CAMINEO.INFO.- Nosotros nos cansamos de rezar, no cumplimos nuestros compromisos de oración, siempre
acabamos un poco antes, tenemos la impresión de que la plegaria no sirve
demasiado, que no es demasiado útil. Por esto tenemos la tentación constante de
dedicarnos a tareas más prácticas.
En cambio el evangelio nos enseña hoy: “es necesario
orar siempre, sin desfallecer”. Que gran belleza y
profundidad hay en estas palabras... “es necesario orar siempre, sin
desfallecer”.
Que contraste: por un lado, nosotros que nos cuesta mucho
rezar media hora, y por otro lado, Jesús que nos anima, nos exhorta, hoy a cada
uno de nosotros, a rezar siempre, sin desfallecer.
Y el argumento que Jesús nos da para rezar siempre, sin
desfallecer, es de lo más claro y contundente que pueda haber: si un juez
injusto al final se deja convencer por el ruego de una viuda, mucho más, mucho
más, Dios que es bueno y nos ama escuchará aquellos que le invocan y responderá
a sus peticiones. Argumento al que no le podemos poner ninguna objeción.
Pero aunque Jesús nos anime a una oración perseverante,
intensa, esperanzada, a nosotros nos cuesta la plegaria.
¿Por qué nos cuesta la plegaria? Hay muchos motivos:
Dos que vienen del mundo:
. El estilo de vida que llevamos (corriendo, sin
pararnos, sin saber hacer silencio, pendientes de las pantallitas).
. Los valores del mundo (consumo, éxito,
materialismo, inmediatez).
Dos de aspecto
espiritual:
. Estamos poco empapados de la Palabra de Dios.
No nos hemos encontrado con Jesús en la Palabra.
. Yo creo
que nos cuesta la oración porque hay poca fe. Y lo explico un poco más...
La pregunta final que hace Jesús es muy fuerte: “Pero, cuando venga el
Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?”. ¡¡Está vinculando la
oración con la fe!! De qué depende tu oración, de tu fe.
Esta ligadura, “oración-fe”, nos permite decir: dime cómo rezas y te diré
cómo va tu fe. La oración nace de la fe. La fe es la fuente de la oración.
Dicho al revés: la oración es una expresión de la fe. Ergo poca oración == poca
fe.
En este sentido qué imagen más potente nos da la primera lectura: cuando
Moisés reza con los brazos extendidos, los judíos ganan la batalla, cuando no
reza, la pierden. ¡¡Brutal!!
Nosotros somos el nuevo Moisés. ¡¡No lo dudéis!! De nuestra oración depende la guerra entre el
bien y el mal. ¡¡Si nuestra oración desfallece, el mal avanza!! ‘’No lo
dudéis!! Si somos fieles a la oración, el bien avanza y el mal retrocede. ¡¡No
lo dudéis!!
¡¡Y digo no lo dudéis, porque si no dudas de esto, entonces rezas!! ¡¡Fe y
oración van unidos!!
Llevamos cinco viernes desarrollando el Curso alpha. Un elemento esencial
del Curso alpha es la confianza en la fuerza de la oración. Cuatro momentos muy
claros:
1. Mientras se desarrolla la cena, unas personas
están rezando, en la capilla del Santísimo, de San Esteban.
2. En cada mesa hay dos responsables, uno habla y
el otro reza.
3. Antes de la cena todo el equipo responsable
(cocineros, ayudantes, los responsables de mesas, ponente, sacerdote,...) nos
encontramos un rato para rezar.
4. Después de la charla, mientras se hablas en
las mesas, cocineros, ayudantes, ponente, sacerdote, volvemos a la capillita
del Centro Parroquial a rezar.
El Curso alpha incorpora perfectamente la confianza en la fuerza de la
oración. Un Curso alpha sin oración no se entendería. Sería una actividad donde
sólo confiaríamos en nuestras fuerzas naturales y no en la fuerza de Dios que
toca los corazones. Quisiera que la filosofía alpha impregnase toda nuestra
parroquia.
Parece como si la pregunta: “¿Encontrará esta fe en la tierra?
quisiera suscitar un aumento de fe por parte nuestra. Jesús dice que Dios les
hará justicia muy pronto, de Dios no duda, su duda está en nuestra fe. Poca fe,
poca oración. ¡¡Pidamos más fe!! Nuestra fe crea un espacio para la acción de Dios.
Vuelvo a lo que decía en el inicio, nosotros nos cansamos
de rezar, no cumplimos nuestros
compromisos de oración, siempre acabamos un poco antes, tenemos la impresión de
que la oración no sirve demasiado, porque tenemos poca fe...
¡¡Pidamos más fe!! ¡¡y rezaremos más!! ¡Y Dios actuará
más!