Es seguro de que habrá más vidas truncadas por el aborto
que por el
coronavirus
En un alarde informativo sin
precedentes los españoles podemos saber el número de personas contagiadas por el
coronavirus en sus distintas fases, desde las que pueden haber cogido el virus
en un viaje de estudios, en un vuelo, en un estadio o por haber tenido contacto
con alguien que a su vez puede estar infectado o estar en cuarentena y hasta el número exacto de fallecidos por esta
causa en cada comunidad, en cada provincia, en cada pueblo.
Pero lo cierto es que las
personas que todos los días se mueren de enfermedad, de vejez, de abandono, de
accidente, serán muchas más que las producidas por el famoso virus. Los muertos
por accidentes cuando hay puentes, también suelen tener un tratamiento
informativo importante en unos cuantos telediarios.
Me parece muy bien que se
publiquen instrucciones sanitarias para evitar los contagios y que la gente se
te lave las manos a conciencia, pero de lo que los medios informativos no
informan nunca es de los cien mil abortos que se producen en España cada año,
que son muchas más que las víctimas de la gripe española de 1918.
Se habla mucho de la España vacía
pero como si fuera algo relativo al cambio climático o los gases CO2, pero la
verdad es que con los nacimientos que se producen no hay recambio generacional y la pirámide de
población está cada vez más invertida.
Hay quienes creen que los niños que no nacen, porque no los dejan, podrán
sustituirse con inmigrantes, pero lo que resulte dentro de algunos años no será ya España sino otra cosa.
Hay que recordar aquella ley de
1985, que despenalizaba el aborto en varios supuestos, que hizo el difunto Fernández
Ordoñez, que el nefasto Rodríguez Zapatero y su ley Aido amplió hasta
convertirla en aborto libre y que Rajoy no se atrevió a derogar, nos ha llevado
a esta situación de aceptación social del aborto en la que los que luchan por
la vida se ven perseguidos si tratan de prestar ayuda a las que acuden a las clínicas
abortivas. Abortar es progresista, como es progresista tener mascotas, y
gastarse el dinero en cuidarlas, hasta el punto de que seguramente ya hay más
perros que niños.
Lo mismo que ha caído la
natalidad también ha caído la nupcialidad, hay más parejas de hecho que
matrimonios y son más los hijos extramatrimoniales que los matrimoniales y además
se tienen cada vez más tarde, pasados los 30 años.
A los políticos creo que les ha
venido bien el coronavirus pues con ello están pasando a un segundo plano las
leyes conflictivas, como la educación, la eutanasia o la escandalera de las
feministas desatadas. Ya nadie se acuerda del ministro Ávalos y sus mentiras.
Está claro que los medios de
comunicación y sus tertulias deciden por sí mismos o por los que les den órdenes,
las cuestiones sobre las que hay que hablar y las que hay que callar. Con el
coronavirus hay tema para rato y para otras cosas un silencio sepulcral y no me
parece mal que se den datos del coronavirus y de las medidas para evitar los
contagios, pero cuando pase esta infección seguirán muriéndose mucha más gente
que parece no importar demasiado y seguirán las listas de espera para una
operación o para recibir asistencia domiciliaria, olvidando que los viejos
somos la mayoría de este país.