CAMINEO.INFO.-
Como se dice en
mi tierra “las desgracias no vienen solas”: pandemia y gobierno social-comunista-separatista.
La Constitución Española,
cuyo aniversario se celebró el domingo
pasado, con más pena que gloria, fue votada favorablemente por casi dieciséis
millones de españoles, frente a un millón cuatrocientos mil que lo hicieron en
contra. Estaban convocadas a las urnas veintiséis millones seiscientas mil
personas por lo que se abstuvieron o sus
votos fueron nulos o en blanco un total de casi nueve millones de españoles.
No se puede mantener que el texto
de la Constitución del 78 no contó con un apoyo más que suficiente pero
tendríamos que preguntarnos sobre el respaldo ciudadano que tendría hoy.
Han sido 42 años en los que no
han faltado problemas de convivencia, como el terrorismo de ETA o el
independentismo catalán y vasco, pero en los que se ha avanzado económicamente
y se ha entrado a formar parte de la Unión Europea.
No han faltado tampoco las crisis
económicas que pudieron remontarse gracias al trabajo de los correspondientes
gobiernos y la ayuda de Europa.
La creación de las 17 autonomías
pienso que fue una colosal equivocación,
pues para resolver viejos contenciosos y con la frase de Suárez “pues
café para todos” los problemas se multiplicaron y…los gastos. Se ha establecido
una doble administración innecesaria que ha restado poder al gobierno central y
ha alentado un fraccionamiento del Estado haciendo de España un país “que no lo
iba a reconocer ni la madre que lo parió”, como dijo Alfonso Guerra.
Efectivamente la unidad de España
se ha cuarteado y cada territorio económico quiere vivir a su aire, sin mucha
preocupación por los demás, pero colgados de forma permanente a los
presupuestos del Estado.
Desde que tomó el poder Pedro
Sánchez el país va irremediablemente a peor. Para mantenerse en la Moncloa paga
los votos de los independentistas a precio de oro y parece animar a las demás
autonomía a hacer lo mismo, no sé si por propia iniciativa o siguiendo las
presiones de su poco presentable socio de gobierno Pablo Iglesias, que sueña
con una revolución venezolana.
Y hablando de Venezuela, el ex
presidente Rodríguez Zapatero, que pasa su vida cultivando la amistad de Maduro
y, me figuro, que prestándole servicios ya nos colocó en su mandato, invocando
“nuevos derechos”, la ley del aborto, el matrimonio homosexual, la memoria
histórica, la ideología de género y su
famoso plan Ñ, dejó la economía en quiebra. n
El gobierno actual cambia la
“memoria histórica” por “memoria democrática” desentierra a Franco para
inaugurar su “reinado” y en colaboración con su socio Pablo Iglesias, quiere
cargarse la Constitución del 78 y terminar con la monarquía. Cuando el día 6 se
abrió la puerta de los leones del Congreso, que solo se abre para el rey, y
salió a discursear la Batet, tuve el pálpito de que estamos en un final de
etapa, sin que sepamos lo que nos espera en el futuro.
El poder judicial, único
instancia que podría mantener el equilibrio de poderes también está amenazado,
los derechos que se reconocían a todos los españoles se quedan en menos con la
nueva ley Celaa, los viejos estamos en peligro si se aprueba la eutanasia,
muchos españoles no podrán hablar español etc. etc.
Este aniversario de la
Constitución me ha llenado de tristeza y pido a los cristianos que queden, que
recen por esta España nuestra en grave peligro.