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¡¡Qué evangelio más
impresionante!! ¡¡Qué cosas que nos dice Jesús!! Fijaros bien: “Así os he
amado yo” “...vuestra alegría llegue
a plenitud” “Vosotros sois mis amigos” “Soy yo quien os he elegido” “Que os
améis unos a otros...”.
¡¡Cuánto bien nos
hace rezar con estas frases cortas!! ¡¡Cuánto bien nos hace dirigirnos a
nosotros estas frases!! Repetirlas, reflexionarlas, proyectarlas sobre
nosotros, y dialogarlas con Jesús. ¡Que fácil que es rezar, cuando partimos de
su palabra.!
“Como el Padre me ha amado, así os he amado yo”: “...así os he amado yo”. Hoy, aunque no sea el día de los enamorados, ¡¡Jesús te
declara su amor!!… a ti... te dice “yo te amo, Alba, Ramón, …”. ¡¡Qué
declaración de amor!! Y no un amor cualquiera… sino “como el Padre me ha
amado”. ¡¡Increíble!! Qué amor tan grande nos tiene Jesucristo. Es un misterio.
Misterio para los cristianos quiere decir...
Por tanto, hemos de contemplar este amor, proyectarlo sobre nosotros...
Sentirnos amados por él. Es, sin duda la experiencia más transformante que
podemos hacer a la tierra: sentir que Dios nos ama.
Estamos
hechos por Dios para recibir este amor. Estamos diseñados por Dios para experimentar este amor. Como dice San Pablo
“creados en Cristo”. ¡¡Sin este amor nos falta todo!! Podemos tener cosas,
pero, nunca nos sentiremos llenos...
En la
película y el libro las “Crónicas de Narnia”, de C.S. Lewis, hay mucha
simbología cristiana. Los chicos llegan a Narnia, donde siempre es invierno,
donde no hay Navidad. Ésta es nuestra sociedad, donde siempre estamos en el
invierno porque hemos perdido la alegría de la Navidad. Y están siempre en el
invierno por un hechizo de la bruja maligna. Y este hechizo se rompe cuando el
león, una representación de Cristo, da su vida, vierte su sangre.
Si no
conoces el amor de Dios, estás en este invierno donde no hay Navidad, donde no
hay alegría.
Qué claro nos lo dice Jesús cuando hoy nos dice: “Os he hablado de esto para
que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud”. La
finalidad de todo; tu gozo, alegría, felicidad, sea completa. ¡Qué bonito!. De
esta frase podemos sacar tres conclusiones:
1. Jesús se siente lleno de gozo, no es un hombre triste, serio y distante,
sinó que se siente lleno de alegría.
2. Desea compartirla “mi alegría esté en vosotros”. Te lo dice a ti
“mi alegría esté en ti, Alba, Ramón, Miguel, ...”. ¡¡Deseos de comunicarla!!
3. Jesús nos quiere muy alegres, no un poco contentitos, no. ¡¡Quiere
darnos una alegría completa!! ¡¡Nos quiere muy, muy gozosos!! ¿qué nos quita la
alegría? ¿por qué no estamos más alegres?… quizás nos falta conexión con Jesús.
Quizás no somos sus amigos, quizás no nos hemos tomado seriamente sus
palabras: “Vosotros sois mis amigos...” En
nuestra vida cuando alguien nos ha dicho: “eres mi amigo”, “valoro mucho tu
amistad”, nosotros nos hemos sentido felices. ¿Qué sentimos cuando Jesús, Dios
mismo, nos lo dice? Nos hace falta aterrizar, concretar, estas frases en
nuestra vida.
Hoy Jesús te declara su amistad, y te dice “amigo mío”, Jesús, el Hijo de
Dios, te dice “amigo mío”. Hemos de entrar por esta puerta que nos abre el
Señor: la puerta de la amistad con Jesús.
Y los amigos qué hacen: quieren estar juntos, se esfuerzan por estar
juntos, se explican cosas, están contentos cuando están juntos, se ayudan,
comparten lo que viven...
La última de les frases que comento es: “Éste es mi mandamiento: que os
améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que
da la vida por sus amigos”. Esto
de entrada parece imposible: ¡¡amar como él!! Él es Dios, Él ama con la fuerza
de Dios.
¿Cómo puede ser que nos pida amar como él?
¿No es un poco injusto pedirnos tanto? La imagen que Jesús nos daba
domingo pasado nos ilumina esta cuestión: si él es la vid y nosotros los
sarmientos quiere decir que su vida vivifica nuestras vidas, que su amor,
vivifica nuestras personas, y esto nos
permite amar como él.
¡Si estamos injertados en él, podremos amar como él! Es lo que dice San
Juan en la segunda lectura: “Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya
que el amor viene de Dios”. “El amor viene
de Dios”.
Nos cuesta amar, ¡¡injertémonos más en él!! ¡¡Fortalezcamos nuestra amistad
con él!! Nos cuesta estar alegres, ¡¡injertémonos más en él!! ¡¡Fortalezcamos
nuestra amistad con él!!