CAMINEO.INFO.-
Hoy es un día muy rico, hay muchas
coincidencias, muchas cosas bonitas son las que celebramos hoy: aún estamos
dentro de la octava de Navidad, celebramos +la maternidad divina de María
(María, Madre de Dios), la Jornada Mundial de la Paz, y el inicio del año
civil. Y estas celebraciones las hacemos en un contexto de crisis económica,
social i sanitaria, ...
Yo quisiera partir de la expresión: “Y
María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”. Y
relacionarlo con todo lo que estamos viviendo.
Estas palabras denotan que María era una
persona reflexiva, pensaba las cosas, y las pensaba a la luz de Dios. María
aquello que vive, lo lleva en su interior, y allí poco a poco, una vez y otra
vez, lo va meditando, reflexionando, bajo la luz de su fe.
Y este ir meditando lo que vive, hace que
entre paso a paso en el plan de Dios. Hace que interprete lo que Dios le pide
en cada momento.
En este sentido María nos muestra un
camino: la reflexión desde la fe. Toda nuestra vida ha de ser reflexionada
desde la fe. Hemos de ver nuestra propia vida desde la fe. Como hacía María:
aquello que le pasa, lo reflexiona a la luz de su fe.
Esto le permite vivir en paz y sin
escandalizarse acontecimientos muy sobrecogedores. Hago una breve enumeración:
. Recibe el anuncio del ángel y marcha con su
prima, cuando vuelve su embarazo es evidente. Imaginad lo que pasa en su
pueblecito.
. Está de ocho meses y han de marchar a Belén,
ciento cincuenta y seis kilómetros.
. Llegan y no hay lugar en el hostal, ni en
ninguna parte. Imaginad la de puertas que debería llamar José...
. Su hijo nace en un establo.
. Súbitamente, ahora marcha a Egipto, que
quieren matar al niño. Meses de caminata, más de mil kilómetros. Con miedo a
ser encontrado por alguna patrulla de romanos.
. Llega a Egipto: “con lo puesto”, nueva
cultura, nuevo idioma, sin contactos ni familiares. Empezar de cero.
Es necesaria mucha reflexión a la luz de la fe, mucho
meditar en su corazón, para no escandalizarse, ni desesperarse.
Lo que hizo ella, se nos pide a todos. Todos hemos de
llevar nuestra vida a la oración, hemos de reflexionar lo que vivimos a la luz
de Dios.
Lo afirmo categóricamente: muchas faltas de paz, de
alegría y de esperanza, nos vienen de no reflexionar nuestra vida a la luz de la fe.
Y cómo se hace esto de reflexionar la vida a la luz de la
fe... Dialogar con el Señor:
¿cómo estoy?
¿Por qué no rezo como antes?
¿Por qué no estoy motivado e ilusionado en tus cosas?
¿Qué me estás diciendo, qué quieres que haga, con estas
limitaciones para vivir la Navidad?
¿Qué me estás ofreciendo con aquello que pasó el otro día
y que yo no sé acogerlo?
¿Qué me estás pidiendo con aquello que pasó el otro día y
que yo no sé dártelo?
A mí me va muy bien escribir la oración. Te centra. No te
distraes. Sigues un hilo. La puedes reemprender.
Rezar la vida... Es preciso dejar que Dios entre en el
día a día, como hizo María... María a cada paso que da, a cada acontecimiento
sobrecogedor que le cae encima, deja que Dios entre en aquel acontecimiento.
¡Imitémosla nosotros!
Hace
falta dejar que Dios entre en nuestra vida, y Él entonces, nos modela el
corazón, lo hace nuevo, y así hace nuevas todas las cosas.