CAMINEO.INFO.- Queridos hermanos y
hermanas,
Siempre en algún momento
de la Pascua me gusta presentar los signos que hacen razonable que Jesús resucitó. Hay bastantes. Otros años he
explicado unos cuantos. Hoy sólo me centraré en dos de ellos. Me parece un tema
importante: entender, descubrir, profundizar, que nuestra fe parte de unos
hechos históricos. Y estos hechos históricos hacen muy razonable creer que
Jesús resucitó.
Al primer signo lo nombro:
“¡qué gran cambio!” Empecemos por la primera lectura, dice los Hechos de los
apóstoles: “En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles y
les dijo:-<¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése?
En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza...>”.
Aquellos que el jueves
santo abandonaron cobardemente a Jesús en el huerto de los olivos, unos días,
unas semanas, después, aparecen predicando y dando la cara. Y esto lo hacen a
pesar que:
. Les han prohibido formalmente
enseñar nada en nombre de Jesús. “¿No os habíamos prohibido formalmente…?”
. Se arriesgan a un
castigo físico, como así fue: “Se dejaron persuadir; e introduciendo luego a
los apóstoles, después de azotados…,”
. Es posible que su
predicación acabara con la pena de muerte: “Ellos, al escuchar esto, se
exasperaron, y querían condenarlos a muerte”.
. Y empezar a vivir de
otra manera, dejar las costumbres judías, y coger las cristianas, suponía para
ellos, un rechazo muy fuerte en sus familias.
La única cosa que hace
razonable este cambio:
Desobedecen a las
autoridades religiosas
Dispuestos al castigo
Dispuestos a la muerte
Rupturas familiares
¡es que han visto a a
Jesús Resucitado!
Y no olvidemos que de los
doce, diez acabaron muriendo mártires. Dando su vida por la predicación de la
Buena Nueva.
El segundo signo lo nombro
“Cosas raras”. El segundo signo que hace razonable que los textos de la
resurrección son históricos, que no son mitos inventados por los escritores de
los evangelios, es que en las apariciones del resucitado pasan cosas raras.
En el evangelio de hoy vemos
tres:
. Jesús se aparece y
tardan mucho en reconocerlo. Se les presenta junto al lago, les pide pescado,
les dice donde han de tirar la red, la tiran, están un buen rato pescando, hace
la pesca milagrosa, y es entonces que Juan dice: “Es el Señor”.
. Pero, una vez todos
están en tierra, su identidad sigue poco clara: “Ninguno de los discípulos
se atrevía a preguntarle quien era”... Está claro (“Porque sabían bien
que era el Señor”), pero no está del todo claro.
. Se pone a comer con
ellos. Jesús resucitado come pescado y pan.