de modelos figurativos que sirvan de nuevo para transmitir las verdades de fe en un mundo en progresiva descristianización.
Dentro de esta corriente se puede ubicar la obra del español Kiko Argüello (León, 1939), pintor y fundador del Camino Neocatecumenal, itinerario de iniciación cristiana que surge a raíz del Concilio Vaticano II. En el seno de esta realidad eclesial ha tenido lugar una renovación artística que trata de llevar a la parroquia la imagen de “una aldea celeste frente a la aldea global... Un espacio donde realmente se crea un pueblo nuevo”.
Tanto en pintura como en arquitectura, el proyecto de Nueva Estética del Camino Neocatecumenal sigue la máxima de Eugenio D´Ors: “lo que no es tradición es plagio”. De esta manera aplican el “principio adaptativo” propuesto por Leon Battista Alberti en De re ædificatoria (1450): “para edificar en el presente y generar la arquitectura del futuro hay que basarse en las construcciones del pasado”.
Esta renovación se centra en dos puntos: el primero es crear espacios arquitectónicos nuevos y el segundo la recuperación del icono en el arte occidental.
Para afrontar el reto de la actual sociedad global, secularizada y descristianizada, el Camino Neocatecumenal asume la tradición artística eclesial, innovando a partir de estas formas modélicas que nos preceden. La tradición inspira los nuevos modos de anunciar a Cristo en medio de esta generación para determinar así la Nueva Evangelización de Tercer Milenio.
Este libro pretende exponer en un lenguaje sencillo y en tono divulgativo este canon de Nueva Estética, explicando el simbolismo de los distintos tipos arquitectónicos (Templos, catecumeniums, complejos parroquiales, etc.) o la recuperación del fresco y la iconografía tradicional como pintura catequética. Analizamos el ciclo de pinturas de la denominada “corona mistérica”, y otras tablas famosas en el neocatecumenado como la Virgen del Camino, el Icono de la Sagrada Familia o la Virgen del Tercer Milenio. Finalmente nos ocupamos de otras manifestaciones artísticas de la Nueva Estética como el ajuar litúrgico, la música o la danza extralitúrgica.
Hay quien establece similitudes entre la labor evangelizadora llevada a cabo por Kiko Argüello con otras figuras de la historia de la Iglesia. Se le ha comparado con san Felipe Neri, quien empleaba la música y el teatro para reforzar una predicación de por sí muy directa y existencial. Otros apelan al ejemplo de Romano, el Meloda, quien musicalizó entre los siglos V y VI “salmos” e “himnos” (kontakion) para la celebración del oficio divino, acompañados de iconos portátiles de grandes dimensiones. No falta quien alude al parecido con Alberto Chmielowski (1845