CAMINEO.INFO.-
Is 45, 1.4-6
Sal 95
1Te 1,1-5b
Mt 22, 15-21
Lo primero que quisiera hacer notar es la actitud de los fariseos:
. Planean en contra de Jesús, hablan entre ellos.
. Piensan una pregunta-trampa
. Se organizan para que la respuesta sea escuchada por partidarios de Herodes, el poder romano.
. Fingen aprecio por Jesús y hacen la pregunta.
En resumen, los fariseos no buscan la verdad, quieren reafirmarse en sus prejuicios.
El anhelo de verdad es muy importante. Buscar la verdad en las amistades (amigos verdaderos), buscar la verdad en el ocio (un ocio humanizador, verdadero ocio), buscar la verdad en la familia (una verdadera familia), buscar el verdadero sentido de la vida,... Debemos buscar la verdad.
En la Jornada Mundial de la Juventud el Papa dijo a los profesores de Universidad: "En este sentido, los jóvenes necesitan auténticos maestros; personas abiertas a la verdad total en las diferentes ramas del saber,...; personas convencidas de la capacidad humana de avanzar en el camino hacia la verdad. La juventud es tiempo privilegiado para la búsqueda y el encuentro con la verdad. Como ya dijo Platón: "Busca la verdad mientras eres joven, pues si no lo haces, después se te escapará de entre las manos". (Parménides, 135d). Esta alta aspiración es la más valiosa que podéis transmitir personal y vitalmente a vuestros estudiantes... Por tanto, os animo encarecidamente a no perder nunca dicha sensibilidad e ilusión por la verdad."
Buscar la Verdad y las verdades: pensando, valorando las experiencias, leyendo, dialogando, contemplando a Jesucristo.
¿Qué pasa cuando buscamos la verdad? Lo que pasa es que nos hacemos preguntas: preguntas como... ¿Es fulanito un amigo verdadero? ¿La discoteca, el porro, el botellón me humanizan?, ¿Qué tipo de familia quiero formar?, ¿Qué da sentido a mi vida? ¿Qué me hace crecer como persona? ¿Qué sentido tiene mi vida ahora que tengo 80 años?...
Al buscar la verdad me pregunto, al preguntarme, quedo abierto, abierto para acoger respuestas parciales o para acoger la respuesta total que es Jesucristo.
Dice Guissani: "Cristo llega justamente aquí, a mi situación de hombre que espera ALGO porque siente que le falta todo".
Jesucristo utiliza la palabra verdad en dos frases: "La verdad os hará libres" (hace falta buscarla). "Yo soy el camino, la verdad, y la vida".
Volvemos al evangelio: La pregunta parece muy sencilla: "¿Es lícito pagar impuesto al César o no?"
• Si Jesús dice que "no" se convierte en un rebelde contra la autoridad romana. Pues recomienda no pagar impuestos al César.
• Si dice que "sí" está reconociendo una legitimidad al César, está avalando al invasor romano, lo cual iba en contra de la mentalidad de los judíos.
La respuesta de Jesús ("Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios") ha hecho mucho bien a lo largo de la historia de la Iglesia y es un texto que ha influido mucho en la configuración de las sociedades accidentales que actualmente tenemos. En este texto Jesús mismo propone una separación del poder político y del poder religioso.
En los estados islámicos esta separación no se da: el poder político y el poder religioso es uno, no hay separación. No hay políticos, hay imanes, todo viene determinado por la religión. No hay libertad religiosa.
El Papa Benedicto en la "Deus Caritas Est" (nº 28) señala: "Es propia de la estructura del cristianismo la distinción entre lo que es del César y lo que es de Dios, esto es, entre el Estado e Iglesia. Y en el Vaticano II se habla de: "el reconocimiento de la autonomía de las realidades temporales".
Hoy en día hay unas fuertes corrientes culturales que pretenden que la religión quede relegada al ámbito privado. Nos vienen a decir: "usted en su casa crea lo que quiera, pero en el ámbito público no nos moleste con sus creencias, no nos las imponga". Con lo cual nos quieren excluir de la construcción de la sociedad según nuestros valores. Se ve que todo el mundo tiene derecho a construir la sociedad según sus valores, menos los cristianos. ¡Es sorprendente!
La presión anticatólica es tan fuerte que acaba provocando, por ejemplo, que a la gente en su trabajo les de miedo decir que van a misa. Nos atrevemos a decir que nos hemos apuntado al gimnasio y no nos atrevemos a decir que el domingo fuimos a misa. Cuando una cosa es totalmente elegible y lo otro es una manifestación de la dimensión constitutiva de la persona humana: la religiosidad.
La presión es tan fuerte que hay familias que caen en el discurso anticatólico sin darse cuenta: "nosotros la fe ya la vivimos en casa... y fuera no nos queremos complicar la vida". Así no construimos el Reino de Dios.
No podemos ceder a la presión de construir una sociedad sin valores religiosos... Por esto es tan importante que los padres ¡¡pidan la clase de religión para sus hijos!!
Que esta eucaristía nos de fuerza y valentía para ser fermento santificador allá donde el Señor nos haya puesto.