Homilia Domingo XVII Tiempo Ordinario

La tendencia natural es yo, yo, yo ... La tendencia sobrenatural es saber mirar al otro.

Eso pido a Dios para todos nosotros que estemos los unos pendientes de los otros, dándonos cuenta de lo que los otros necesitan. Buscando su bien.  

Como sabeis he estado de campamentos con 160 adolescentes, 15 de nuestra parroquia, de primero a tercero de la ESO.  Nos atendian unos 20 discípulos, 20 jovenes que llevaban la organización de todo el campamento: actividades, material, juegos, musica, todo. Una de sus tareas era estar pendiente de los adolescentes. Y lo veias, cuando un chaval estaba solo, o un poco triste, a él se acercaban.

En parte por eso, los chavales salen tan contentos, porque se sienten queridos, escuchados, acompañados.

Hoy en el evangelio se dice “¿Dónde vamos a comprar comida para toda esta gente?” A veces en nuestra vida nos situamos ante cosas que parecen imposibles:

. que mis hijos vivan la fe

. que haya mejor ambiente en casa

. que no me queje tanto …

A veces nos pasa como a los discípulos en el evangelio de hoy, “ni siquiera doscientos denarios de pan bastarían para que cada uno recibiese un poco”. A veces hay cosas que parecen imposibles, difíciles, como imposible es dar de comer a 5.000. Y, hermanos, hermanas, no se trata de dar de comer a 5.000 , ¡¡no!! se trata de poner lo poco que tenemos, 5 panes y dos peces, en manos de Jesús y el multiplicará.

Preséntale tu pequeñez, tus dificultades, tus limitaciones, tus santos deseos (…) y Jesús multiplicará. ¡Ten fe!

Una segunda idea: el evangelio de hoy nos ilumina cómo es la salvación que Jesús nos trae, qué tipo de salvación es la que Jesús nos ofrece. Para poder llegar a ser auténticos seguidores del Cristo es muy importante saber que Jesús nos ofrece una salvación desbordante, sobreabundante, una salvación que sacia las más profundas aspiraciones de todos nosotros, una salvación que nos llena de alegría, de paz, una salvación que nos empuja a amar siempre, una salvación que supera nuestras previsiones, que da sentido a todo, y todo bajo la luz de la fe adquiere un sentido nuevo, nuevo,  nuevo Dios es generoso..., muy generoso...  No es lo mismo creer esto que digo y ponerse delante de JC esperando recibir sus gracias... que tener una actitud de ir haciendo...  No es lo mismo...

La salvación desbordante la entendemos principalmente en:

     .   que a partir de cinco panes y dos peces, que es la aportación del hombre, comen 5000 hombres,

     .   éstos comieron tanto como querían y todos  quedaron satisfechos,

     .   y para acabar sobraron doce canastas

El Papa cuando era cardenal consideraba este texto y otros como unos textos que por la grandeza y desproporción de los números nos hablan de esta salvación desbordante que Jesús nos ha venido a traer. 5 panes... 5.000 hombres, doce cestos de sobras...  La  Salvación es desbordante porque el amor de Dios no tiene medida.

¿Cómo reaccionamos delante de esta salvación desbordante que Jesús nos ofrece? Es para pensarlo en nuestra plegaria durante la semana.

A veces pienso que reaccionamos como si nos propusieran un mal negocio, una cosa poco gratificante, que lleva más obligaciones  que alegrías. Esta reacción  como hemos visto no encaja con ninguna escena o palabra del evangelio... Tendemos a dar una respuesta corta, temerosa, ridícula delante del amor que se nos ofrece. La  Salvación es desbordante porque el amor de Dios no tiene medida.

Esta escena tiene unas referencias claramente eucarísticas: Jesús alimenta con pan, dice la acción de gracias (eucaristía), hace un milagro, etc.

Por tanto, todo encaja perfectamente: un pasaje evangélico donde aparece la salvación desbordante de JC, es un pasaje con una clara referencia eucarística. El lugar donde recibimos más abundantemente su salvación, su don, su Espíritu santo, es en la eucaristía.