CAMINEO.INFO.- Es una escena, a mi
entender, dramática y tremendamente actual. Una escena donde se produce un
choque entre la imagen/concepto que tenían de Jesús y una nueva imagen/concepto
que se hace presente entre ellos.
Me explico: Jesús ha vivido muchos años en Nazaret, lo
han vito crecer como un joven más del pueblo. Un pueblo pequeño donde todos se
conocen perfectamente. Y esto ha provocado que se hagan una cierta imagen de
Jesús. // Y llega un momento donde Jesús marcha para iniciar su vida pública y
predicar la Buena Nueva del Reino de Dios. // Y un tiempo después vuelve con
los doce discípulos, enseña en la sinagoga, reconocen que habla con sabiduría,
que dice cosas nuevas, que de sus manos
salen milagros, pero... no lo aceptan. En consecuencia Jesús en Nazaret no
podrá hacer milagros, no podrá comunicar salvación. Vale la pena tenerlo
presente, cuando no aceptamos verdaderamente a Jesús él no puede comunicar
salvación. La no fe, la no aceptación, ata las manos de Dios.
No lo aceptan porque tienen una imagen de Jesús y no
quieren cambiarla. Para ellos Jesús es: “… el carpintero, el hijo de María,
hermano de Santiago y josé y Judas y Simón”.
No quieren replantearse la imagen que tienen de Jesús a
la luz de lo que se les revela ante ellos: Jesús habla con sabiduría, dice
cosas nuevas, de sus manos salen milagros, le acompañan doce discípulos... Le
han puesto una etiqueta y ya no quieren quitársela. Se aferran a la antigua
imagen de Jesús y no son capaces de evolucionar, de cambiar, de aceptar las
nuevas realidades que acompañan a Jesús.
Empezaba diciendo que era una escena tremendamente actual
porque a nosotros nos puede pasar lo
mismo… Nos aferramos a una imagen de Jesús a un modo de vivir la fe... y allí
nos quedamos, sin evolucionar…, siempre igual… Con el corazón empedernido, como
dice la primera lectura.
Lo que hoy pasa en esta escena es una enseñanza para
nosotros, que nos ha de llevar a ser muy humildes, muy dóciles al Señor, muy
abiertos a hacer su voluntad,… La segunda carta nos da mucha luz en este
sentido. Dios le dice a San Pablo: “Te basta mi gracia; la fuerza se realiza
en la debilidad”. Y esto lleva a San Pablo a decir: “or eso, muy a gusto
presumo de mis debilidades… Por eso, vivo contento en medio de mis
debilidades…. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”
Reconocer la debilidad, la pequeñez, que podemos ir
errados, que no lo sabemos todo, porque esta debilidad es una obertura a la
gracia de Dios... San Pablo vive la debilidad como una gracia... ¡¡somos débiles,
frágiles, por gracia de Dios!! Darse cuenta quiere decir descubrir el truquito
de la vida cristiana...
Delante de esta escena una débil plegaria diciendo:
“Señor que no me pase a mí lo mismo, que te sepa reconocer allá donde tú
estas... Dame la gracia de hacerlo...” ¡¡Como nos sentimos débiles... pedimos
las gracias!! ¡¡Esto es el truquito de la vida cristiana!!
Los de Nazaret no lo reconocieron... qué
importante es descubrir la presencia del Cristo. Sabéis que he estado de
campamentos… El lema… Y cada día trabajábamos una
presencia de Jesús: la palabra, los pobres, la oración, la eucaristía, en
nosotros... En medio de los campamentos, entre la zona de tiendas de chicas y
de chicos, había una tienda, la del encuentro, donde había una gran imagen de Jesús...
Hemos hecho visible que Jesús acampa entre nosotros.
Él ha acampado entre nosotros, él se ha quedado entre
nosotros, para comunicarnos vida, luz, verdad, pero esto…