CAMINEO.INFO.- Una situación insostenible es la que poco a poco va cayendo por los países ribereños africanos del Mediterráneo. Una situación de injusticia, de complicidades y de egoísmos que Europa ha mantenido y defendido a lo largo de muchísimos años a favor de unos gobiernos corruptos, con el objetivo de seguir manteniendo su opulento nivel de vida y empleo, a costa de los más desfavorecidos: la población africana.
Desde hace muchos años se está produciendo un “goteo” de personas que se dirigen desde África al paraíso europeo, algunos gobernantes como en el caso del Rey de Marruecos y otros, aprovechan ésta situación para “enviar” a sus ciudadanos en pateras a España como medidas de presión para obtener réditos económicos para sus corruptos gobiernos.
Europa ve estupefacta como el estado de bienestar logrado en la sociedad europea está en peligro de desaparecer, y sigue sin hacer nada, esperando que pase el problema. Pero el problema ya se ha convertido en una “situación insostenible”.
No se puede construir un estado del bienestar europeo a costa de las materias primas de los países pobres con gobiernos que se enriquecen proporcionalmente a lo que se empobrece el pueblo: la mecha ya está encendida. Tampoco se puede construir una sociedad europea sin defender las raíces cristianas de Europa a favor de un islam que se va expandiendo por tierras europeas, sin que los diferentes gobiernos europeos tomen medidas, a excepción de Holanda que ya no permite la construcción de mezquitas en su territorio sino hay reciprocidad territorial en los países árabes de construir iglesias en sus territorios.
La Doctrina social de la Iglesia Católica nos indica que hay una vía de caridad, porque los valores de la verdad, de la justicia y de la libertad, nacen y se desarrollan de la fuente interior de la caridad. “Sino tengo amor, no tengo nada”, “sino tengo caridad, no tengo nada”. La caridad que Europa debe compartir no es la de “dar de lo que sobra”, sino la de compartir y distribuir la riqueza con las poblaciones de los países mas necesitados. Defender lo que es la democracia y la libertad europeas en sus propios territorios, expandiendo esa libertad democrática en los países árabes, es decir: no se trata de mantener un gobierno corrupto de un país dictatorial con gas y petróleo a costa de la población de ese país, y en beneficio del estado de bienestar europeo.
Por que la caridad social y política no se agota en las relaciones entre las personas, sino que se despliega en la red en la que estas relaciones se insertan, que es precisamente la comunidad social y política, e interviene sobre ésta, procurando el bien posible para la comunidad en su conjunto. En muchos aspectos, el prójimo que tenemos que amar se presenta “en sociedad” de modo que amarlo realmente, socorrer su necesidad o su indigencia, puede significar algo distinto del bien que se le puede desear en el plano puramente individual: amarlo en el plano social significa, según las situaciones, servirse de las mediaciones sociales para mejorar su vida, o bien eliminar los factores sociales que causan su indigencia.
La obra de misericordia con la que se responde aquí y ahora a una necesidad real y urgente del prójimo, es un acto de caridad; pero es un acto de caridad igualmente indispensable el esfuerzo dirigido a organizar y estructurar la sociedad de modo que el prójimo no tenga que padecer la miseria, sobre todo cuando ésta se convierte en la situación en que se debaten un inmenso numero de personas y hasta de países enteros, situación que asume, hoy, las proporciones de una verdadera y propia cuestión social mundial.