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Portada:: Colaboraciones:: La Jamba de la Casa:: El Tarro del perfume se ha roto y su fragancia de nardo puro, inunda toda la creación.

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El Tarro del perfume se ha roto y su fragancia de nardo puro, inunda toda la creación.

Mon, 23 Jan 2012 07:03:00
 

 Basado en la Liturgia del viernes 15 de abril: 5º Dmgo. de Cuaresma

 

María la hermana de Lázaro - ver Jn. 12,3 - fue la que rompió el tarro del perfume de nardo puro y lo derramó sobre  los pies de Jesús y con sus cabellos le secó los pies. El perfume derramado inundo la habitación.

 

Muchos años antes. Al profeta Jeremías,- Jer. 19, 6-10, el Señor le revela otra acción que será la premoción de lo que le va a suceder…. y le pide que salga a la puerta de Jerusalén con una vasija recién comprada y en público la rompa y anuncie a Israel que eso es lo que le va a suceder. Lo que Yahvé va a hacer con el pueblo de Israel.

 

(10 Tú quebrarás el cántaro a la vista de los hombres que te hayan acompañado, 11 y les dirás: Así habla el Señor de los ejércitos: De esta misma manera quebraré a este pueblo y a esta ciudad, como se quiebra una vasija de alfarero que ya no se puede reparar.

 

Estas dos acciones, son dos premoniciones que se cumplieron en plenitud. Y las dos son a su vez profecía de otra premonición que se cumplirá en la plenitud de los tiempos.

 

Israel fue deportado a Babilonia y se rompió como una vasija de barro. Quedó hecha añicos. Los israelitas estuvieron muchos años fuera del país, y nada del templo quedó sin pisotear.

 

No lejos de esa puerta de Jerusalén, la de los cantaros rotos, la premonición años después tendría otra víctima…..Jesucristo. Como aquel que dice a dos tiros de piedra de la puerta de Jerusalén, está el monte de los olivos, donde prenden a Jesús.

 

El Señor ha decidido, que ya no romperá a Israel como un cántaro, será él el que se troceará, y con ello evitará la deportación permanente de un pueblo indómito, adultero, infiel y pecador. El será la vasija a trocear. De tal modo que fue Jeremías el preludio de la monición de la muerte de Jesús tiempo después.

 

Pero esta acción de Jeremías, no está desconectada del tarro de la unción de María a Jesús. María rompe también el tarro del perfume, y con ello anuncia a Jesús su futuro inmediato. Su pasión.

 

Jesús será la vasija, cuyo perfume (dice de nardo Puro) se derramará por toda la creación, que está inundada por el hedor de la muerte del pecado del hombre. Su perfume inundará (no solo la habitación) sino la creación para siempre, su perfume léase su gracia, desplazará el pecado para todas las generaciones.

 

La gracia, como la fragancia no son corpóreas, y del Espíritu Santo depende su inhalación.

  

Nosotros seremos los encargados de expandir su aroma. -2ª Cor 2, 14-16 -14
Demos gracias a Dios, que siempre nos hace triunfar en Cristo, y por intermedio nuestro propaga en todas partes la fragancia de su conocimiento. 15 Porque nosotros somos la fragancia de Cristo al servicio de Dios, tanto entre los que se salvan, como entre los que se pierden: 16 para estos, aroma de muerte, que conduce a la muerte; para aquellos, aroma de vida, que conduce a la Vida. ¿Y quién es capaz de cumplir semejante tarea?


Este ha sido el principal motivo de mi escrito, pero hay otros aspectos respecto del aroma y el perfume que tienen que ver con el aroma y la santidad que el Señor ha derramado sobre nosotros, y que nos conducen hacia él, el don de la Fe. Esta ha sido una atentica gracia, un don que nos ha llegado de lo alto. ¿De dónde si no, podríamos creer en el único que es y qué tan inapreciable es a nuestra vista material?¿No se parece la Fe impalpable a un aroma?

 

Pero hay otros perfumes de este aroma divino que actúan en nosotros (según San Bernardo): Ellos son: las buenas acciones, la caridad hacia los pobres, la compasión hacia los que no pueden con su vida, la fidelidad a la Iglesia, la generosidad en la concepción de los hijos, el esfuerzo de dedicación en el anuncio del evangelio, etc. etc.

 

Ese es “el perfume que baja por la barba de Aarón”, imagen del Cristo del Éxodo de nuestros primeros padres.

 

 

  

Citas Bíblicas a consultar:

 

Jeremías 13

 

12 Tú les dirás esta palabra: Así habla el Señor, el Dios de Israel: “Todo cántaro debe llenarse de vino”. Y si ellos te dicen: “¿No sabemos acaso que todo cántaro debe llenarse de vino?”,13 tú les responderás: “Así habla el Señor: Yo voy a llenar de bebida embriagante a todos los habitantes de este país: a los reyes descendientes de David que se sientan en su trono, a los sacerdotes, a los profetas y a todos los habitantes de Jerusalén. 14 Los haré pedazos unos contra otros, a los padres y a los hijos juntamente –oráculo del Señor–: no me dejaré llevar de la piedad, ni de la clemencia, ni de la compasión, sino que los destruiré”.

Jeremías en el taller del alfarero

18 1 Palabra que llegó a Jeremías de parte del Señor, en estos términos: 2 “Baja ahora mismo al taller del alfarero, y allí te haré oír mis palabras”. 3 Yo bajé al taller del alfarero, mientras él trabajaba en el torno. 4 Y cuando la vasija que estaba haciendo le salía mal, como suele pasar con la arcilla en manos del alfarero, él volvía a hacer otra, según le parecía mejor.


5
Entonces la palabra del Señor me llegó en estos términos: 6 ¿No puedo yo tratarlos a ustedes, casa de Israel, como ese alfarero? –oráculo del Señor–. Sí, como la arcilla en la mano del alfarero, así están ustedes en mi mano, casa de Israel. 7 A veces yo hablo, con respecto a una nación o a un reino, de arrancar, derribar y perder; 8 pero si la nación de la que hablé se convierte de su maldad, entonces me arrepiento del mal que había pensado infligirle. 9 Otras veces hablo, con respecto a una nación o a un reino, de edificar y plantar; 10 pero si esa nación hace lo malo a mis ojos, sin escuchar mi voz, entonces me arrepiento del bien que había prometido hacerle.
11
Y ahora, habla en estos términos a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: Así habla el Señor: Miren que yo fabrico contra ustedes una desgracia y medito contra ustedes un proyecto. Vuelvan de su mal camino, enmienden su conducta y sus acciones. 12 Pero ellos dirán: “¡Es inútil! Queremos seguir nuestros propios designios, obraremos cada uno según los impulsos de nuestro corazón obstinado y perverso”.

El cántaro roto

Jeremias 19 1 Así habló el Señor a Jeremías: Ve a comprar un cántaro de arcilla. Luego llevarás contigo a algunos de los ancianos del pueblo y de los ancianos de los sacerdotes, 2 saldrás al valle de Ben Hinnóm, que está a la entrada de la puerta de la Alfarería, y proclamarás allí las palabras que yo te indicaré. 3 Tú dirás: Escuchen la palabra del Señor, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén. Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Yo haré venir sobre este lugar una desgracia tal, que a todo el que oiga hablar de ella le zumbarán los oídos. 4 Porque ellos me han abandonado y han enajenado este lugar, quemando en él incienso a otros dioses, que no conocían ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá, y porque han llenado este lugar de sangre inocente. 5 Han edificado lugares altos a Baal, para quemar en el fuego a sus hijos como holocaustos a Baal, cosa que yo no había ordenado ni dicho, y que jamás se me pasó por la mente. 6 Por eso, llegarán los días –oráculo del Señor– en que este lugar ya no será llamado “el Tófet” ni “valle de Ben Hinnóm”, sino “valle de la Masacre”. 7 Yo frustraré en este lugar el designio de Judá y de Jerusalén; los haré caer delante de sus enemigos por la espada y por la mano de aquellos que atentan contra su vida, y entregaré sus cadáveres como pasto a las aves del cielo y a los animales de la tierra. 8 Convertiré esta ciudad en una devastación y en un motivo de estupor: todo el que pase junto a ella quedará pasmado y silbará de estupor al ver todas sus plagas. 9 Yo les haré comer la carne de sus hijos y de sus hijas, y se comerán unos a otros, bajo la presión del asedio a que los someterán sus enemigos y los que atentan contra su vida.
10
Tú quebrarás el cántaro a la vista de los hombres que te hayan acompañado, 11 y les dirás: Así habla el Señor de los ejércitos: De esta misma manera quebraré a este pueblo y a esta ciudad, como se quiebra una vasija de alfarero que ya no se puede reparar, y los muertos serán enterrados en Tófet, porque no habrá otro sitio donde enterrarlos. 12 Así trataré a este lugar –oráculo del Señor– y a los que habitan en él: haré a esta ciudad semejante a Tófet. 13 Las casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá serán impuras como el lugar de Tófet: sí, todas esas casas sobre cuyos techos se quemó incienso a todo el Ejército de los cielos y se derramaron libaciones a otros dioses.


14
Cuando Jeremías regresó de Tófet, adonde el Señor lo había enviado a profetizar, se paró en el atrio de la Casa del Señor, y dijo a todo el pueblo: 15 Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: “Miren que yo atraigo sobre esta ciudad y sobre sus poblados toda la desgracia con que los había amenazado, porque ellos se han obstinado en no escuchar mis palabras”.

Vaticinio contra el sacerdote Pasjur

20 1 El sacerdote Pasjur, hijo de Imer, inspector principal de la Casa del Señor, oyó a Jeremías profetizar estas cosas. 2 Entonces mandó golpear a Jeremías, el profeta, y lo hizo poner en el cepo que está en la puerta Alta de Benjamín, en la Casa del Señor. 3 Pero a la mañana siguiente, cuando Pasjur sacó a Jeremías del cepo, este le dijo: “El nombre que te dio el Señor no es Pasjur, sino ‘Terror por todas partes’. 4 Porque así habla el Señor: Yo haré que seas presa del terror, tú y todos tus amigos; ellos caerán bajo la espada de sus enemigos, y tú lo verás con tus propios ojos. Y yo entregaré a todo Judá en manos del rey de Babilonia, que los deportará a Babilonia y los herirá con la espada. 5 Todas las riquezas de esta ciudad, todas sus ganancias y todo lo que hay de precioso en ella, junto con todos los tesoros de los reyes de Judá, los entregaré en manos de sus enemigos: ellos los saquearán, los tomarán y se los llevarán a Babilonia. 6 En cuanto a ti, Pasjur, tú y todos los que habitan en tu casa irán al cautiverio: llegarás a Babilonia y allí morirás, y allí serás enterrado, tú y todos tus amigos a quienes les has profetizado falsamente”.

 

Hechos 9, 15  Ser vaso de elección

9 Allí estuvo tres días sin ver, y sin comer ni beber.
10 Vivía entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en una visión: «¡Ananías!». El respondió: «Aquí estoy, Señor».

11 El Señor le dijo: «Ve a la calle llamada Recta, y busca en casa de Judas a un tal Saulo de Tarso.
12 Él está orando y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entraba y le imponía las manos para devolverle la vista».

13 Ananías respondió: «Señor, oí decir a muchos que este hombre hizo un gran daño a tus santos en Jerusalén.
14 Y ahora está aquí con plenos poderes de los jefes de los sacerdotes para llevar presos a todos los que invocan tu Nombre».

15 El Señor le respondió: «Ve a buscarlo, porque es un instrumento elegido por mí para llevar mi Nombre a todas las naciones, a los reyes y al pueblo de Israel.

Pero llevamos este tesoro en vasos e barro  2 Cor 3, 15 – 4, 12

 

La unción de Jesús en Betania                        Ver  también    Mt. 26. 6-13 Mc. 14. 3-9

Jn 12 1 Seis días antes de la Pascua, Jesús volvió a Betania, donde estaba Lázaro, al que había resucitado.
2 Allí le prepararon un cena: Marta servía y Lázaro era uno de los comensales.
3 María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume.
4 Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo:
 5 «¿Por qué no se vendió este perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?».
6
Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella.
7 Jesús le respondió: «Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi sepultura.
8 A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre».

9 Entre tanto, una gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado.
10 Entonces los sumos sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro,
11 porque muchos judíos se apartaban de ellos y creían en Jesús, a causa de él

2ª Cor 2, 14-16                    Ver también             Lc 15, 10       Mt 10, 42


4 Demos gracias a Dios, que siempre nos hace triunfar en Cristo, y por intermedio nuestro propaga en todas partes la fragancia de su conocimiento. 

15 Porque nosotros somos la fragancia de Cristo al servicio de Dios, tanto entre los que se salvan, como entre los que se pierden: 
16 para estos, aroma de muerte, que conduce a la muerte; para aquellos, aroma de vida, que conduce a la Vida.
¿Y quién es capaz de cumplir semejante tarea?

42 Les aseguro que cualquiera que dé a beber, aunque sólo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa».

 

 







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