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Fernando Pascual LC.::
¿Todas las religiones valen lo mismo? |
¿Todas las religiones valen lo mismo? Mon, 05 Jan 2015 17:00:00
Preguntar si todas las religiones valen lo mismo parece algo sin mucho sentido, porque es obvio, ante tantas propuestas religiosas (o pseudoreligiosas) que hay enormes diferencias entre unas y otras: no todas pueden tener el mismo valor.
El problema surge a la hora de establecer los criterios que permitirían distinguir entre una religión y otra, para luego responder a la pregunta: ¿cuál vale más y por qué?
Ciertos pensadores del mundo moderno consideran que una religión sería mejor si consigue adaptarse a la marcha de la historia. Si esa religión comprende los deseos y gustos de la mayoría, si sabe dejar de lado ideas y dogmas que resultan “anticuados”, sería mejor. En cambio, si una religión queda anclada, monolíticamente, en convicciones y ritos vistos como inmodificables y trasnochados, sería inferior, si es que no terminaría por sucumbir ante los “hechos”.
Decir lo anterior, sin embargo, crea un sinfín de problemas. ¿Por qué la religión debería adaptarse a la mentalidad que domina en un cierto momento de la historia? ¿Y quién establece claramente cuál sería esa mentalidad? ¿Es que las verdades sobre Dios y sobre el hombre dependen de las mayorías y de los tiempos?
En realidad, aceptar una u otra religión no depende de modo absoluto de la mentalidad que domina en un periodo histórico. Los primeros cristianos acogieron el mensaje de Cristo precisamente en contra de las ideas de su tiempo.
En épocas recientes, muchos cristianos sometidos a dictaduras “triunfantes”, como las que surgieron en Europa y Asia durante el siglo XX, se alzaron contra las ideologías de los tiranos del momento para defender verdades que consideraban válidas y preciosas, aunque ello significase arriesgar la propia vida o sufrir persecuciones arbitrarias e injustas.
Veamos otro criterio que para algunos resultaría clave para evaluar a las religiones: el éxito, la capacidad de atraer a miles de seguidores.
Ese criterio, sin embargo, no resulta suficiente. La adhesión a una fe religiosa no depende del número de creyentes, sino de convicciones profundas. Desde luego, hay quienes se apuntan a una religión porque tiene muchos seguidores y porque espera obtener una serie de beneficios sociales. Pero nos damos cuenta de lo insuficiente de este tipo de creencias.
La enumeración de criterios podría ser larga. Por ejemplo, ¿vale más una religión si es más sencillo o más complicada, si tiene un credo comprensible o difícil, si defiende reglas morales exigentes o “fáciles”, si tiene ritos más o menos fijos, si posee una jerarquía o adopta un sistema democrático a la hora de establecer su doctrina y su organización?
Existe un criterio que tiene un valor clave a la hora de valorar qué religión pueda ser mejor: el de su cercanía a la verdad. Muchos objetarán que es un criterio difícil de aplicar, pues la mayoría de los creyentes piensa que su religión sería la verdadera, pues de lo contrario la abandonarían para seguir otra religión o para terminar en el escepticismo o el ateísmo. Pero la dificultad no quita la fuerza de ese criterio.
¿Por qué? Porque la experiencia religiosa no puede prescindir un anhelo profundo que radica en el corazón de cada ser humano: el amor hacia la verdad, la belleza, el bien, la justicia.
Por eso, ante tantas religiones, la pregunta decisiva sigue siempre en pie. ¿Cuál es la religión verdadera? Sólo cuando nos pongamos ante esa pregunta podremos superar la ideología de quien dice que “todas las religiones valen lo mismo”, y emprenderemos una seria reflexión que lleve a avanzar hacia una respuesta suficientemente clara, la única que permite orientarnos correctamente en las propias decisiones en materia religiosa.
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12-01-2015, Precisar
Un saludo, Belduque. La idea del artículo es que no todos los caminos valen lo mismo. De lo contrario, una secta destructiva valdría igual que un camino religioso basado en una revelación, lo cual es falso. Por eso hay caminos mejores y caminos peores, y hay también caminos que separan de la meta (por ejemplo, formas de culto a las fuerzas del mal).
P. Fernando Pascual
fpa@arcol.org
06-01-2015, Todas las religiones tienen el mismo valor
Muy intersante artículo, y hay que ser muy objetivo en esto, todas las religiones tienen el msmo valor, solo son dogmas estructurados para tener un acercamiento a lo divino, desde distintos puntos de vista, y en el caso de cada persona, ese encuentro es personal por lo tanto no es igual para todos, por lo que depende de cada uno ese acercamiento, no de la religión. Las religiones son distintos caminos que llevan a la misma meta, en este caso dios, unos caminos te llevarán por montañas, otros por bosques, otros por rios o desiertos, todo dpende del gusto de cada uno, que tanto avanza cada quien en ese camino depende de cada uno. Yo soy agnóstico, estudio los caminos para comprenderlos, y veo que todos llevan al mismo lugar, no hay ninguno mejor que otro, todo depende que es lo que quiera vivir en el camino cada uno.
Saludos!
Belduque
srbelduque@gmail.com
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