El caso del francés Vincent
Lambert y la dramática decisión de dejarlo morir de sed o seguir hidratándolo
ha puesto una vez más de manifiesto la cuestión de la eutanasia, a la que se
quieren aplicar nuestros políticos “progres” en la próxima legislatura. Pero si
en este caso del francés su madre ha luchado por él, en el caso de cientos de
miles de abortos ninguna madre lucha por ellos, al contrario, son las madres
quienes quieren deshacerse de la molestia de su embarazo para poder seguir
disfrutando sin problemas de su sexualidad.
Es curioso que a pesar de los
métodos anticonceptivos aceptados sin reserva por la mayoría de la población,
el aborto se siga practicando masivamente y defendiéndolo como un derecho de la
mujer: el derecho a decidir: si me quedo embarazada ¿mato a la criatura o la
dejo vivir?
El FMI y la OCDE han advertido
del envejecimiento de la población española y la necesidad que se le va a
plantear de buscar emigrantes para cubrir el déficit continuado de natalidad.
Este gravísimo problema no parece inquietar a nuestros políticos entretenidos
con sus inconscientes luchas partidarias, mientras España se hunde.
Se ha publicado en los medios que
el número de mascotas supera al de niños. Los criadores de perritos y gatitos y
sus sofisticados alimentos, demuestran el fino instinto comercial de estos
mercachifles que han conseguido convencer a la población de que necesitan sustitutivos
de niños. Su taimado consejo comercial es: “nuestros
animales de compañía le darán cariño y menos problemas que sus hijos”. En
mi ciudad han colgado grandes carteles en los se muestran parejas abrazadas a
sus animales y el lema “granadinos con
pedigrí” (Siempre pensé que los que tenían pedigrí eran loa animales y no
las personas, pero al parecer esto ha cambiado)
En cuanto a la necesidad de
cubrir el déficit de natalidad con inmigrantes ya se está produciendo, aunque
hay más emigrantes gestionando ayudas sociales que buscando trabajo, pero no
dudo de que acabaran sustituyéndonos tanto los rumanos como los magrebíes, pero
este país ya no se llamará España y los Reyes Católicos que tanto lucharon para
terminar la reconquista de España de manos musulmanas, llorarán en su tumba de
nuestra Capilla Real de la que pueden ser desalojados cualquier día.
Esto me hace recordar la poesía que aprendí de
niño:
Yo he visto bajo la luz agónica y rosada,
con que una lamparilla velaba junto a un Cristo,
yo he visto en la Capilla de Reyes de Granada,
donde duerme la reina enamorada de sus altas querellas,
brotar, soñando ya, de sus pupilas,
lágrimas que enjoyaban como estrellas
la mustia flor de sus ojeras lilas.
El
futuro no está escrito y podemos cambiarlo si hay personas que crean que ello
es posible y se entreguen en cuerpo y alma a la tarea, tarea que no podemos
dejar en manos de políticos corruptos, ni en las de sembradores de odio entre
regiones, entre clases y hasta entre sexos.