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PALABRAS DE ESPERANZA: LA ESPERA |
PALABRAS DE ESPERANZA: LA ESPERATue, 24 Dec 2013 07:15:00
Mn Agustín Cortés Soriano, obispo de Sant Feliu de Llobregat
Mn Agustín Cortés Soriano
Nos quedamos cortos si decimos que “saber esperar” es todo un arte dela vida. Realmentetoda nuestra existencia es una larga e inmensa espera, de manera que quien sepa hacerlo, quien acierte correctamente en el modo como se debe esperar, es que ha encontrado la verdad de la vida y actúa según ella.
Los cristianos hemos heredado del Antiguo Testamento la mirada hacia el futuro; esa mirada que nos permite vivir el presente, incluso transformarlo, para que la espera no sea absurda y el mañana frustrante. Lo hemos escuchado en los bellos mensajes del Adviento. Y la figura de Abraham no nos la podemos imaginar si no es con una mirada iluminada divisando el horizonte, sobre todo después de haber atravesado la prueba.
¿Cuál es la manera como hemos de esperar? La esperanza es la virtud dela espera. Noes el momento de exponer todo lo que ella aporta a la espera humana. Pero sí conviene subrayar dos de sus grandes lecciones.
Alguien dijo que el momento más oscuro de la noche es el que precede al alba. La historia de Abraham nos ha dejado un mensaje sorprendente. ¡Abraham vio abierto el futuro y recuperó la alegría de constatar cumplida la promesa, justamente cuando hizo ofrenda sacrificial de aquello que deseaba y que Dios mismo le tenía que dar! En el momento en que renunciaba a poseerlo, lo obtuvo. Todo un misterio, que nos sorprendería o nos escandalizaría, si no hubiéramos escuchado ya a Jesucristo decir que “quien pierda su vida por mí la encontrará” (Lc 9,24). Recordemos que el sacrificio que hace Abraham de su hijo Isaac incluye dos acciones: la renuncia a él y la donación, la ofrenda, a Dios. Es entonces cuando Dios le devuelve a su hijo y con él,la esperanza. Sentimos un cierto vértigo cuando tratamos de aplicar esto mismo a nuestra vida.
Una segunda lección para “saber esperar” nos viene también del mundo bíblico. Pero servida por los ojos inteligentes y cultos del Gran Rabino de la Sinagoga romana, Eugenio Zolli, la víspera de su conversión al catolicismo. Nos deja en su autobiografía, Antes del alba, dos páginas sencillas y profundas que conviene meditar durante nuestras esperas. Después de precisar lo que significa “hacer memoria”, “memorial”, en la Biblia, nos recuerda que Dios, el Dios de la historia, es el Dios que nunca deja de tener presente el sufrimiento de su pueblo. En consecuencia es el Dios que pide “tener los lomos ceñidos”, en disposición de salir hacia la libertad, como en el Éxodo. Hasta que podamos decir como la esposa del Cantar de los Cantares “yo duermo, pero mi corazón está despierto” (Ct 5,2). Esta esposa es, dice Zolli citando a un exégeta, la hermana de las vírgenes sabias en la parábola evangélica (Mt 25,1-13):
“Quien desea dormir apaga la luz y quien desea mantenerse despierto, la deja encendida; aunque la espera canse, la luz encendida facilita mantenerse despierto y hace encontrar el camino perdido”.
Quien ha de venir es realmente amigo y su presencia nos restaura: lo sabemos por la memoria de sus hechos y sus palabras, tal como lo celebramos enla Eucaristía. Esperarmanteniendo vivo el amor, notando la ausencia del amigo y deseando ardientemente que venga, esa es la gran lección de la espera cristiana. En el amigo la luz del corazón no se extingue nunca, aunque parezca dormido.
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