CAMINEO.INFO.- Comenzáis un curso nuevo. Supongo que volvéis al Colegio con ilusión, deseando encontraros con vuestros compañeros después de unas largas vacaciones.
Me alegra mucho que deseéis aprender constantemente cosas nuevas. Así, además de crecer en vuestro cuerpo siendo cada día más, más hombrecitos y más mujercitas, creceréis también en vuestra alma; seréis cada vez mejores, más alegres, más trabajadores, más obedientes a vuestros padres y más colaboradores en vuestra casa. Sobre todo, vuestra alma crecerá prestando más atención al Señor. El os quiere más que nadie, os ayuda más que nadie, aunque no lo notéis. Tiene más paciencia que nadie con vosotros, esperando cada día que le queráis, que le hagáis caso, y que cumpláis con vuestros deberes cristianos.
Yo estoy seguro de que vosotros queréis ser cada día más buenos comportándoos mejor con el Señor, con vuestros padres, con vuestros hermanitos, y con vuestros abuelitos; y también con vuestros compañeros.
Como sé que el Señor os hace caso cuando le pedís algo manifestándole total confianza en que os lo concederá, os voy a pedir un favor. Os explico por qué os lo pido.
Yo quiero mucho a todos los niños y niñas. Y tengo especial interés en que los que han recibido la Primera Comunión no se alejen del Señor. Creo que, si el Señor se ha dignado venir a su corazón, lo correcto es que los niños que le han recibido no le vuelvan luego la espalda. Y eso ocurre cuando, después de ese día tan grande y tan feliz por haber recibido al Señor, ya no se acercan a recibirle de nuevo en adelante. El Señor se disgusta si en el Domingo, que es su día, los niños no se acercan a estar con él en la Misa y si no se preparan bien para recibirle en su corazón comulgando con devoción.
Este es el favor que os pido: que recéis al Señor pidiéndole por los niños que ya han recibido la Primera Comunión, para que no se olviden de Jesús y sigan recibiéndole cada Domingo. ¿Se lo pediréis al Señor? Os lo agradezco.
Ahora me despido de vosotros con un beso para cada uno y dándoos un saludo cariñoso para vuestros padres.
Hasta pronto.