CAMINEO.INFO.- Todos queremos ser felices. ¿Qué hemos de
tener para ser felices? ¿Hay ha alguna cosa material que si la tengo me hará
feliz? No.
Pregunta correcta: ¿Qué tenemos que
hacer/ser para ser felices? Tenemos que amar. Hemos de ser personas que amen. Y
todos podemos amar: pobres y ricos, gente superlista y gente que no lo es
tanto... Todos podemos amar = todos podemos ser felices...
¿Os parece que la gente, la sociedad, es
feliz? No. Porque no saben amar... No es fácil amar. Hoy en día hay mucha
confusión de lo que es amar.
Hoy en la segunda lectura hemos
proclamado lo que se considera uno de los himnos al amor más bonitos y
profundos que se hayan escrito nunca.
Si queréis ser felices amad como dice este himno de San Pablo. ¡Amad
y seréis felices!
En la primera parte del himno dice San
Pablo: “Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles;… Ya podría tener el
don de profecía… podría tener fe como para mover montañas;… Podría repartir en
limosnas todo lo que tengo…; si no tengo amor, de nada me sirve”.
Se puede decir más fuerte pero no más
claro. ¡Lo que es más importante de todo es amar! Que aquello que hacemos lo
hagamos amando.
Podemos hacer cosas muy importantes: Gran
médico. Escritor de libros. Político. Empresario. Sacerdote. Pero si no amamos
no nos serviría para nada. ¡Que todo lo que hacemos, lo hagamos dando amor!
A los ojos de Dios tan importante puede
ser un barrendero como un médico muy famoso... y siendo los dos cristianos
puede dar más gloria a Dios el barrendero que el médico, si pone más amor en lo
que hace.
La gente mayor, quizás no podéis hacer
muchas cosas, las energías ya no os acompañan demasiado, pero sí que las podéis
hacer con mucho amor. Y esto es lo importante: porque os santificáis y
santificáis aquello que hacéis, esparciendo así la salvación...
Decía la Beata Madre Teresa de Calcuta: “No estoy completamente segura de cómo será
el cielo, pero sí sé que cuando muramos y llegue la hora de que Dios nos
juzgue, él NO preguntará, ¿Cuántas cosas buenas has hecho en tu vida?, más bien
preguntará, ¿Cuánto AMOR pusiste en lo que hiciste?”. “En esta vida no podemos hacer grandes cosas. Sólo podemos hacer
pequeñas cosas con un gran cariño.”
El Papa Francisco en el documento Amoris
Laetitia comenta el himno de San Pablo. Destaco algunos comentarios:
“El que ama es paciente, es bondadoso”
“El problema es cuando exigimos que las relaciones sean celestiales o que
las personas sean perfectas, o cuando nos colocamos en el centro y esperamos que
sólo se cumpla la propia voluntad. Entonces todo nos impacienta.” (92)
“(El que ama) es servicial”
“En todo el texto se ve que Pablo
quiere insistir en que el amor no es sólo un sentimiento, sino que se debe
entender en el sentido que tiene el verbo «amar» en hebreo: es «hacer el
bien».(94)
“…experimentar la felicidad de dar, la
nobleza y la grandeza de donarse sobreabundantemente, sin medir,
sin
reclamar pagos, por el solo gusto de dar y de servir. (94)
Al hablar del perdón:
“Por ello, nunca hay que terminar el
día sin hacer las paces en la familia. Y, «¿cómo debo hacer las paces? ¿Ponerme
de rodillas? ¡No! Sólo un pequeño gesto, algo pequeño, y vuelve la armonía
familiar. Basta una caricia, sin palabras. Pero nunca terminar el día en
familia sin hacer las paces»[104].
“La reacción interior ante una
molestia que nos causen los demás debería ser ante todo bendecir en el corazón,
desear el bien del otro, pedir a Dios que lo libere y lo sane (104)
“Pero la tendencia suele ser la de
buscar más y más culpas, la de imaginar más y más maldad, la de suponer todo
tipo de malas intenciones, y así el rencor va creciendo y se arraiga.”(105)
Vivir todo esto ¿es fácil o difícil? Por
nuestras propias fuerzas todo esto no lo podemos vivir. Necesitamos la ayuda de
Dios.
¿Cómo recibimos la ayuda de Dios?
Rezando...
Pidamos ahora a Jesús, Hijo de Dios, que
nos ayude a amar... y especialmente le pedimos que nos ayude en una cosa que
nos cueste.