CAMINEO.INFO.- ¡¡En esta solemnidad hablaremos de la luz!!
¡¡Este niño es la luz del mundo!! ¡¡Este niño es tu luz!! Y si no te encuentras
con él, estarás a oscuras. Aunque no te lo parezca...
Primera lectura: “El pueblo que caminaba en
tinieblas vio una luz grande; habitaban tierra de sombras, y una luz les
brilló”.
¿Quién es este pueblo? Nosotros, Parets del
Valles. ¿Por qué decimos que somos nosotros este pueblo...? No sólo leemos
hechos del pasado. La Palabra se dirige a nosotros, la hemos de personalizar en
nuestra vida.
Decía el texto, “Caminaba en tinieblas”, “tierra
de sombras”… ¿De qué nos habla la oscuridad? Pecado del mundo, pero, también
nuestro pecado... El pecado genera oscuridad.
¿Qué es el pecado? Cosas que nos hacen daño a
nosotros, y nos separan de los hermanos y de Dios.
Por suerte, en medio de esta oscuridad aparece
“una luz grande”. Esta luz es Jesús.
¡¡Jesús es una luz más fuerte que toda la
oscuridad!!
Si ahora cerráramos todas las luces y
encendiéramos una cerilla, veríamos que la cerilla gana a la oscuridad!!
Resumiendo:
Por tanto, el pueblo, que somos nosotros, que
avanzábamos en tinieblas, porque hay pecado en nosotros, hemos visto una luz:
que es Jesús.
Hoy en la liturgia dirá en diversas ocasiones
que Jesús es la luz… la luz del mundo, la luz de cada uno de nosotros.
En el adviento, la corona de Adviento
simbolizaba el camino de luz que hacemos, hasta llegar a encontrarnos con la
gran luz.
Cuadros famosos del nacimiento… Jesús luz
ilumina toda la escena... Google “Jesús, nacimiento, luz”.
¡¡Jesús es luz...!! Muy bien, Jesús es la luz…
pero ¿¿nosotros nos dejamos iluminar?? Él es la luz… pero ¿¿nosotros nos
dejamos iluminar por él??
¡¡Éste es el tema!! Todo lo que Jesús es y
hace, nos lanza la pelota a nuestro tejado.
Hay tinieblas en nosotros… pero ¡¡a partir de
hoy habrá más luz!! ¡¡Tener mucha esperanza!! Imposible celebrar la Navidad y
que no recibamos la luz de Jesús.
¡¡Si estamos aquí es porque hemos conocido a
personas que eran luz!! ¡¡También nosotros si nos conectamos con Jesús haremos
luz!! Hemos de ser luz en medio de la oscuridad. ¡¡Misión!!
La primera lectura relataba muy poéticamente
que es lo que pasa cuando dejas entrar a Jesús en tu vida: aparece la alegría.
“Acreciste la alegría, aumentaste el gozo; se
gozan en tu presencia, como gozan al segar”.
Versículo de la aleluya: “Os traigo una buena
noticia, una gran alegría: nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor”.
¡¡Alegría también nuestra!!
Por dos motivos:
1. ¡¡Celebramos una cosa que es una pasada!!
¡¡Increíble!! ¡¡Dios se ha hecho un niño!! ¡Dios con nosotros!
2. Alegría también porque hoy recibimos una
luz, una bendición, la venida de Jesús hace que pasen cosas... y por esto estamos alegres...
Para los que venís habitualmente a misa,
aprovechad estos días, estas fiestas, estas comidas, para evangelizar, para
hablar de Jesús .
Unas palabras para los que no venís habitualmente
a misa. Durante estas semanas hemos estado rezando por vosotros... En todas las
iglesias, millones de personas han rezado así: “Para que aquellos hermanos
nuestros que han abandonado las prácticas cristianas, pero, llenarán las
iglesias en las próximas fiestas, descubran la buena nueva del evangelio, no
como una estrella fugaz que brilla en la noche, sino como una luz que ilumina y
alegra toda la vida”... ¡¡qué bonito!!
Jesús no viene para ser una estrella fugaz en
esta noche... viene para ser nuestra luz y nuestra alegría en la vida de cada
día... Como dice el papa Francisco, ¡¡Dios nos llama a la alegría!! Ser
cristiano, si se vive bien, no es pesado y aburrido. Porque la llamada de Dios
es a la alegría... De nosotros depende acogerlo o no acogerlo...
Momento un poco largo de silencio, momento de
oración… reconocemos que hay tinieblas en nosotros… ¡¡pidamos al niño Jesús que
nos dé su luz!!