CAMINEO.INFO.- Éste es uno de estos evangelios que los
puedes ir comentando frase a frase. Es lo que haré. Y recordad que aquello que
Jesús dice a sus discípulos a nosotros nos lo dice. No escuchemos sus palabras como una cosa que
Jesús dijo, sino como unas palabras que Jesús me dice a mí, hoy.
“En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos”. ¡Doce! ¡No! Setenta y dos. Jesús no
envía los doce, envía a los setenta y dos, cosa que nos habla de que todos
somos enviados a comunicar la Buena Nueva. ¡Todos!
Nos ha de preocupar que no conozcan a Cristo. Alguna cosa
falla si no sabemos transmitir toda la belleza que hay en Cristo. No podemos
quedar indiferentes ante tantos y tantas que no creen.
“… los envió por delante...”, hemos de sentirnos enviados. ¡Muy importante! No soy yo
que me motivo a evangelizar. Soy yo que me descubro enviado por Jesús a
evangelizar. La perspectiva es muy diferente. Este descubrimiento se palpa en
la oración.
“La mies es abundante y los obreros pocos”. Sentido de urgencia: “abundante...” y
“pocos”. En aquella cultura agraria tienen muy claro que el tiempo de la siega
es importantísimo, y es un tiempo breve, ni demasiado pronto ni demasiado
tarde. ¡La siega es urgente! ¡La tarea de evangelizar es urgente!
Jesús podría hablar de sembradores, pero
habla de segadores. Somos segadores porque es Dios quien siembra un montón de
semillas en el corazón del hombre. Cuando vamos a evangelizar pensemos en esto:
“Jesús ha tocado este corazón a quien
ahora me dirijo. “Jesús ya ha hecho faena” “El Padre no deja de trabajar, y yo
también trabajo”, dice Jesús. El corazón del hombre está muy bien hecho...
Sólo Dios, la verdad, la belleza, consiguen llenarlo.
“Rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies”. Una de les dos cosas concretas por la cual Jesús nos
pide que recemos. ¡No podemos dejar de hacerlo!
“¡Poneos en camino! Poneos en camino,
Imperativo. Es una orden directa de Jesús. ¿Qué haremos con ella?
“Os mando como corderos en medio de lobos”. “Si defiendo la Iglesia se meten conmigo”. “Si digo que voy a misa me
hacen burla”. “Me critican por ser cristiano”. Enviados como corderos
en medio de lobos. Hoy más que en otras épocas. Pero atención, ¡esto no
evita la misión! Jesús lo reconoce: “el ambiente es complicado, pero te envío,
ponte en camino”.
Una idea motivante: Evangelizamos desde la libertad, pero
también desde el firme convencimiento de que estamos ofreciendo lo mejor.
Nosotros no decimos: “he aquí una oferta más dentro del abanico de concepciones
del hombre”. No ofrecemos una oferta más, sino la mejor y la única que tiene
capacidad de realizar al hombre auténtico. Nosotros no hacemos propaganda. Lo
que hacemos es compartir lo que nos llena y nos da la vida.
“No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias”. Les hace unas recomendaciones para que abandonen las
seguridades humanas, las visiones humanas y entren en el camino de la confianza
en Dios, el camino del abandono en manos de Dios. Sólo necesitan (necesitamos)
el poder de Dios. Dios está con ellos (con nosotros). La regla de oro de la
misión es la confianza total en Dios y en su providencia. Evangelizamos porque
confiamos en Dios, no porque tengamos mucha confianza en nosotros mismos.
“No os detengáis a saludar a nadie por el camino”. Jesús no les dice que sean maleducados. Los saludos
protocolarios de la cultura judía se alargaban bastante, Las palabras de Jesús
hablan de la urgencia de la misión. Los discípulos de Jesús han de centrarse
como un atleta lo hace antes de una competición importante. Como un bombero
delante de un fuego. O un médico en una operación. Las distracciones en estos casos pueden ser
fatales. El discípulo de Jesús no se puede parar en nada que le distraiga de su
deber.
“Los setenta y dos
volvieron muy contentos”. La alegría del
misionero. Evangelizar llena el corazón, da alegría. Haced la prueba. En la
Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium
hay un apartado que se titula: “La dulce
y confortadora alegría de evangelizar”. Ocasión de evangelizar: en
setiembre empezaremos un curso alpha. Cenas evangelizadoras. Id pensando y
rezando.
“Señor, hasta los
demonios se nos someten en tu nombre”. Dios actúa a través nuestro. Confianza y mucha esperanza. ¡¡Esperemos
milagros!! ¡¡Claro que sí!!
“Estad alegres
porque vuestros nombres están inscritos en el cielo”. La fuente de la verdadera alegría...
Acabo ya, con una frase del Cardenal Ricardo María
Carles: “No os preguntéis si a la gente le interesa o no le interesa que le
habléis de Dios, los santos tienen necesidad de hablar de lo mejor que llevan
dentro”. Pues eso: hablar de ...