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EL cielo Y EL CIELO |
EL cielo Y EL CIELOThu, 12 May 2016 11:19:00
Una reflexión sobre la Ascensión del Señor resulta difícil, porque las palabras no siempre son capaces de captar lo que sucede en toda su plenitud.
En el lenguaje habitual todos sabemos qué es un ascenso: pasar de una posición a otra más elevada. La conquista del espacio, desde los viajes en globo hasta los astronautas, es la historia de una ascensión cada vez mayor. Por otra parte, ascender, no solo significa subir físicamente. Cuando se habla de un ascenso en la carrera militar o en el mundo de la empresa, o un ascenso de un equipo de fútbol, el significado es asumir una posición mejor.
El relato de San Lucas en los Hechos de los Apóstoles nos dice que los apóstoles «lo vieron elevarse hasta que una nube lo ocultó de su vista». Y aún que dos ángeles se presentaron y preguntaron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Ese mismo Jesús que acaba de abandonaros para subir al cielo, volverá un día como lo habéis visto marcharse.»
En el lenguaje escrito distinguimos entre el cielo, así con minúscula, y el Cielo. Es una distinción que puede ayudarnos a entender la fiesta de hoy. Jesucristo, después de su vida en la tierra, se va al Padre. Como dijo Romano Guardini, abandona la historia para entrar en la eternidad.
Hay que hacer, sin embargo, una salvedad: se va para volver. Y aún más: su presencia en nosotros permanece, no de forma humana como en su vida en Palestina, limitada a un tiempo histórico, pero sí de una forma espiritual y no por ello menos real. Su presencia no es un mero recuerdo, como el de un ser querido que murió. Dicho de otro modo: Jesucristo se va, pero se queda ya para siempre con nosotros.
Junto a esta reflexión, en esta fiesta podemos hacernos otra, mirando hacia los demás: ¿Les ayudo a ascender en su vida? Como cristianos no debemos mostrarnos indiferentes a lo que sucede a nuestro alrededor. Hay personas caídas que solo si les damos la mano podrán ascender, ponerse en pie. Están tocando fondo, en lo económico o en lo espiritual. Puede ser que les falte una ayuda para comer o para pagar la luz, o una persona amiga con la que hablar y en la que confiarse.
Ayudarles en esta ascensión es el modo más cristiano de celebrar la Ascensión de Jesucristo, que nos levanta a todos del pecado.
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