CAMINEO.INFO.- Con el domingo de Ramos comenzamos la Semana Santa, en la cual celebramos la pasión, muerte y resurrección del Señor.
Durante los domingos de esta pasada Cuaresma he comentado algunos puntos de la exhortación del Papa dedicada a la Palabra de Dios. Un punto sobre el cual Benedicto XVI vuelve una y otra vez –signo de que es para él una preocupación profunda- es que en las Sagradas Escrituras y en los sacramentos cada cristiano está llamado a vivir un encuentro personal con Jesucristo, no meramente como un personaje del pasado, sino con el Cristo viviente que sitúa en su Palabra y en los signos de su acción salvadora.
Este es mi mayor deseo para todos aquellos a quienes puedan llegar mis palabras en este pórtico de la Semana Santa del año de gracia de 2011.Quiera Dios que estos días santos sean realmente un tiempo de gracia. Invito a todos a unirse a las comunidades cristianas participando en las celebraciones litúrgicas y en otros actos de piedad en los que también se expresa la fe de nuestro pueblo, como los vía crucis y las procesiones.
El Viernes Santo se celebra cada año el Día de los Santos Lugares, en el que rezamos por los habitantes de la tierra en que vivió Jesús y en especial por las comunidades cristianas que allí viven. También se realiza una colecta para ayudar a las obras cristianas, en especial a la benemérita labor de los religiosos Franciscanos que están presentes allí desde los tiempos de San Francisco de Asís y con la Custodia de Tierra Santa realizan una gran labor religiosa, social y asistencial.
El Santo Padre, en la exhortación que estoy comentando tiene un apartado titulado “Palabra de Dios y Tierra Santa” (n. 89). Lo que dice me parece muy oportuno para el Día de los Santos Lugares. Dice así: “Al considerar que el Verbo de Dios se hizo carne en el seno de María de Nazaret, nuestro corazón se vuelve ahora a aquella Tierra en la que se ha cumplido el misterio de nuestra redención, y desde la que se ha difundido la Palabra de Dios hasta los confines del mundo”.
He comentado en pasados domingos el realismo de la Palabra de Dios. Este realismo, que tiene su centro en la realidad de la expresión “el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1,14), se expresa también en aquella geografía, en aquellos paisajes y localidades en los que Jesús vivió, o pasó por ellas haciendo el bien y predicando la Buena Nueva y, por lo que se refiere a Jerusalén, la ciudad en la que El se entregó a sí mismo por todos nosotros.
El Papa recuerda que los obispos que participaron en el Sínodo del año 2008, cuyas conclusiones ahora con este documento él propone a toda la Iglesia, mencionaron la feliz expresión en la que se llama a Tierra Santa “el quinto Evangelio”. Y afirma que “es muy importante que, no obstante las dificultades, haya en aquellos lugares comunidades cristianas”.
Desde los primeros tiempos cristianos y todavía hoy, Tierra Santa es la meta de peregrinaciones del pueblo cristiano, que así se acerca a Jesús con “el quinto Evangelio de su tierra” y así expresa la solidaridad con los cristianos que en aquella misma tierra dan testimonio de su fe en el Resucitado. Esta solidaridad la Iglesia nos pide que la expresemos todos en el Viernes Santo.
A todos, os deseo una Semana Santa en la que abramos nuestro corazón a la Palabra y a la gracia de nuestro Señor Jesucristo.