CAMINEO.INFO.- De los primeros aspectos de esta palabra, ya nos orienta el Leon Difour suficientemente, y es conocida por todos, tales como: extranjero es igual a Parros y procede de ahí el nombre de parroquia, que significa asamblea de extranjeros. Después de lo propio: que el Señor nos saca de la burguesía, de la comodidad del sofá y de la historia, con la palabra “Sal de tu tierra y de tu parentela…. Hacia otra que yo te mostraré….” Y ello nos conduce a otra tierra, una tierra nueva que mana leche y miel.
Poco a poco me ha ido sacando el Señor a otros aspectos de la palabra, incapaz expresar todo lo que pasaba por mi mente, tal como:
Ha sido Dios el que ha inventado el Éxodo. Fue Dios que se sacó a Israel de Egipto y ha dio Dios mismo el que ha intervenido de nuestra historia personal de cada uno, liberándonos de la esclavitud, y haciendo para nosotros un éxodo personal, donde cada uno sabe los acontecimientos que Dios dispuso para extraernos de nuestras raíz, de nuestro Egipto personal. Llevándonos, desarraigándonos de nuestro origen, para darnos otro horizonte nuevo. Muchas veces al margen de nuestras familias, de nuestra tradición, de nuestro entorno, de nuestras influencias, y otras no tan lejos de ellas. Por ello, ha sido Dios mismo el que nos ha dado la extranjería en la tierra a cada uno de nosotros.
En el cristianismo, el origen de nuestra extranjería procede de Dios. Extranjero es el que no está arraigado en la zona. Ha sido Dios el que nos ha desarraigado de donde estábamos. El nos ha hecho extranjeros. Nos ha dado una filiación nueva. Ya no somos hijos de la tierra nacida, sino que somos hijos de Dios, ahora tenemos una filiación divina, ya no somos de Salamanca, o Valencianos, si no que somos Cristianos. Ello nos desarraiga del mundo, ya “no somos de este mundo… somos ciudadanos del Cielo” somos extranjeros, estamos en tierra extraña.
El extranjero es el que no tiene raíces en la zona, sus raíces están en otro lugar. ¿Qué lugar? Fuera de este mundo, en el Cielo. Por eso el Señor nos dice: “voy a prepararos un lugar, una morada…..” Jn 14, 1-4- nos lo anuncia porque en este mundo no tenemos nuestra morada, nuestro lugar de descanso. Por esa razón el Señor sabe que aquí, no estamos descansando, habitando, o reposando en un lugar en una estancia propia, sino que este lugar, el mundo, no nos pertenece. Nosotros somos ciudadanos del Cielo, hermanos y amigos del Altísimo.
Y si bien esta naturaleza no es propia, y no corresponde a nuestra biología humana (humus = tierra), si que nos corresponde a nuestra biología natural. Porque hemos nacido de lo alto, gracias al bautismo, y nuestra naturaleza es otra. Ya no procedemos de papa y mama, si no que gracias a la herencia somos recreados del agua y el Espíritu. (ver, Nicodemo: Jn 3, 1-10). Por ello no estaremos mundanamente cómodos, porque estamos de paso, somos peregrinos del cielo y nuestros objetivos han cambiado:
Ya no somos lo que tenemos y por ello, no tenemos que aposentarnos porque carecemos de bienes materiales (solo los usamos), sino que nuestra vida es un camino del…. Ya no tiene sentido echar raíces. Porque nuestra raíz, viene de otro origen y nuestro ser va hacia otro fin no terreno.
Los saduceos necesitaban del pasado para mostrar la existencia de uno, y por ello de la familia que anunciaba que uno era hijo de …., y este a su vez hijo de …., cuando eres extranjero ni tus propiedades, ni los de tu familia figuran ni le consta a nadie. Pasas a ser un desconocido sin pasado, no aparece el pozo excavado por tu abuelo, ni el árbol plantado, que es testigo de que existió tu tío. Cuando eres extranjero, como cuando se es cristiano, nuestro pasado corresponde a nuestra fecha de bautismo, o cuando nos encontramos con el Señor y este nos llevó a la luz, el otro pasado sirve para demostrar la misericordia que ha empleado el Señor con nosotros, no sirve para testimoniar de qué tipo de clase éramos, ni su eminencia, toda ella mortal. Si no que es como cuando venimos del desierto, hay quedan los prodigios que gratis ha hecho el Señor con nosotros.
La demostración de nuestra existencia, ha dejado de depender de lo que tenemos o de lo que hemos engendrado, como en la palabra de los hermanos que se casan con la viuda para engendrar hijos que testifiquen su existencia, hemos pasado a ser mas que todos los bienes que hubiéramos podido acumular y mas que todas las categorías que nos puedan conceder este mundo, que en definitiva es nada y vacío. Nuestro ser ya es y está en Dios, no en nosotros y eso es mas que todo lo que en la tierra podamos abarcar, donde todo será pasado por el fuego.
También, el extranjero está rodeado de precariedades, de adversidades, de acontecimientos adversos externos, que lo zarandean. Porque en el mundo ajeno, no se tiene control, ni los medios externos para sortear o protegerse de estos acontecimientos. Pero nuestra protección, como lo fue la de Israel en el desierto, es la del Dueño de la Creación, y El no es ajeno a esta precariedad, ni está ciego a las mismas, como lo demuestran toda la historia de Israel. Y si nos pasa algo es porque Dios quiere anticiparnos nuestro destino final, que nunca es otra cosa que la vida eterna.
Por ello, el origen de esta extranjería es Dios mismo y la nueva filiación que por medio de nuestro hermano Jesús, nos ha sido asignada. Y con ello, ha cambiado nuestra biología. Hoy que toda la ciencia busca cosas, se pretende ignorar a la Cruz, que es el mayor acontecimiento del globo terráqueo (riete del Big Ben, que nadie sabe cuando existió, y por supuesto yo no pretendo eliminar) tanto lo fue, que hasta el contaje del tiempo, de los años, se hizo nuevo, y empezó a contarse de inicio. (Antes de Cristo y después de Cristo).
Es como si nuestro ADN hubiera cambiado, hubiera mutado, y de la misma manera que hoy hemos descubierto que es posible que procedamos de Adán y Eva, y la biología parece que así lo intenta demostrar ya que han descubierto que la mutación (no recuerdo exactamente su denominación, era algo así como 1NH5) resulta ser que es una mutación antiquísima, y que todos los seres a partir de un cierto momento la tenemos. Con ello, los científicos empiezan admitir que pudo ser a partir de una sola pareja, tal como Adán y Eva. Esta sorpresa de la Ciencia, es fantástica, ya que esta mutación incluye a todos los seres de diferentes razas, como la china, o como la negra, etc. todas las razas la tienen. Increíble. (Si Hitler, levantara la cabeza, podría descubrir que con todo el holocausto, y su locura de raza Aria, lo que estaba matando en el pueblo judío, o cíngaro, o los subnormales, o gitanos, era realmente a sus padres y madres biológicos).
¡Too Much…..oh se me para la mente o se me rompe la cordura……,too Much!. Y eso, que ni siquiera la Iglesia puede por falta de evidencias históricas tan antiguas, demostrar la existencia de Adán y Eva.
Pero da lo mismo, con los mismos cromosomas, o diferentes células, El Señor con la Cruz, Muerte y su Resurrección, ha dotado a la humanidad de la Divinidad. Se ha restablecido el vínculo que rompió Adán y Eva con Dios, por culpa de Satanás. Y ello no se lo quita nadie de encima.
Increíble, y luego encuentras a los insensatos del mundo, proclamadores de la libertad del momento presente, que se creen que con quitar la cruz de los hospitales y colegios y de eliminarla de la tierra, todo está resuelto, como si la cruz fuera una cosa que estorba, un grano o algo superficial fácilmente extirpable.
Por eso, cuando Dios en el juicio final convoque. Nadie se puede hacerse el sordo. Ni los que fueron quemados en la hoguera y terminaron en polvo, ni los que han desaparecido devorados por los peces o animales y han terminado digeridos en estómagos y defecados en el mar o la tierra. Todos sin exclusión, hasta los citados, oirán la voz del Señor y acudirán a su presencia, inexcusablemente.
Por ello, nuestra tendencia ha dejado de ser mundana, o sea, perecedera. No podemos quitarnos de encima a Dios. Nuestro ser se acuerda constantemente de El. Aunque no queramos y aunque nos separamos por los pecados, terminamos dirigiéndonos a El, pensando en El, esperando en El, confesando nuestros errores, nuestra impiedad hacia nuestros hermanos. Me acuerdo de los profetas, que no querían seguir pero seguían. Que rechazaban ir, pero iban. Que no querían decir, pero decían, etc. …. ¡Igual que nosotros!. Es impresionante.
¿Cuándo vendrás a mi Señor?
Algunas Citas De la Escritura
Juan 14
1 «No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí.
2 En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar.
3 Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.
4 Y adonde yo voy sabéis el camino.»
Juan 3
1 Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, magistrado judío.
2 Fue éste donde Jesús de noche y le dijo: «Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar las señales que tú realizas si Dios no está con él.»
3 Jesús le respondió: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios.»
4 Dícele Nicodemo: «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?»
5 Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.
6 Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu.
7 No te asombres de que te haya dicho: Tenéis que nacer de lo alto.
8 El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.»
9 Respondió Nicodemo: «¿Cómo puede ser eso?»
10 Jesús le respondió: «Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas?
11 «En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio.