|
Mo | Tu | We | Th | Fr | Sa | Su |
|
|
|
|
|
|
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
11 |
12 |
13 |
14 |
15 |
16 |
17 |
18 |
19 |
20 |
21 |
22 |
23 |
24 |
25 |
26 |
27 |
28 |
29 |
30 |
31 |
|
|
|
|
|
|
|
www
Portada::
Habla el Obispo::
Monseñor Joan-Enric Vives Sicília.::
Nuevo año, nueva siembra |
Mn. Joan-Enric Vives i Sicília, |
|
|
Nuevo año, nueva siembraTue, 06 Jan 2015 05:15:00
Mn. Joan-Enric Vives i Sicília, Arzobispo - Obispo d'Urgell
Mn. Joan-Enric Vives i Sicília,
Iniciamos un nuevo Año, el 2015 del Nacimiento del Señor, portador de la salvación del género humano. Y con el año estrenado tomamos nuevo impulso para los compromisos y las situaciones ordinarias que vivimos, así como para las actividades que nos ocupan a diario y en las que manifestamos nuestro seguimiento de Jesucristo. Todos los fieles, a través de las Parroquias, Arciprestazgos, movimientos apostólicos y asociaciones eclesiales, reconocemos la urgencia de trabajar por el Reino de Dios con todas las fuerzas y con dedicación generosa: ¡hasta dar la vida! "El amor de Cristo nos urge", decía San Pablo (2Co 5,14).
En este inicio de año, debemos seguir reflexionando, personalmente y en grupos, sobre la forma en que podemos realizar hoy una verdadera evangelización, que con frecuencia es una auténtica primera evangelización, ya que muchas personas no conocen a Dios, ni a Cristo, y la Iglesia les es un estorbo. Crece un nuevo paganismo y no basta que tratemos de conservar la comunidad creyente, aunque esto sea importante. Se impone la pregunta "¿Qué es realmente la vida? ¿Qué hace realmente feliz?". Habrá que encontrar maneras nuevas de llevar el Evangelio al mundo, anunciando de nuevo a Cristo, yendo a las periferias existenciales y no sólo territoriales de ciudades y pueblos. Con unos puntos o urgencias que he propuesto como Prioridades pastorales para los cuatro años venideros. ¿Y si insistiéramos más en ello, ayudados por las delegaciones diocesanas y los sacerdotes?
El 2015 es el Año de la Vida consagrada, para que los consagrados revisen su vocación y reafirmen su lugar dentro de la Iglesia, y para que todo el Pueblo de Dios valore y se sienta alegre por estos hermanos, que son como dones del Espíritu Santo a la Iglesia, que la enriquecen y la hacen más bella a los ojos de Dios. Cada consagrado, y es amplio este concepto eclesial hoy en día, significa un gran don de Dios, que enriquece la Iglesia y la humanidad. Son los monjes, los contemplativos, los religiosos de vida activa, los inmersos en el mundo de la educación, la salud, de las marginaciones, de personas con carencias... y también los laicos con especial consagración, las vírgenes, los que emiten votos para dedicarse a Dios y a los hermanos, en múltiples formas y vocaciones. Una inmensa riqueza que viene de muy lejos, y que aún hoy es un árbol frondoso, con nuevas fundaciones recientes. Tiempo de agradecimiento y tiempo de vivir la propia vocación de servicio.
Año para acoger el Magisterio del Papa Francisco con su renovación eclesial, conversiones, propuestas, sencillez de vida, salida a las periferias y opción por los pobres. Debemos proponer con alegría la fe católica a todos, pasando de unas comunidades cristianas con una fe tradicional heredada pero viva, a unas comunidades más corresponsables, formadas, personalizadas en su fe y confesantes en su testimonio comprometido. El gran objetivo es que el Señor sea conocido, amado y servido por parte de todos los que formamos la Iglesia, y en especial, que el anuncio evangélico resuene en los nuevos areópagos del mundo actual y llegue con nitidez a las generaciones jóvenes para que por la fe, también ellos se unan a la Iglesia y conozcan y amen a Dios, Padre de misericordia. Confiemos en que el Espíritu del Señor resucitado, que habita en nosotros, y que es el alma que da vitalidad y belleza a nuestra Iglesia, seguirá inspirando y dándonos fuerza y gracia abundante a lo largo del Año y siempre. ¡A Él la Gloria por los siglos!
|
|