Tras el drama del viernes santo nos
encontramos ya en el silente sábado donde, tras la muerte, sentimos la experiencia
desgarradora de la ausencia de Dios, el “Deus absconditus”, y, según dramática
expresión de Martin Buber, el “eclipse de Dios”, pues tras la muerte solo queda
el silencio y la nada…
Pese a que el cristiano profesa
la fe en un Dios revelado, que es Palabra, su mensaje, y a la experiencia me
remito, no siempre es capaz de dar sentido a la existencia humana, y es
entonces cuando el hombre experimenta el sinsentido y la soledad frente a la
vida…, no es que Dios se haya escondido, simplemente, y al parecer de muchos,
no existe, y aquel “sueño” o “señuelo” de Dios un bueno y poderoso se ha
esfumado, “Dios ha muerto”.
Nietzsche, Sartre, Freud, Austwich,
el hambre, las guerras, la corrupción…, las injusticias y el dolor de la vida…,
son la negación de Dios. Nietzsche se ha convertido en el profeta de esta mala
noticia, con miles de seguidores en universidades, foros, calles y plazas, y tras
los falsos profetas se experimenta el desencanto de miles por la vida y por el
mundo, y el hombre cae en el vacío y en el abismo del existencialismo más
negro…
Ante el sinsentido de la vida, el
hombre moderno se pregunta si la omnipotencia de Dios realmente puede reducirse
a una mera “Palabra” o a un “anuncio” por muy bello u optimista que éste sea…,
pues el lenguaje referido a Dios, ha perdido su significado para el hombre contemporáneo,
las antiguas promesas se desvanecen y solo poseen valor como mitos… Tras este
dramático suceso, solo nos queda la nostalgia, el fracaso, la depresión, la
resignación o…, Dios no quiera, la alienación, la adicción o el suicidio.
Así la existencia humana se nos
presenta como un interminable sábado, donde Dios no está, guarda silencio, se
ha inhibido, se ha difuminado, “Dios ha muerto” y así, con Dios, muere el
hombre, muere la esperanza y muere la fiesta…
O quizá no, si con el paso de las
horas y a la luz del nuevo día, del domingo ya incipiente en la más negra noche
del sábado, todo pudiera vislumbrar otro posible significado: La soledad, el
fracaso, la injusticia, el sufrimiento, el vacío existencial, el sábado,
pudiera formar parte de una pedagogía divina, donde su ausencia es solamente un
paso más de una mistagogía que nos desborda
y nos trasciende, un paso o episodio más en el éxodo de vida, un capítulo donde
es preciso tomar conciencia de la precariedad de la condición humana, de la
posibilidad real de la nada y de la autodestrucción, y de la constatación y urgente
necesidad de un Dios que nos rescate y nos devuelva la vida. Desde esta
perspectiva, quizá, el sábado, el desierto y la noche, no sean una ausencia
definitiva de la presencia divina en nosotros o de su magnífica manifestación
de amor que transita entre la creación y la escatología, sino solo un capítulo,
sin duda doloroso pero necesario, en el desarrollo de la misma.
Por eso, el cristianismo muestra
un Dios que es a la vez Revelación y Misterio, día y noche, palabra y silencio,
presencia y ausencia…, puesto que la “ausencia”, correctamente vivida, es tan
importante y necesaria como la presencia.
Victor Frank, psicólogo discípulo
de Freud, judío creyente y sobreviviente de Auschwitz…, descubrió a través de
su dramática experiencia y de sus estudios científicos, la presencia en el interior
del hombre, creyente o no creyente, de un “grito” inconsciente y reprimido, una
relación con el Trascendente que todo hombre vive sin darse cuenta y que
también, tantas veces sin darse cuenta, lo opaca y menosprecia. Sus terapias
medicas implican pues una pedagogía psicológica y “espiritual” donde, mediante
la palabra, “logo-terapia” lo llama él, ayuda al paciente a tomar conciencia y
hacer plausible, esa relación trascendente y antes inconsciente que revitaliza
la existencia y cura las heridas.
Como judío creyente, su método
terapéutico, quizá no sea más que un pálido reflejo y a la vez una magnifica
intuición medica puesta en práctica de la pedagogía divina con su pueblo y
expresada en la Escritura: Abraham, Jacob, Moisés, Job, Oseas…, descubren en el
éxodo, en la soledad del desierto, en la oscuridad de la noche y en el desgarro
de la vida, una palabra elocuente y silenciosa, el Sabbat que antecede al maravilloso
domingo de la Pascua, el camino necesario para llegar a la Tierra Prometida. En
el desierto, el patriarca Jacob descubre, no sin sufrimiento, que “Dios estaba
con él, y él no lo sabía.” (Gn.28,16)
QUERIDO AMIGO, creyente o no
creyente, si estás sumido en el “sábado” de la soledad, de la tristeza, del
estrés o de cualquier muerte…, si tras el éxodo o desierto cuaresmal has
experimentado tu miseria y tu impotencia…, o lo que es aún peor, si te
encuentras en el sinsentido de la existencia de una vida anodina, insípida y
monótona…
…quisiera ser hoy para ti ese
GRITO inconsciente que se ahoga en tu alma, esa PALABRA que, contiene la
omnipotencia divina para transformar tu historia, o ese “LOGOS” divino que a gritos
te llama y que TE AMA hasta dar por ti su vida, quisiera ser esa PROFECIA que
no se desvanece, sino que te anuncia y te introduce en la Tierra Prometida…
VEN conmigo ESTA NOCHE A VIVIR LA
PASCUA…, VEN y más allá de tus pecados y miserias, experimenta el “NUEVO SABBAT”
donde todas tus deudas serán pagadas y las promesas de Dios cumplidas… VEN Y
DEJATE SORPRENDER por SU PRESENCIA haciendo “memoria” de la acción de Dios en
tu historia, que todo lo ilumina…, VEN y deja que su Amor cure tus heridas, te
vista de gala y te introduzca de nuevo en su familia y en su mesa…, VEN y
siéntate a mi vera, COMAMOS Y BEBAMOS del CORDERO DE LA PASCUA y esta noche
EXSULTA Y DANZA CONMIGO en medio de una gran fiesta.
Insisto, VEN y ¡¡¡HAGAMOS
FIESTA…!!! y NO TENGAS MIEDO A LA VIDA que esta noche la muerte será vencida
y tu existencia rescatada… VEN y HAZ
DE TU VIDA “PALABRA” que rompa el silencio tenebroso de la noche con un
CANTO DE JUBILO Y ALABANZA…, pues nada en ella está perdido y toda la plenitud
de la VIDA pide a gritos ser vivida…, VEN, ábrete a la sorpresa y hagamos
de esta noche, un ANUNCIO del AMOR INFINITO DE DIOS POR LA VIDA, POR TODA
VIDA, ¡¡¡POR TU VIDA…!!!