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¡CREO EN JESÚS RESUCITADO! |
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¡CREO EN JESÚS RESUCITADO!Wed, 14 May 2014 08:43:00 Monseñor Francesc Pardo Artigas,
Meditación ante el Santo Sepulcro de Jerusalén.
En mi condición de obispo responsable del Departamento de Turismo, Tiempo Libre… de la Conferencia Episcopal Española, peregriné a Tierra Santa y a la ciudad de Jerusalén antes del inicio este año del tiempo de cuaresma. Me llevaron allí diferentes motivos: se cumplía un año de mi intervención quirúrgica; la proximidad de las elecciones a cargos dela Conferencia Episcopal Española, que podían significar un relevo en mi responsabilidad en materia de Turismo que he tenido estos últimos años; y un posible peregrinaje con motivo de algunos aniversarios diocesanos, como los 50 años de la constitución de Caritas Diocesana de Girona, y otros tantos –se cumplirán en 2015- de las peregrinaciones a Lourdes con la Hospitalidad.
Viví el regalo de presidir la Eucaristía en la basílica del Santo Sepulcro, allí se encuentra la losa donde reposó, según la tradición, el cuerpo del Señor los días que estuvo sepultado. Visité y oré en los lugares donde se recuerdan con emoción los momentos de la despedida, el juicio y muerte de Jesús.
Mi pensamiento y mi plegaria fue dirigida principalmente a todos los que formamos nuestra Iglesia Diocesana de Girona, por todos los que queremos ofrecer la propuesta de la fe en Jesucristo el Resucitado, y por lo que significa parala vida. Esverdad que contemplando los retos que tenemos como Iglesia, pensaba con preocupación en como darles respuesta, y en las dificultades reales debido a nuestras flaquezas y fragilidades. Tenía muy presentes y recordaba nuestros efectivos: yo mismo, sacerdotes, diáconos, laicos en misión, catequistas, consejos, religiosos y religiosas, movimientos, grupos, padres, madres y abuelos de familia, escuelas cristianas, profesionales cristianos, grupos de responsables de parroquias, monitores del tiempo libre, miembros del escultismo, instituciones como Caritas y sus voluntarios, seminaristas… y, pese a esta riqueza, me sentía pesimista porque aparentemente no somos capaces de seguir adelante como quisiéramos.
Los problemas nos superan. Está claro: en una primera reflexión, lo contemplaba todo desde una perspectiva humana, y no contaba con el Señor Resucitado, que es, en definitiva, quien conduce la Iglesia, quien trabaja en el corazón de las personas y nos sigue repitiendo: “No tengáis miedo”.
En aquella meditación y al mismo tiempo plegaria, que hace presente la vida en la presencia del Señor, también fui conscientede que elcalvario está a muy pocos metros de la tumba de la resurrección, en la misma basílica. Antes de resucitar, Jesús pasó por la humillación, el sufrimiento, la incomprensión y la tentación de buscar signos espectaculares, como bajar dela cruz. Tambiénsufrió la angustia y la confianza que se expresa en el salmo 21, que recitaba durante su agonía y muerte. Para vivir la resurrección debe asumirse la cruz.
Puede que en estos momentos palpemos más los momentos de la cruz, del sufrimiento, de la incomprensión, del desánimo… que los de la resurrección. Pesea ello, el Resucitado está con nosotros, y para que la Iglesia de Jesús resucite debemos asumir la cruz: el misterio de Pascua vivido cada día.
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