|
Mo | Tu | We | Th | Fr | Sa | Su |
|
|
|
|
|
|
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
11 |
12 |
13 |
14 |
15 |
16 |
17 |
18 |
19 |
20 |
21 |
22 |
23 |
24 |
25 |
26 |
27 |
28 |
29 |
30 |
31 |
|
|
|
|
|
|
|
www
Portada::
Homilia::
Ciclo B::
VII DOMINGO DE PASCUA : SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR |
VII DOMINGO DE PASCUA : SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑORSat, 16 May 2015 23:29:00
CAMINEO.INFO.-
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 1, 1-11 SALMO 46 EFESIOS 1, 17-23 MARCOS 16, 15-20
Celebramos hoy la Solemnidad de la Ascensión. Después de los cuarenta días apareciéndose a los discípulos, Jesús “lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista”. Humanamente hablando, Jesucristo se va, pero, divinamente hablando Jesucristo se hará más presente.
Es aquello que dice San León el Magno: “comenzó de un modo inefable a ser más presente por su divinidad, al alejarse su humanidad”. Que Jesús continúa presente no tenemos ninguna duda. En el versículo antes del evangelio, Jesús nos ha dicho: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Y esta presencia de Jesús se da de una manera especial en los sacramentos. Dice también San León el Magno: “Aquello que fue visible en nuestro Redentor, ha pasado ahora a los sacramentos”. Las acciones salvadoras de Jesús han pasado a los sacramentos.
Esto a nosotros nos pide la fe: no vemos a Jesús, pero la fe nos dice que actúa, que continúa comunicando su salvación, sus gracias, a través de los sacramentos, como lo hacía ahora hace dos mil años en Palestina.
Pienso que esta fe la hemos de actualizar cada vez que vamos a celebrar un sacramento, “voy a participar de una acción salvadora, comunicadora de gracias, de Jesús”. Muy importante, actualizar nuestra fe en este hecho.
A mí me gusta antes de dar la absolución, en el sacramento de la reconciliación, hacer unos momentos de silencio, donde digo más o menos, esto: “ahora hacemos unos momentos de silencio para actualizar, para recordar, que estamos celebrando una acción de Jesús sobre tu corazón, pídele en estos momentos de silencio, que te llene con su perdón y su misericordia.”
Por todo esto, llega un momento que la madurez de la fe, hace que sea secundario, si los cantos han sido mejores o peores, si la homilía ha sido buena o un desastre, si vienen mis amigos o no vienen, si..., si... Todo secundario, ayuda sí, pero secundario... Lo central: “voy a participar de una acción salvadora, comunicadora de gracias, de Jesús a mi persona”.
Segunda idea: Y hoy, día de la Ascensión, Jesús nos da una orden: “Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación”.
Nos da una orden, un encargo, una tarea a hacer. ¡Utiliza el imperativo!: “Id”. No nos dice: “Si os parece bien, evangelizad...” “Si sois muy inteligentes, evangelizad...” “Si no tenéis nada más que hacer, evangelizad...”. Y Jesús nos dice a “toda la creación”....
De aquí surge la pregunta: “¿eres evangelizador? ¿Te sientes enviado a esta tarea? Si tu no evangelizas en tu casa, a tus amigos y vecinos ¿quién lo hará?”
¿Y cómo lo hago? Sé testimonio de tu encuentro con Jesucristo. Olvídate de las críticas que estén haciendo a la Iglesia y explica, sencillamente, como Jesús ha iluminado, ha tocado, ha transformado, tu vida. Ayer una chica de la kt-kolla nos decía al grupo: “creo porque Jesús me ha dado fuerzas para perdonar, unas fuerzas que yo no tenía”. Esto es predicar la Buena nueva del Evangelio.
Otra manera de predicar la buena nueva del Evangelio; comunica a los demás que Dios les ama. ¡Qué bonito! Que todos los que te rodean hayan podido escuchar de tus labios que “Dios es amor” y que “Dios le ama”. No podemos permitirnos que no conozcan este gran amor. Evangelizar es un discurso de amor. No podemos no anunciar el Amor (la Vida) a los demás. Nos hemos de sentir interpelados por tantas vidas destruidas y sin sentido que nos rodean. Es una tarea maravillosa confiada por Dios, Dios se fía de mí, Dios quiere cambiar sus corazones a través mío... Que todo el mundo conozca su amor.
No podemos ser cristianos de sacristía (encerrados en nuestro gueto), o cristianos jubilados (que no nos sentimos interpelados por la orden de Jesús)… Hemos recibido un don, un regalo, muy grande, ¡¡es normal que lo comuniquemos!!
Tercera idea: Domingo que viene, Solemnidad de Pentecostés, con la que culmina tota la Pascua. Os propongo que en nuestra oración, el tema central sea el Espíritu Santo: recemos con los textos del Nuevo Testamento que hacen referencia a este acontecimiento. También podemos leer los puntos del catecismo que hablan del Espíritu Santo, o hacer oración al Espíritu Santo.
La idea es que hagamos algo que nos ayude a prepararnos para Pentecostés: donde esperamos que lo que pasó ahora hace dos mil años, vuelva a suceder. Es el gran milagro de la liturgia: que hace presentes acontecimientos del pasado para que podamos participar de ellos como los primeros discípulos.
|
|