Podemos construir un mundo mejor o seguir estropeando éste
Me dispongo a escribir mi
articulillo semanal cuando un año está a punto de morir y otro a punto de nacer
y deseamos a nuestros amigos que sea un año feliz.
Para mí sería un año feliz y
estupendo si durante el mismo consiguiéramos olvidarnos de los malos
gobernantes, de los fatuos enterradores del pasado que también quisieran
destruir nuestro presente como nación y como pueblo.
Sería un año estupendo si no
volviéramos a ver más a encapuchados cortando carreteras ni quemando
contenedores de basura.
Sería un año estupendo si
acatáramos las leyes y no nos empeñáramos en burlarlas invocando patrañas.
Sería un año estupendo si todas
las comunidades autónomas rivalizaran en conseguir mejores servicios a los
ciudadanos y menos gastos inútiles.
Sería un año estupendo si la
división de poderes se ejerciera de forma escrupulosa y pudiéramos confiar
plenamente en la justicia.
Sería un año estupendo si desde
la escuela a la universidad, los docentes se dedicaran a impartir saberes y
conocimientos y nunca adoctrinamiento político.
Sería un año estupendo si nuestra
población creciera y se rejuveneciera porque no se abortaran los niños por
nacer ni se destruyera la familia con ideologías disolventes.
Sería un año estupendo si la
distancia entre ricos y pobres disminuyera y el trabajo estuviera al alcance de
todos los que de verdad quieran trabajar y no vivir del cuento.
Sería un año estupendo si la
Unión Europea fuera más respetuosa con las naciones que la forman y sus normas
útiles y necesarias.
Sería un año estupendo si
nuestros hermanos del otro lado del mar se vieran libres de dictadores y dictaduras
que los condenan al hambre.
Sería un año estupendo si la
Organización de las Naciones Unidas sirviera para lograr la paz y proponer
acuerdos y no para imponer las ideas cocinadas en tenebrosas logias.
Sería un año estupendo si los
medios de comunicación, fueran veraces en la información y honestos en la
exposición de sus opiniones.
Sería un año estupendo si
desaparecieran tertulias televisivas “comecocos” que tratan de imponer las
propias ideas de sus conductores y que no facilitan que cada cual piense por sí
mismo y sea respetado por ello.
Sería un año estupendo si desapareciera la
ocupación ilegal de viviendas porque todo el mundo pudiera disponer de un
hogar.
Sería un año estupendo si
dejáramos de ensuciar nuestro planeta con basura, aunque no esté en nuestra
mano modificar el clima.
Sería un año estupendo si nadie
tratara de imponernos ideas marxistas ni neo-marxistas, que solo han producido
dolor y opresión desde el fatídico manifiesto comunista.
Sería un año estupendo si pudiéramos
controlar el alcohol, la droga o la prostitución para que dejaran de ser un
turbio negocio que degrada a las personas.
Sería un año estupendo si todos
nos propusiéramos buscar el bien común y no el triunfo de nuestras propias
banderías…
Cuando den las doce campanadas no
estaré atragantándome con las uvas sino rezando para que puedan hacerse
realidad los buenos deseos de todas las personas de buena voluntad.