Es éste un evangelio que tiene algunas expresiones
curiosas, incluso que pueden parecer poco evangélicas. Dos ideas nos ayudan a
entender esta parábola:
1) La alabanza del
Señor al administrador no es una alabanza por la estafa que ha cometido, sinó
una alabanza a su astucia, sagacidad.
Por tanto, las palabras de Jesús:” ... los hijos de este mundo son más astutos con
su propia gente que los hijos de la luz”. Son unas palabras donde Jesús nos pide
actuar con más astucia. Los hombres del mundo tienen mucha creatividad y
sagacidad para hacer el mal y en cambio los hijos de la luz muchas veces nos
falta picardía, astucia, sagacidad en las cosas de Dios.
Nos han de “molestar” estas palabras de Jesús. Nos ha de
hacer pensar, este reproche de Jesús. Los hombres del mundo para hacer el mal
son más astutos, más espabilados, que nosotros para hacer el bien. Nos lo dice
Jesús a cada uno de nosotros…
Con sus palabras Jesús quiere que potenciemos nuestra
astucia, que no seamos superados por los hombres del mundo, y la ponemos al
servicio del bien, al servicio del Reino.
Astucia, sagacidad, estar despiertos para tener cuidar de
tu pareja, cada día de tu vida ...
Astucia para educar a los hijos, lo difícil que es educar, hace falta mucha astucia,
creatividad, motivación, si hacéis lo que vuestros padres hicieron con vosotros
fracasaréis, ¡¡hoy en día hace falta mucho más!! ¡¡Astucia!!
Astucia, sagacidad, estar despiertos, para nutrir tu fe.
La mundanidad nos dice que hemos de ir corriendo todo el día, que hemos de
hacer muchas cosas, que hemos de trabajar mucho, que hemos de gastar mucho,
salir, viajar, y no queda tiempo para nada más. Astucia para nutrir la fe...
Para que los nietos
se apunten a catequesis hace falta un poco de astucia, para que los hijos vayan
a misa, hace falta un poco de astucia. Para evangelizar al compañero de trabajo
hace falta un poco de astucia.
Por tanto, Jesús no
alaba la corrupción, Jesús alaba la sagacidad y la astucia. ¡¡¡Pidámosla!!! Nos
falta ...
2) La otra idea que nos ayuda a entender esta
parábola es ¿de qué nos está hablando Jesús?, porque si entendemos el tema del
que nos habla, podremos entender mejor las frases concretas de este evangelio.
Jesús nos está
hablando de un tema capital y muy reiterativo en sus exhortaciones: el tema de
las riquezas y los pobres. Y hoy lo hace bajo la perspectiva de que no somos
dueños de las riquezas sinó administradores (nueve veces aparece la palabra
“administradores” o derivados de la palabra).
Para centrar el tema Jesús comienza la parábola diciendo:
“Un hombre rico tenía un administrador,… Entonces lo llamó y le dijo:… Dame
cuenta de tu administración”. Esta expresión “dame cuenta de tu
administración”, nos ilumina que no somos
propietarios de los bienes, sinó administradores y nos pedirán cuentas de cómo
hemos realizado esta administración.
Hemos de crecer en
esta conciencia de que somos administradores de unos bienes y esta conciencia
nos llevará, nos debe llevar, a reflexionar sobre cómo administro los bienes
que Dios me ha concedido.
Es muy fácil , hoy
en día, caer en un equivocado sentido de la propiedad privada. Uno puede pensar
erróneamente: “esto es mío y hago lo que quiero”. ¡Mentira!. Dios te ha dado
unos bienes, tu eres administrador, no propietario y tu debes administrarlos
siguiendo los criterios del Evangelio, de la Doctrina Social de la Iglesia.
En el nivel
natural “las cosas son mías, hago lo que
quiero”, en el nivel espiritual, “Dios me da unos bienes, ¿para qué? ¿qué
quiere que haga con ellos?” Qué diferente es nuestra vida de los que no tienen
el don de la fe.
En esta
administración de nuestros bienes hemos de mirar, considerar, reflexionar,
rezar, qué papel juegan los pobres, los
necesitados. Por esto la primera lectura habla de ellos.
La frase va también
en esta línea ... “Ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que,
cuando os falte, os reciban en las moradas eternas”.. Expliquemos las
expresiones: “Ganaos amigos (= los pobres), dinero de iniquidad (=
riquezas materiales), cuando os falte (= muerte) ... las moradas
eternas (la casa del pobre es el cielo)”. Yo pienso que nos está
diciendo: “administra bien tus bienes porque cuando mueras sean los pobres
quienes te abran las puertas del cielo”.
Resumiendo: dos palabras: “astucia” “administradores” y una frase: “No
podéis servir a Dios y al dinero”.