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La familia está sufriendo grandes cambios
En mi anterior artículo donde
traté el invierno demográfico de España a la vista del informe del Instituto de
Política Familiar, ya advertí que la evolución de la población está ligada a la
nupcialidad y los hogares, en resumen, con la base de la familia.
Tomando los datos que ofrece el
citado IPF puede constatarse que la familia ha sido la institución que con más
fuerza ha sido combatida por las ideas dominantes que se han ido desarrollando
en el último siglo.
Si la base de toda familia era el
matrimonio estable entre un hombre y una mujer, el dato inquietante es el
descenso vertiginoso de los matrimonios en España. Entre los años 1975 y 2017
se han perdido casi 100.000 matrimonios, han pasado de 271.347 a 173.626, una
reducción del 36%, disminución que se hubiera acentuado si no fuera por la
inyección de matrimonios internacionales (27.391 en el 2017). La tasa de
nupcialidad se ha desplomado y junto con Italia, Portugal y Eslovenia,
presentan la tasa más baja de Europa.
Los matrimonios están siendo
sustituidos por parejas de hecho, como puede comprobarse en el habla coloquial
en el que se dice con más frecuencia “mi pareja” que mi esposa o esposo. Estas
parejas, cada vez más, no tienen hijos. Los matrimonios tienen más hijos que
las parejas de hecho. De un total de 10 millones de parejas casi cuatro no
tienen hijos.
Por otro lado cada vez hay más
hogares mono-parentales: unos dos millones de los que 9 de cada 10 se trata de
madres con hijos. Estos hogares mono parentales pueden tener situaciones muy diferentes
como la viudedad, separación, divorcio o procreación sin pareja.
Hay que notar que los españoles
se casan cada vez más tarde: a los 36,4 años de media. España es con Suecia los
dos países de Europa donde más tarde se casan.
De los que contraen matrimonio
casi el 75% lo hacen exclusivamente por lo civil. Si en el año 2000 eran 52 mil
en 2017 son 124 mil.
Estas variaciones en la
nupcialidad han dado como resultado que cerca del 50% de los nacimientos son ya
extramatrimoniales. En definitiva los matrimonios españoles están sufriendo
grandes variaciones tanto en sus aspectos cuantitativos como estructurales.
Esta situación ha significado un
aumento de las rupturas familiares. Casi un millón de matrimonios se divorcia
al año. Las parejas de hecho no necesitan divorciarse. Cada día se producen 288
rupturas familiares.
Los divorcios se han duplicado en
el periodo 2004 a 2017, lo cual afecta anualmente a unos 90.000 niños (89.700
en 2017), siendo los más afectados los menores de edad ya que 4 de cada 5 rupturas
tienen hijos menores.. Los primeros años de matrimonio son críticos pues uno de
cada tres matrimonios que se divorcia no ha llegado a durar ni 10 años y el 10%
de los divorcios procede de parejas que se habían divorciado anteriormente.
Desde la aprobación en 2017 de la
ley de divorcio exprés la población separada o divorciada ha tenido un
crecimiento espectacular. Se está produciendo un aumento de la ruptura familiar
y cada vez hay más hijos afectados por el divorcio.
Con todos los datos que he aportado
de los informes del Instituto de Política Familiar, resulta clara la crisis de
la familia, la institución que tradicionalmente era la columna vertebral de la
sociedad.