CAMINEO.INFO.- ¡Que bonita es la
Pascua! Toda la ornamentación, toda la belleza exterior, toda la belleza de los
cantos, de los símbolos, de los gestos. Todo quiere ser un reflejo de una cosa
aún mucho más bonita y que no se ve: la pascua de Jesús, el paso de Jesús por
nuestras vidas, el transitar de Jesús durante los cincuenta días de pascua en
nosotros, llevándonos de las tinieblas a la luz.
Lo tenemos que
esperar: que en estos cincuenta días, él vaya pasando por nosotros, y cuando
Jesús pasa por un lugar y encuentra fe, las personas cambian.
Un ejemplo lo
tenemos en la primera lectura. La lectura de los Hechos de los Apóstoles quiere
presentar una comunidad resucitada, una comunidad que vive en Cristo.
. “Los
hermanos perseveraban en la enseñanza de los apóstoles”, traducido en el
siglo XXI, se podría entender como, por un lado, participar de los actos
formativos de la parroquia (retiros, cenas estilo alpha, vida creciente,...), y
por otro lado, sería formarse a título individual: libros de lectura
espiritual, tener director espiritual,
etc). Librería. Siempre nos hace falta formación.
. “ tenían
todo en común”, traducido en el siglo XXI, estar dispuesto a compartir los
bienes, tener una actitud de desprendimiento, somos administradores de los
bienes que Dios nos ha dado, no son míos. ¡¡Me pedirán cuentas del uso que haga!!
. “Eran constantes (también), en partir el
pan en las casas”. En los inicios, a la eucaristía se le decía “fracció
panis”, “fracción del pan”. Traducido en el siglo XXI, reunirse para participar
de la eucaristía. ¡¡No para estar!!, ¡¡sino para participar!! ¡¡No hacemos teatro donde vosotros sois espectadores!!
Estáis implicados exteriormente e interiormente en todo lo que celebramos en
cada momento.
Jesús Resucitado
quiere pasar por nuestras vidas, pero necesita de nosotros mucha abertura,
mucha esperanza, que nos dejemos hacer, que le dejemos hacer...
Quisiera comentar el
inicio de este evangelio. Cojo frases cortas y hago un breve comentario:
“Estaban los discípulos
en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos”. Ya han visto al resucitado, pero siguen con miedo. Hasta
que no llegue el Espíritu Santo no perderán el miedo. ¡Cómo es de importante el
Espíritu Santo!
“Y en esto entró
Jesús, se puso en medio”. Esto pasa en cada
misa. Jesús Resucitado se pone en medio, y esto pasa de dos maneras: una
presencia de Jesús en la comunidad. Y una presencia, mucho más fuerte, de Jesús
resucitado en el pan de la eucaristía. Acto de fe.
“Paz a vosotros”, y por la palabra de Dios que es performativa, que
produce lo que dice, nos llega la Paz de Jesús, paz = resumen de todas las
bendiciones que vienen de Dios. ¡¡Dos veces se lo dice hoy!! ¡Doble bendición!
Mucha gente, entra
en la Iglesia porque encuentra paz, porque Dios cuando entran, les da paz.
Animad a los “prójimos” a entrar en el templo, y les podéis decir: “¡y ya verás
qué pasa!”
“Y los discípulos se
llenaron de alegría al ver al Señor”. Participemos de la
alegría pascual de los discípulos. ¿Cómo lo hacemos? Miremos de entrar en su
corazón. Haced un rápido recorrido, Getsemaní, abandono, pasión, y aparición
(aquí nos quedamos). Entremos en su
corazón y hagamos nuestra su alegría.
“Como el Padre me ha
enviado, así también os envío yo”. ¡¡Qué envío!!. Apóstol
quiere decir enviado. ¡¡Somos enviados!! Todos... También los jubilados. ¡¡Nos
hemos de entender a nosotros mismos como enviados!! Enviados a hacer lo que
hizo Jesús... ¿nos sentimos enviados...?
“Recibid el Espíritu
Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se
los retengáis, les quedan retenidos”. Les dice a los
discípulos, a la Iglesia naciente. “Yo me confieso directamente con Dios”, pues
va ser que no, va a ser que Dios quiere que lo hagas por otros caminos... Iglesia.
Y acabamos con
Tomás. El mundo nos dice: “Si no lo veo, no lo creo”. Y Jesús nos dice: “Bienaventurados
los que crean sin haber visto”. Qué caminos tan diferentes los del mundo y
el de Jesús. ¡¡Qué contraste!!
Caminemos en la fe,
caminemos con Jesús resucitado, caminemos con la comunidad, y tendremos vida en
su nombre por haber creído.