CAMINEO.INFO.- En el ya lejano año 1967 el papa Pablo VI dirigió al mundo un mensaje con motivo de la primera Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Benedicto XVI ha hecho lo propio para la jornada que se celebra este domingo 16 de mayo con ocasión de una edición que ya es la número 44. Los tiempos han cambiado, pero el mensaje de fondo es el mismo. El papa Montini se inspiró en una constitución conciliar, referida a la Iglesia y el mundo moderno, para redactar aquel primer texto en el que glosaba los nuevos medios de comunicación de masas que permiten —decía— superar los límites de espacio y tiempo y que convierten al hombre en ciudadano del mundo y testigo de acontecimientos en lugares remotos. Esta mayor facilidad de comunicación (pensaba sobre todo en el desarrollo de la radio y la televisión), si se utilizaba bien, podría acrecentar la fraternidad universal que tiene sus raíces en la filiación divina.
Este año 2010 Benedicto XVI dedica su mensaje a un tema específico que Pablo VI no podía ni soñar. Estamos en la era del Internet y el Papa titula el texto: “El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra”. Comenta el Papa que las comunidades eclesiales han incorporado los nuevos medios como instrumentos ordinarios de expresión y de contacto con el propio territorio, y hace un llamamiento a que pueda cumplirse de modo más eficaz la tarea primaria del sacerdote, que es la de anunciar a Cristo, la Palabra de Dios hecha carne, y comunicar la gracia divina que nos salva mediante los Sacramentos.
Recuerda para ello una famosa frase de San Pablo, referida a la necesidad de la predicación de Cristo: “¿Cómo van a invocarlo si no creen en Él? ¿Cómo van a creer si no oyen hablar de Él? ¿Y cómo van a oír sin alguien que les predique? ¿Y cómo van a predicar si no los envían?" (Romanos 10,14). “Las vías de comunicación abiertas por las conquistas tecnológicas —señala Benedicto XVI— se han convertido en un instrumento indispensable para responder adecuadamente a estas preguntas, que surgen en un contexto de grandes cambios culturales, que se notan especialmente en el mundo juvenil”.
En efecto los jóvenes son los primeros y más expertos agentes de la comunicación. La experiencia de los mayores no es válida, porque antes no existía. Sin embargo, los medios digitales sólo son el soporte, el vehículo por el que transitan ideas; lo importante es el contenido y la experiencia puede servir para poner énfasis en lo cierto sobre lo hipotético, en la verdad sobre los rumores, distinguiendo el grano de la paja.
No les hemos de tener miedo a los medios digitales. Por el contrario, hemos de entrar en este mundo con la conciencia de que no hay otro y de que puede ser muy positivo. Desde el Vaticano hasta la más humilde parroquia, pasando por la web del Arzobispado, la voz del Evangelio puede llegar más lejos que desde todos los púlpitos a los que antes se subían los predicadores. Infinitamente más lejos, y con mayor eficacia si dejamos que sea Cristo quien hable y le hacemos de modernos altavoces. Y eso es tarea de todos.